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La estrecha relación entre Bitcoin y la política es un hecho que se consolida con Trump.
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La comunidad ve cada vez más cerca la posibilidad de contar con una regulación específica.
Este 20 de febrero se cumple un mes de la juramentación de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Un tiempo que ha estado lleno de acontecimientos y de cambios que han revolucionado el ecosistema de Bitcoin.
Una de las repercusiones más notorias de este primer mes del segundo mandato del republicano es la inclusión definitiva de la moneda creada por Satoshi Nakamoto en la dinámica política de Estados Unidos.
El rol de la moneda digital en el siempre convulsionado mundo de la política comenzó a ser evidente en la campaña electoral. Aunque en esa época muchos pensaban que su participación sería pasajera.
Así hubiese sido si Trump elegía no cumplir sus promesas. Pero el mandatario se mostró dispuesto a concretar sus palabras. Lo hizo a pocos días de su juramentación, en medio de la euforia por la firma de decenas de órdenes ejecutivas.
El primer indicio de cumplimiento vino con la liberación de Ross Ulbricht. El fundador del extinto mercado Silk Road es una figura emblemática para los bitcoiners y su indulto envió el mensaje de que el mandatario reconocía que había un compromiso con esta comunidad.
Luego vino la orden ejecutiva del 23 de enero, con directrices para honrar lo que había dicho en la campaña. Trump aprovechó para reconocer el papel que jugó este sector en su triunfo. Sella el compromiso dando instrucciones para prohibir el lanzamiento de monedas digitales de banco central (CBDC).
Como resultado, la correlación entre los movimientos del mercado de criptomonedas y las decisiones del presidente se hace más fuerte.
Las subas y bajas de precio se vuelven cada vez más comunes, en función de los anuncios de Trump. Como muestra, está la caída que experimentó BTC luego del anuncio de los aranceles a México, Canadá y China.
Es de prever que este vínculo se fortalezca a futuro, aun cuando Bitcoin siga manteniendo su descentralización. Y al igual que lo que se predice con las reservas, también es muy probable que esta relación se replique en otros países.
Así lo observan los analistas, que en su mayoría auguran una mayor influencia del ecosistema en los procesos electorales de todo el mundo.
El vertiginoso aumento de la cantidad de poseedores de criptomonedas que se estima para los próximos años será determinante. De ahí que expertos, como el ex asesor de la Casa Blanca, aseguren que será cada vez más difícil que los políticos sigan ignorando a Bitcoin.
Bitcoin ha llegado para quedarse, y su impacto en nuestros sectores financieros, económicos y de inversión no pueden volver a pasarse por alto o ignorarse.
Moe Vela, ex asesor principal de la Casa Blanca.
Crece el impulso para incluir a bitcoin en las reservas
La idea de que un país como Estados Unidos incluyera en sus reservas a un activo como bitcoin, lucía como algo lejano hace un año. Incluso tras el triunfo electoral de Donald Trump, en noviembre pasado, parecía difícil de cumplir.
Fueron muchos los que pusieron en duda que el republicano cumpliera su promesa de campaña, mientras otros se enfocaron en los obstáculos legales para poner en marcha el plan.
Hay que considerar enmiendas a leyes vigentes y el proceso a seguir para que el proyecto de ley, presentado por la senadora Cinthya Lummis en julio de 2024, sea promulgado en el Congreso.
Se trata de dificultades a las que aún actualmente deben hacerse frente, y que necesariamente serán evaluadas por el Grupo de Trabajo designado por Trump mediante la orden ejecutiva.
El decreto pone a un equipo de expertos a determinar la forma de hacer que bitcoin y otras criptomonedas sean parte de las reservas estratégicas del país.
Las repercusiones no se han hecho esperar. El movimiento por las reservas crece, a medida que una avalancha de proyectos de ley que se promueven en diferentes estados de EE. UU.
Son más de 20 estados que avanzan en la misma dirección y que probablemente establezcan sus reservas en criptomonedas, incluso antes que el gobierno federal.
La reacción en cadena ha llegado a niveles internacionales, con un creciente número de países dispuestos a seguir los pasos de Estados Unidos, y del país pionero: El Salvador. Ya es conocido el interés de algunas jurisdicciones, como Madeira, en Portugal, y algunas regiones de Asia.
Una vez se concrete el plan en Estados Unidos, seguramente surgirán muchas más. Figuras como el fundador de Binance, Changpeng Zhao, cree que hasta China intentará competir con la compra de bitcoin.
La reserva estratégica de bitcoin aún no está en marcha, pero, cuando eso suceda, veremos qué hacen otros países. Otros territorios no tienen el mismo debate democrático y son menos transparentes con sus intenciones. Me sorprendería si el gobierno chino acumulara bitcoin y luego lo anunciara… Tienen que hacerlo en algún momento porque es el único activo duro.
Changpeng Zhao, ex CEO de Binance.
Bitcoin tendrá una regulación específica
A nivel global son pocos los países que han elaborado marcos regulatorios específicos para el ecosistema de las criptomonedas.
Si bien es notable el giro que han dado la mayoría de los gobiernos en su relación con Bitcoin –visible por el levantamiento de prohibiciones en muchos países– la creación leyes propias para el sector es algo que todavía se hace esperar.
Destacan, en ese sentido, los avances dados en la Unión Europea con el Reglamento para el Mercado de Criptoactivos (MiCA), que entró en vigor este año.
No obstante, no es una regulación que resalta por la activa participación del ecosistema en su creación. Una particularidad que sí se está presentando en EE. UU., con el gobierno de Trump.
El mandatario arranca su gobierno designando funcionarios clave, ligados a la industria de las criptomonedas, para que ocupen puestos clave que faciliten la regulación.
El hecho de colocar a una persona ligada a los criptoactivos para que cumpla el rol de asesor sobre criptomonedas en la Casa Blanca es toda una novedad. Esta acción solo es comparable con lo que ha hecho Nayib Bukele en El Salvador, el país que más brilla por los adelantos que ha dado en la regulación de Bitcoin.
De esta forma, si se siguen las ideas que estos funcionarios han expresado hasta ahora, el rol de David Sacks como el zar de las criptomonedas y de los nuevos presidentes de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros (CFTC), encamina a la elaboración de leyes enfocadas en las características propias del sector.
La SEC ya está tomando la delantera, y en unos meses planea definir si los criptoactivos son títulos valor o no, además de ayudar a resolver el lote de demandas que el gobierno de Joe Biden interpuso en contra de empresas de criptomonedas.
Las declaraciones de Sacks van en esta misma ruta, al hablar de normas propias para las stablecoins, las memecoins y los NFT. Recalca la meta de establecer reglas claras y transparentes, y envia el mensaje de que ningún inversionista debe temer al éxito en los Estados Unidos.
Si miras indicadores relacionados con el mundo tecnológico, Estados Unidos lidera en todas las categorías, pero las criptomonedas es una de las pocas excepciones. No obstante, creo que podremos rectificar eso rápidamente a partir de la orden ejecutiva que el presidente Trump ha puesto en marcha.
David Sacks, jefe del Consejo Asesor de criptomonedas.
Todo esto es parte de las acciones regulatorias puestas en marcha durante este mes, bajo el gobierno de Trump. Hasta el momento, todo apunta a la consolidación del ecosistema de las criptomonedas como parte importante de las finanzas, no solo en Estados Unidos sino a nivel global.