La masificación de las criptomonedas, sobre todo en el último año, ha llamado la atención de distintas entidades regulatorias del mundo. A pocos días de la realización del G20, Japón ha instado a los asistentes a discutir un marco regulatorio para prevenir el lavado de dinero con criptoactivos.
Representantes del país asiático expresaron que la discusión, a realizarse los días 19 y 20 de marzo en Buenos Aires, debe enfocarse más en la prevención de este delito y en la protección de los inversionistas que en el efecto que puedan tener las criptomonedas en el sistema bancario global.
El Grupo de Acción Financiera Contra el Blanqueo de Capitales (FATF), conformado por 37 naciones, presentará en La Cumbre, a propósito de esto, los resultados de sus investigaciones sobre el uso de criptoactivos para blanqueo de capitales.
Sin embargo, la postura de los representantes nipones no es muy optimista. Consideran que es difícil llegar a un consenso entre todos los países integrantes del G20, puesto que algunos tienen leyes más permisivas que otros y es sencilla la aparición de lagunas legales.
De todas formas, esta posición es positiva en relación a la de otros actores del sistema financiero global. A finales del 2017, el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, advirtió sobre los peligros de la especulación en torno al bitcoin. Es importante recordar que durante el pasado mes de diciembre el precio del principal criptoactivo presentó una subida abrupta y aumentó más de 10 mil dólares en menos de un mes.
Aunque también se refirió al uso de los activos digitales para actividades ilícitas, su principal preocupación, que fue compartida por representantes de Italia y Alemania, era el impacto que podían tener en el sistema financiero mundial.
Esta preocupación también es compartida por Agustín Carstens, presidente del Banco de Pagos Internacionales y antiguo presidente del Banco Central de México. Ha expresado continuamente su oposición a las criptomonedas y ha advertido a las autoridades financieras del mundo no dejar que éstas “parasiten a las monedas reales”.
Pese a esto, otros actores con importantes cargos internacionales como Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario europeo de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capital, ha hecho comentarios muy positivos con respecto a las criptomonedas y a la tecnología blockchain.
A finales de febrero indicó que Europa debe abrir sus puertas a esta tecnología. Días después, anunció que el bloque europeo estaba trabajando en un marco regulatorio conjunto para la tecnología financiera, que incluirá la blockchain y regulará, entre otras cosas, la realización de Ofertas Iniciales de Moneda (ICO).
Debido al peso en la economía mundial que tienen los países que conforman el G20, los resultados de estas discusiones tendrán un gran impacto en el ecosistema de las criptomonedas. Aunque es positivo que haya regulaciones leves para impulsar la adopción y la masificación del bitcoin, medidas más fuertes pueden afectar negativamente.