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György Matolcsy, presidente del banco central húngaro, está de acuerdo con prohibir bitcoin.
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Según el banquero, las criptomonedas "facilitan construir pirámides financieras".
Otro directivo de un banco central de Europa apoya la iniciativa de prohibir la minería de Bitcoin (BTC) y todas las actividades relacionadas con las criptomonedas en la Unión Europea (UE), siguiendo los pasos de China, que apostó precisamente a lo mismo.
Esta vez fue el turno del Banco Central de Hungría, cuyo presidente, György Matolcsy, afirmó en un comunicado reciente que estaba «perfectamente de acuerdo» con banear toda la actividad de la industria de criptomonedas en el viejo continente.
En el documento, citó los ejemplos del gobierno chino y del Banco Central de Rusia, respectivamente, que cargaron contra el comercio y la minería de criptomonedas, y resaltó:
Estoy perfectamente de acuerdo con la propuesta y también apoyo el punto del principal regulador financiero de la Unión Europea (UE) de que la UE debería prohibir el método de minería utilizado para producir la mayoría de los nuevos bitcoins (prueba de trabajo –PoW–).
György Matolcsy, presidente del Banco Central de Hungría.
El banquero cree que las criptomonedas pueden dar pie a las actividades ilegales [tal como el dinero fíat], además de que, según él, «facilitan la construcción de pirámides financieras» y se suma, además, a quienes acusan a la minería de Bitcoin de provocar daño ambiental.
«El banco central de Rusia tuvo razón al decir que el crecimiento vertiginoso y el valor de mercado de las criptomonedas se define principalmente por la demanda especulativa de crecimiento futuro, que crea burbujas», expuso Matolcsy.
No obstante, es bueno recordar que las ideas del Banco Central de Rusia de prohibir a Bitcoin fueron contrarrestadas por el Ministerio de Finanzas y por el mismo presidente de ese país, Vladimir Putin, cuando dijeron que iban a darle un tratamiento de dinero o divisa extranjera a BTC y que lo regularían como tal, según quedó reseñado por este medio.
Desde la perspectiva de Matolcsy, la UE tiene que actuar «en conjunto» para «prevenir la construcción de nuevas pirámides y burbujas financieras». Aunque luego asintió que a los usuarios y empresas de esa región se les permitiera tener criptomonedas, pero bajo la administración de los reguladores
Siguiendo a la ESMA y a China
Matolcsy, además de querer seguir las recomendaciones [ya rechazadas en el país asiático] del banco ruso, parece darle cabida a la propuesta del vicepresidente de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), Erik Thedéén.
El regulador sueco solicitó prohibir la minería de Prueba de Trabajo (PoW, por sus siglas en inglés). Tal como lo reportó CriptoNoticias, Thedéen consideró que la minería de Bitcoin es «ineficiente» y «dañina» para el medio ambiente. La idea fue apoyada por Joachim Schuster y Ernest Urtasun, diputados al Parlamento Europeo.
Si se habla de China, cuantiosos reportes han sido publicados por este periódico, sobre que ese país decidió, desde mediados del año pasado, protagonizar una auténtica avanzada contra el ecosistema emergente, alegando, casualmente, las mismas razones que sus vecinos europeos: presuntos delitos e inestabilidad financiera.
Hungría desdice de Europa
Lo que comunica el ente emisor húngaro y su deseo de prohibir a la nueva economía, desdice de los avances que en otros países europeos se han dado a favor de la industria.
Suiza, por ejemplo, es un país que se ha abierto a la utilización de bitcoin, al tiempo en que, viendo los beneficios, se encamina a la creación de su propia moneda digital de banco central (CBDC, por sus siglas en inglés).
España es otro país, donde, ante el creciente uso de criptoactivos, han permitido la circulación. Esto, aunque han lanzado medidas regulatorias contra usuarios y empresas relacionadas al mercado, según ha quedado reportado en CriptoNoticias.
Al final, se trata de una declaración del Banco Central, que no supone una decisión estatal. No obstante, quedará ver si el gobierno húngaro se adhiere a la recomendación del ente emisor o si, por el contrario, se pliega a los beneficios que la nueva economía basada en bitcoin puede ofrecer.