La Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC, por sus siglas en inglés) está tomando acciones más fuertes en contra de emisores y asesores de ofertas iniciales de monedas (ICO) con el propósito de identificar y prevenir conductas engañosas y sancionar a quienes actúan sin permiso legal.
En un comunicado emitido este 1 de mayo, ASIC informa que ha identificado conductas o declaraciones engañosas en algunas ofertas iniciales de moneda que operaban en Australia, incluso sin licencia, logrando detener el lanzamiento de varias de ellas y que otras modificarán sus estructuras.
Al respecto, ASIC aclara que recibió poderes adicionales de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo el pasado 19 de abril, con los cuales se le autoriza para tomar acciones en torno al mercado de las criptomonedas.
Asegura el organismo que las conductas engañosas en la comercialización o venta de ICO son violaciones graves a la Ley del Consumidor, siendo una de las premisas fundamentales de la actuación del organismo en contra de las organizaciones citadas. Sobre todo porque la legislación australiana prohíbe la conducta engañosa en una variedad de circunstancias, incluyendo el comercio de servicios y productos financieros, por lo que exhorta a los promotores a tener cuidado para que las comunicaciones sobre cualquier criptomoneda o ICO no contengan información falsa.
¿Cómo se regulan las ICO en Australia?
El comisionado de ASIC, John Price, recordó que toda ICO puede ser regulada porque al operar con el dinero de otras personas está sujeta a la aplicación de las leyes, idea que será el enfoque clave de la Comisión en tanto el sector siga en desarrollo, según afirmó.
La forma en que la Comisión australiana puede regular y aplicar sanciones a las ICO está prevista no solo en la Ley del Consumidor sino en Ley de Corporaciones de 2001 (Ley de Sociedades Anónimas), que es la que controla a todas las entidades que buscan recaudar fondos. A tal efecto, las regulaciones previstas en esta ley se han hecho extensibles a quienes aspiran a captar inversiones a través de la oferta de cualquier token, señala un documento de ASIC publicado en su sitio web.
Sin embargo, la aplicación de la Ley difiere en cuanto a calificar a las ICO y a las monedas digitales como productos financieros. Bitcoin, por ejemplo, no se considera un producto financiero, aunque por lo general las autoridades australianas encajan a la mayoría de las ICO y a las criptomonedas dentro del concepto, lo que obliga a su registro y a la solicitud de licencia ante los organismos gubernamentales.
En tal sentido, ASIC señala que una de las ICO en contra de las cuales se tomaron medidas recientemente, no solo contenía ofertas engañosas en su libro blanco (White paper) sino que se trataba de un esquema de inversión administrada no regulado (producto financiero) que no había solicitado licencia, incumpliendo con la citada Ley de Sociedades y sujeto a graves sanciones.
Estas medidas de la ASIC se enmarcan dentro de una serie de regulaciones que han entrado en vigencia en ese país desde el pasado abril, cuando el Centro Australiano de Informes y análisis de Transacciones (AUSTRAC) comenzó a exigir a las casas de cambio su inscripción en una base de datos como primer paso para cumplir con la nueva legislación.
Las regulaciones, que cuentan con la anuencia de las empresas australianas dedicadas al intercambio de criptodivisas, incluyen leyes AML/CTF que por primera vez se aplican a este tipo de organización.
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