Hechos clave:
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A medida que crece el poder de los equipos de minería, crece la obsolescencia de otros.
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La propia idea de estabilidad juega en contra del desarrollo económico y técnico de Bitcoin.
Durante los días previos al ajuste de dificultad para la minería de Bitcoin, la red experimentó una congestión inusual. Los usuarios tuvieron que decidir si pagar una comisión por transacción que se considera alta o esperar horas y días por una confirmación de la red. Hay tres razones por lo cual Bitcoin se convierte en una red aparentemente inestable. Y que no se vinculan con los ciclos o las crisis de los mercados tradicionales.
1. Ajustes programados, autorregulación y rendimiento de la minería
Casi puntualmente justo antes de cada ajuste de dificultad hay un periodo breve de caída del hash rate. Solo en casos excepcionales esta caída afecta los precios de manera dramática. La principal razón de este comportamiento de los mineros puede ser más bien lógico: si la estimación del siguiente ajuste de dificultad es muy alto, los mineros podrían estar apostando a las bajadas de hash rate para mantener el nivel de la dificultad. La dificultad impone la medida del esfuerzo computacional requerido para minar Bitcoin durante los siguientes 2.016 bloques.
Esta estrategia parece ser efectiva en periodos que coinciden con una alta oferta de equipos de minería. Puesto que si se considera que más equipos entran en la red, mayor será la competencia y mayor será la oferta de hash rate. Por lo tanto, la dificultad de minar Bitcoin aumentará. Este incremento en el hash rate ha sido progresivo durante años. Dos factores son determinantes en este proceso: el lanzamiento de equipos más potentes y la masificación de la minería como modelo de negocio.
Como es de suponer, a medida que crece el poder de los equipos disponibles, otros quedan obsoletos. Y hay que apagarlos. El tercer halving de Bitcoin intensificó ese efecto. Menor recompensa, menor rendimiento para los equipos con poco potencial.
A pocas horas del halving de Bitcoin, muchos mineros pudieron haber apagado sus equipos. Eso explicaría en parte por qué hubo un periodo de congestionamiento, como reportó CriptoNoticias. Debido a que la dificultad para minar exigía más poder de cómputo o hash rate. Esto tiene un efecto negativo en la red, porque el ajuste de la dificultad se ejecutará cuando se hayan agregado 2.016 bloques a la red. Cualquier retraso en la producción de bloques, retrasa ese ajuste. Esto resulta una tarea ardua para los equipos que sigan conectados.
No olvidemos que la naturaleza también impone sus propias condiciones: en periodos de sequía o de intensas lluvias, las granjas de minería de Bitcoin sufren los estragos de las variaciones en el precio de la electricidad o los problemas derivados de cortes eléctricos o inundaciones. Cuando una granja de miles de equipos se apaga en China, toda la red se resiente. Se estima que más del 50% del hash rate proviene de equipos de minería ubicados en el país asiático. Argumento suficiente para cuestionar el nivel de descentralización de la red.
2. Miles de direcciones de Bitcoin
El código regula muy bien su política monetaria, pero no pretende regular la disponibilidad de direcciones: se pueden crear grandes cantidades de direcciones y hacer movimientos en los mercados con el fin de crear una apariencia determinada. Este factor parece haber jugado un papel importante durante el último halving de Bitcoin.
De acuerdo con un estudio, una entidad había estado creando grandes cantidades de direcciones que fueron usadas para realizar movimientos de transacciones. Todavía queda aclarar el objetivo real de este volumen de transacciones inusuales, que además se realizaban con pagos excesivos de comisiones. Para algunos, esta actitud no es casual. Precisamente porque ocurre en un momento en el que los mercados son más susceptibles ante eventos que han demandado mucha atención de los medios. La congestión de la red, el miedo a perder dinero, son los ingredientes ideales para manipular un mercado. En este caso, las ganancias parecen haber estado en las comisiones totales que obtuvo el sector minero.
Esto está muy cerca del hecho de que ciertas casas de cambio no parecen percibir una obligación legal, ni ética, sobre declarar las cifras reales de sus volúmenes de intercambio. Cabe cuestionar si esto se trata de una interpretación conveniente sobre la privacidad. O si esa actitud responde a una idea preconcebida de que Bitcoin está por encima de la ley.
Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que en el pasado algunas casas de cambio han sido percibidas como actores deshonestos, por inflar las cifras de sus volúmenes de intercambio para captar más clientes o manipular temporalmente los precios de criptomonedas con menor capitalización de mercado. Sin embargo, en los últimos meses algunas casas de cambio parecen haber sufrido las consecuencias de la mala reputación (o de la desconfianza en los mercados). Porque los volúmenes de intercambio en este tipo de entidades han reportado caídas significativas de hasta 66% en bolsas como Bitfinex, BitMEX y Huobi.
3. La propia idea de estabilidad juega en contra del sistema
El cambio constante es la fuerza que determina el estado de la economía (por no mencionar el estado de las ideas, la cultura, etc). La supuesta estabilidad que deberían tener las empresas humanas, sean de materia monetaria, científica o artística, ha creado una especie de aura sobre todo aquello a lo que se le ha otorgado el cetro de lo incuestionable. Cuando, de hecho, tal estabilidad es solo una apariencia: quizá, sin intención, los problemas de congestión de Bitcoin y las cada vez más raras variaciones abruptas en el precio han sido como una prueba más sobre esta idea.
Si la caída del hash rate se comprende como una variable predecible en un ciclo, podríamos prescindir de la idea de que toda caída es en sí misma negativa. No importan las razones específicas, porque dadas las condiciones para minar Bitcoin parece imposible esquivar la tendencia a apagar equipos que comienzan a ser obsoletos. El cambio en la potencia de los chips y la competencia por obtener la recompensa de Bitcoin también motivará nuevos cambios en la aparente estabilidad de la red. El cambio constante es la ley.
Por otro lado, si las reglas de Bitcoin no impiden que algunos actores deshonestos intenten manipular los volúmenes de intercambio, nada garantiza que esas estrategias seguirán siendo efectivas con el tiempo. La pérdida de credibilidad de las entidades deshonestas y la madurez de los usuarios de la red han cambiado la forma en que percibimos las amenazas.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.