Hechos clave:
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El auge de las ciudadelas de Bitcoin en África muestra una respuesta ante el colonialismo monetario.
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Las economías circulares de Bitcoin ofrecen estabilidad y una vía hacia la autonomía financiera glob
El sistema financiero tradicional está en crisis global y no presenta signos de recuperación; probablemente estamos presenciando el ocaso dinero fíat y, en este contexto, muchas personas adoptan Bitcoin (BTC) como refugio de valor, y están modificando su estilo de vida para aprovechar al máximo la oportunidad de acceder a un dinero sólido y a una máxima soberanía financiera.
Esta transformación implica un cambio profundo en la manera en que gestionan sus recursos y se relacionan con la economía, favoreciendo la autosuficiencia y la independencia ante un sistema financiero en deterioro. En la era del dinero digital, cientos de personas están creando nuevas ciudadelas o economías circulares de Bitcoin en todo el mundo.
Como lo hemos descrito anteriormente en CriptoNoticias, las ciudadelas de bitcoin son territorios en los que crecen y se forman comunidades decididas a adoptar a bitcoin para instaurar una economía circular, únicamente basada en la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto.
Es la tendencia más silenciosa de todas la que están provocando una importante transformación global. Las guerras, la pandemia, la turbulencia económica y los cambios en el poder político, tanto dentro de las naciones, como a nivel internacional, significa que el mundo es bastante diferente de lo que era hace apenas cuatro años, pero poco se está hablando de uno de los cambios más significativos de los últimos tiempos: comunidades enteras esparciéndose, buscando soberanía por el mundo con dinero que no depende de los Estados.
Es un golpe al hígado al sistema financiero tradicional que va en declive, por varios factores, producto de la toma de decisiones de los gobiernos, como el aumento de la oferta monetaria indiscriminadamente que crea inflación y devalúa el dinero. Por ello, miles de personas en todo el globo se desprenden de sus monedas nacionales.
Sobre este fenómeno de dinero se está hablando ampliamente en distintos escenarios. Incluso, la macroeconomista Lyn Alden escribió un libro que lleva ese título “Dinero roto” o “Broken Money”.
En su libro Alden señala que hay más de 160 monedas activas en el mundo, cada una con un monopolio local sobre su propio país y con poca o ninguna aceptación en otros lugares. Muchas de ellas se diluyen con rapidez, producto de políticas monetarias erradas, devaluando así continuamente los ahorros y los salarios de los millones de personas que viven y trabajan dentro de esas jurisdicciones.
Así que, la respuesta de la mayoría de las personas frente a la devaluación de sus monedas locales ha sido recurrir al dólar estadounidense, que logró consolidarse como reserva de valor, convirtiéndose en un estándar para el resto de las economías del mundo.
El problema es que el dólar también está colapsando, como lo manifiestan Robert Kiyosaki y Michael Saylor en el documental recientemente lanzado “God Bless Bitcoin”. La explicación sencilla de lo que se está sucediendo proviene de eventos en cadena desde el 15 de agosto de 1971.
Ese fue el día en el que el presidente estadounidense Richard Nixon sacó al dólar del patrón oro para poder imprimir más dinero y «para poder robar tu riqueza» como dice Robert Kiyosaki. Y la razón por la que desvinculó el oro de la moneda fue para pagar la guerra de Vietnam», complementa el excandidato a la presidencia de Estados Unidos Robert F Kennedy Jr.
«En ausencia del patrón oro, no hay manera de proteger los ahorros de la confiscación a través de la inflación»
Alan Greenspan, Federal Reserve Chairman 1996-2006.La explosiva multiplicación de las ciudadelas de Bitcoin por todo el mundo
En el contexto actual de inestabilidad económica y colapso del dinero fíat que afecta a diversas naciones, el crecimiento explosivo de las ciudadelas de Bitcoin, especialmente en África y Latinoamérica llama la atención.
No se trata solo de una nueva tendencia tecnológica, sino de una respuesta palpable ante las limitaciones y desafíos que impone el sistema monetario tradicional. Este fenómeno revela cómo las economías circulares de Bitcoin están ganando terreno, no por una elección ideológica, sino por la necesidad urgente de soluciones viables de intercambio y estabilidad económica.
Latinoamérica lidera la adopción de Bitcoin, sin embargo, en África abundan las comunidades y ciudadelas, a pesar de las marginaciones tecnológicas que enfrenta. Esta situación es una clara evidencia de que, en muchas partes del mundo, especialmente en regiones históricamente colonizadas, las personas ven a bitcoin no únicamente como una inversión o herramienta especulativa, sino como una alternativa genuina para mejorar sus vidas.
Desde las calles bulliciosas de Khayelitsha en Sudáfrica, donde el proyecto Bitcoin Loxion busca empoderar a una población en constante crecimiento, hasta las remotas regiones de Perú, donde más de 15 ciudadelas están conectando a comunidades diversas y remotas a través de BTC, es evidente que estas economías circulares están respondiendo a una necesidad urgente: la creación de alternativas viables a los sistemas monetarios tradicionales.
También en Sudáfrica, la experiencia de Bitcoin Ekasi, que fusiona educación y actividades recreativas en un contexto comunitario, refleja cómo la educación en torno a Bitcoin puede ser un motor de transformación social.
En el Caribe, iniciativas como Bitcoin Dominicana, la primera economía circular en República Dominicana, creada en 2023, están no solo mejorando la alfabetización financiera, sino también ofreciendo una salida innovadora a los flujos intensos de remesas que caracterizan la región. Así, la riqueza generada por Bitcoin empieza a rehacer el tejido económico local, creando nuevas oportunidades de empleo y fortaleciendo la economía informal.
El fenómeno no se limita a África y Latinoamérica; ciudades en Europa y otras partes del mundo están cosechando los frutos de esta transformación financiera. La Federación de Economías Circulares de Bitcoin, que agrupa diversas iniciativas en diferentes continentes, demuestra que el interés por integrar Bitcoin en la vida cotidiana trasciende fronteras y culturas.
En naciones que aún dependen de monedas que fueron impuestas durante el colonialismo, como el franco, esta dependencia subraya un tema de colonialismo monetario que persiste en el tiempo.
El uso de Bitcoin se convierte en un acto de resistencia frente a estas dinámicas de control exterior. La capacidad que ofrece Bitcoin de operar sin intermediarios ni permisos da a las personas no bancarizadas —aún gran parte de la población mundial lo es— la oportunidad de acceder a un sistema financiero que elimina las barreras de entrada.
Esta autonomía es relevante para los excluidos del sistema bancario tradicional, permitiendo que puedan comerciar, ahorrar e invertir de manera más equitativa.
Esta tendencia seguirá transformando la sociedad y solo podemos esperar que el ritmo del cambio aumente.
En Latinoamérica y África la urgencia es clara: la búsqueda de estabilidad en un entorno financiero caótico y, en ocasiones, opresor. Al optar por Bitcoin, muchos están eligiendo una solución que, aunque aún en sus etapas iniciales, se presenta como un refugio ante la ineficiencia y la devaluación constante de sus monedas locales.
La expansión de las ciudadelas de Bitcoin puede verse como un movimiento hacia la descolonización económica. Se trata no solo de liberar a las poblaciones de países como Nigeria, Venezuela y otros, de las cadenas de un sistema monetario que no sirve a sus intereses, sino también de proporcionar herramientas para que los individuos tomen el control de sus propios destinos financieros.
Así que, en un mundo golpeado por la inestabilidad económica, y donde el dinero fíat parece desvanecerse en medio de crisis políticas y financieras, la proliferación de las ciudadelas de Bitcoin se erige como un faro de esperanza y resiliencia.
Estas ciudadelas de Bitcoin no solo emergen como un refugio frente al colapso de las monedas tradicionales, sino que son prueba de un cambio paradigmático en la forma en que entendemos y utilizamos el dinero. Mientras el fíat se tambalea, Bitcoin se consolida como un recurso valioso y potencialmente transformador en manos de la gente.
Todo parece indicar que estamos dando pasos hacia un futuro en el que el poder se redistribuye y la comunidad juega un papel central. Es una tendencia que muestra que como planeta estamos dando pasos certeros hacia una era en la que la soberanía financiera se vuelve una realidad palpable para comunidades de todos los rincones del planeta.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.