Hechos clave:
-
ChatGPT y su modelo GPT-4 han sido una revolución en la era informática.
-
Los “gurus” de criptomonedas han comenzado a ofrecer IA para invertir.
Las inteligencias artificiales (IA), como en una película de ciencia ficción, han acaparado los titulares en lo que va de 2023. El interés por estas tecnologías ha aumentado tanto que ahora se venden de manera muy similar a como sucedió en 2018 con las ofertas iniciales de monedas o ICO.
Las IA están revolucionando todo a nivel informático. Modelos como ChatGPT-4, de la empresa OpenAI, generan texto con un lenguaje tan humano que es difícil decir que no se trata de una persona quien responde, cuando en realidad es una computadora. Este interés ha llegado al mundo de las criptomonedas, aunque parezca curioso, dado que las IA y Bitcoin no tienen relación alguna.
A principios de marzo, según informó CriptoNoticias, tokens relacionados con IA (que no tenían nada que ver con ChatGPT-4) comenzaron a subir considerablemente su precio. ¿La razón? Solo por estar relacionados con algo que tenía la etiqueta IA. Este comportamiento es bastante similar a algunas ICO vendidas en 2018. Muchas, por no decir la mayoría, solo eran criptomonedas sin ninguna utilidad. Su objetivo no era crear un sistema de pagos entre personas sin intermediarios, como lo hizo Bitcoin, sino solo presentarse como una criptomoneda más.
Las IA están tomando esta misma forma que las ICO. Proyectos que solo son promesas, sin un producto real, se cuelgan la etiqueta IA para intentar atraer capital, y por increíble que parezca lo consiguen. Personas con capital deciden invertir.
Un poco de historia
Si bien ChatGPT y su modelo IA GPT-4 son una revolución, las IA no son nada nuevo. En 1950, cuando la computación daba sus primeros pasos, se crearon los primeros modelos de aprendizaje inteligente capaces de resolver problemas por sí solos.
Por años, el desarrollo de las IA fue avanzando, aunque un poco lento debido a la poca capacidad computacional que existía en esa época. En 1996, IBM Deep Blue salió a la luz, una de las primeras IA que significó una revolución, aunque su aprendizaje solo era aplicable al campo del ajedrez. En 1997, venció al campeón mundial Garry Kaspárov, considerado por algunos como el mejor jugador de ajedrez de la historia.
Para 2018, IA como AlphaZero de Google ya estaban en el mercado. Sin embargo, la comunicación era un gran problema, ya que eran incapaces de tener una conversación humana natural. En esto, OpenAI y ChatGPT cambiaron las reglas del juego. Ahora, con preguntas escritas de forma natural, sin ningún tipo de regla más que el lenguaje escrito, es posible obtener respuestas concretas de una máquina escrita en lenguaje humano.
Productos incompletos
Dado que OpenAI, junto con otras IA como MidJourney, que permiten generar imágenes únicas, han sorprendido al mercado, han comenzado a surgir IA de todo tipo de productos. Desde clones de ChatGPT hasta sistemas que prometen mejorar la edición de videos, el mercado actualmente está invadido de este tipo de productos. Sin embargo, existe un problema: no están completos.
GPT-4, el motor de aprendizaje que utiliza ChatGPT, es de código abierto, por lo que cualquiera puede acceder a él y descargarlo. Sin embargo, el dilema reside en enseñar a la máquina. Para ello, se requiere tiempo para que un equipo completo de especialistas enseñe correctamente a la IA, evitando que cometa errores y corrigiendo incongruencias. Este proceso lleva bastante tiempo.
Debido a esto, si bien no se puede afirmar al 100%, seguramente una gran cantidad de estos productos con IA incluida sean sistemas conectados a servidores con respuestas predefinidas y no IA en su naturaleza.
No todo lo que brilla es IA
Es justo admitir que las ICO tuvieron un pasado oscuro en el ecosistema de Bitcoin y las criptomonedas. Estos proyectos sirvieron para atraer nuevos usuarios interesados en hacer dinero, no en la tecnología, para ser sincero. Muchas ICO prometían cambiar el mundo, e incluso algunas más atrevidas prometían ser el nuevo y mejor Bitcoin, pero ninguna lo logró. Aún hoy en día, algunas ICO lanzadas en 2018 sobreviven, pero muy lejos de sus promesas iniciales.
Las IA parecen estar comenzando a recorrer este camino. Productos con IA que parecen que van a cambiar todo y “hacer del mundo un lugar mejor”, como diría aquel refrán. Este interés ya ha comenzado a atraer a inversionistas. Si bien las IA pueden facilitar y mejorar la vida de muchas personas, no será una revolución de la noche a la mañana.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.