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La ignorancia voluntaria en la era de información es una sentencia de obsolescencia.
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Bitcoin sigue siendo algo lejano para el presidente de Argentina.
En la entrevista transmitida anoche por el canal de televisión TN, el presidente argentino, Javier Milei, se enfrentó a una disyuntiva poco envidiable: quedar como un ignorante o como un delincuente.
Quien se autodefine como «economista, liberal libertario, especialista en temas de crecimiento económico con y sin dinero» optó por lo que él considera el mal menor.
Y es que, en el torbellino político, a veces es preferible ser visto como el tonto de la película que como el villano.
Milei declaró que su error fue seguir siendo el mismo Javier que era antes de ser presidente. Agregó que, a partir de ahora, no podrá ser tan fácil que cualquier persona llegue a él.
Resultan llamativas estas declaraciones dadas un par de días luego de que Charles Hoskinson, fundador de Cardano, dijera que no logró mantener una reunión con Milei porque desde su equipo le pidieron un soborno para poder hacerlo. O Hoskinson miente, o Milei miente (o, al menos, ignora prácticas delictivas por parte de su entorno, lo que es igual de grave y señala fallos de conducción política).
Los practicantes del culto mileiísta parecen haber quedado satisfechos con la entrevista, de acuerdo con los comentarios que realizan en redes sociales. Claro, hay evidencias —como el fragmento de video ‘off the record’ que se comparte a continuación— de que la intención del entrevistador y su producción fue ser obsecuente con el presidente más que hacer periodismo.
Pero, a quienes el fanatismo ciego por un político no nos es un sentimiento habitual, las respuestas del mandatario nos generan más preguntas que respuestas.
¿Realmente la única lección que el presidente ha extraído de la debacle de LIBRA es que debe ser más difícil llegar a él? ¿Hay cero interés de su parte en entender por qué es que el esquema de lanzamiento y distribución de ese token tiene indicios de ser fraudulento? ¿No le importará saber por qué tantas personas que deseamos que su gestión sea exitosa le explicamos una y otra vez en X que se mantenga alejado de las criptomonedas y ponga el ojo en bitcoin (BTC)?
Por otro lado, yendo a algunos datos más concretos: ¿Realmente creerá que intercambiar un token en Solana es una tarea hiper-compleja —tal como lo asegura— cuando es algo que cualquiera puede aprender con un tutorial de 2 minutos en YouTube? ¿Realmente pensará que solo hubo 5.000 inversionistas en LIBRA, cuando los datos on-chain muestran otra cosa sobre el número de holders? ¿Y realmente creerá que no hay argentinos entre ellos, tal como lo dijo? Que se dé una vuelta por X, red social que él tanto utiliza, y converse un poquito con los degens DeFi argentinos que sobreabundan por ese espacio.
Claro, son preguntas retóricas. La respuesta —al menos de lo que se ve en declaraciones públicas del presidente— es un claro: «nada de eso le importa».
El problema es que en estos tiempos donde, como lo reporta CriptoNoticias día a día en sus notas, la bitcoinización mundial se está acelerando, la voluntaria falta de interés en estos temas no es solo una omisión: es una flagrante negligencia.
Utilizar la excusa de la ignorancia puede ser conveniente desde el punto de vista político, pero es inaceptable desde la gestión de gobierno. Aceptar que se difundió una criptomoneda sin entender su funcionamiento o sus implicancias económicas plantea un escenario preocupante. Evidentemente hay un liderazgo político en Argentina que navega a ciegas en uno de los sectores más innovadores de la economía mundial.
En fin… entre quedar como un ignorante o como un delincuente, Milei eligió lo primero. Pero la ignorancia en la era de la información no es una opción viable; es una sentencia de obsolescencia.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.