-
De 23 eventos Fintech en 19 de ellos blockchain ha sido objeto de análisis, exposiciones y debates
-
Fintech: un promotor de nuevas tecnologías que ha encontrado en la blockchain su predilecta.
Mucho se ha hablado de la agenda Fintech y cada mes llegan más y más reseñas sobre eventos que se celebran en distintos países, donde la banca y las grandes empresas evalúan qué pueden usar de las nuevas tecnologías para beneficiarse. Una de esas tecnologías es Bitcoin. Detrás de la criptomoneda hay varios elementos que le llaman la atención poderosamente a la industria, en particular la cadena de bloques (blockchain), que es percibida como la potencial vía para optimizar las transacciones; la gestión de bases de datos y la seguridad a través de mejoras en tecnologías de identificación y encriptación.
La agenda Fintech inició, de hecho, en 2016 con una conferencia sobre la cadena de bloques, organizada por el Grupo Barrabés en España y titulada «Blockchain: la descentralización de los negocios«. La idea de fondo era explicar que la tecnología de Bitcoin no solo tiene potencial para ser más que una simple mejora, sino que era capaz de «comenzar una revolución», en palabras del CEO de la empresa organizadora y experto en proyectos web, Carlos Barrabés. De esta manera, sería una idea que pasaría a predominar en el ecosistema Fintech.
Unanimidad
Que las criptomonedas son revolucionarias y que elementos de su tecnología son aplicables al ámbito empresarial, son las dos consignas que múltiples empresas, startups y desarrolladores Fintech han asumido en el año 2016. En sólo 5 meses, 23 eventos Fintech han tenido lugar y en 19 de ellos la blockchain ha sido objeto de análisis, exposiciones y debates.
Que la blockchain es la parte de Bitcoin que más puede contibuir al sector privado, es algo que se repitió en cada encuentro, cumbre y conferencia de la Fintech hasta la saciedad. Muchos, como Carlos Barrabés y el programador y Gerente de UniCredit, Angelo D’Alessandro, se declararon «fanes de la blockchain» y grandes empresas pasaron a incorporar partidas en sus presupuestos para investigarlas.
No han faltado iniciativas tampoco, desde los proyectos que Santander y BBVA aseguran estar desarrollando con la cadena bloques, pasando por la fusión entre The Internet of Things y blockchain de IBM, hasta los experimentos que realizó el Consorcio R3.
Todo llegó finalmente al punto de consumación la semana pasada, cuando en el Encuentro de Primavera del Instituto Internacional de Finanzas (un encuentro al que acude la banca tradicional y que no forma parte de la agenda Fintech) el presidente del BBVA, Francisco González, dijo sobre la blockchain: “creo que todos en la banca estamos seguros de estar preparados para los desafíos de las nuevas tecnologías, incluida esa” y con eso se cerró el tema. Nadie replicó el cómo, el por qué, nada. Sólo aplausos y una avasallante unanimidad en materia.
¿Adoptar la blockchain ocasionará la adopción del bitcoin?
No hemos llegado a la mitad del año, pero ya hay unanimidad en torno a la blockchain y su potencial aplicación en el ámbito empresarial. «Las posibilidades son infinitas» dijo Alberto Gómez Toribio, especialista en tecnología Blockchain del Grupo Barrabés en una conferencia que realizó en marzo. No obstante, blockchain y Bitcoin no son lo mismo y de que la primera sea ampliamente aclamada a que el segundo sea eventualmente adoptado, hay un trecho bastante largo.
Fintech es un movimiento que debe ser valorado como lo que es: un promotor de las nuevas tecnologías que ha encontrado en la blockchain su predilecta, mas no en todas las criptomonedas. Sólo en un evento Fintech se discutió los prospectos de adopción de las criptomonedas en el mundo y fue en el Consensus de CoinDesk. Del resto, el debate de las criptomonedas está ausente salvo que sea para hablar de regulación.
Que el sector empresarial esté recibiendo a la blockchain con los brazos abiertos y que los bancos estén buscando formas de incorporarlas a sus productos, no significa que las criptomonedas van a encontrar su camino a la adopción. Todavía ninguno de los bancos privados que tanto se han involucrado con «proyectos blockchain» ha anunciado que acepta depósitos y transacciones en criptomonedas y de hecho, en su informe sobre la blockchain y la Fintech, KPMG advertía que «la blockchain aún está en proceso de maduración. Estamos en momento de experimentar e investigar, más no veremos productos con ella en los próximos años». Se trata de una afirmación que señala el escepticismo que todavía se esconde detrás de la euforia Fintech con respecto a la propia blockchain.
Y es que en la praxis, las empresas ni siquiera están usando a plenitud el consenso en el que realmente trabaja la blockchain: todos lo han abordado de manera sencilla. Lo cierto es que ninguna empresa, ni siquiera Santander que ya tiene una aplicación para ello, ha usado una blockchain por sí sola. Pretender separar las piezas de la tecnología Bitcoin no traerá cambio alguno, los cambios son sólo posibles con la combinación completa de todos los elementos. No obstante, esto no se dice porque el nombre de esa combinación es Bitcoin, efectivamente, la criptomoneda y decir que es el bitcoin lo que están planeando incorporar a sus dinámicas empresariales pondría a las compañías en medio del debate de la regulación.
En todo caso, es indudable que toda la «buena publicidad» que está teniendo la blockchain beneficia indirectamente a la tecnología de bitcoin y ha sido más que crucial para que las instituciones públicas se planteen el debate de la regulación y la adopción de la criptomoneda. Si Japón ha dado el paso de adoptar la criptomoneda y Europa se dispone a evaluarlas para determinar si las adoptan eventualmente, es claro que algo de crédito hay que dar al sector privado que ha escogido confiar en la tecnología Bitcoin y si esto último es una realidad, es porque el movimiento Fintech ha promovido a uno de los elementos que conforman esa tecnología: la blockchain.