-
La conferencia Bitcoin 2025 contó con más de treinta mil asistentes y cuatrocientos oradores.
-
El foco de las discusiones fueron el gobierno y las corporaciones estadounidenses.
La última semana de mayo participé como orador en Bitcoin 2025, la conferencia de BTC más grande del mundo. Aproveché para comprar y vender algunos libros, conocer a algunas personalidades bitcoiners, así como también hacer contactos profesionales, y para escuchar algunas charlas. Si bien usé la mayor parte de mi tiempo para todo lo primero, ya que las charlas son accesibles luego en YouTube, hay algunas particulares que quería escuchar en persona. En esta pieza voy a contar lo que vi y las impresiones que tuve durante la conferencia, lo bueno y lo malo.
Primero voy a describir cómo era la disposición de los escenarios y la exposición. La conferencia contaba con dos grandes espacios: el Expo hall, donde había puestos de diferentes compañías y organizaciones; y, por otro lado, un área con salas de reuniones. Dentro del área de reuniones había una zona exclusiva para empresas llamada Enterprise hall y, dentro de ella, una zona más exclusiva (para ballenas y oradores) llamada Deep Vault. Los escenarios eran seis:
- Nakamoto: el escenario principal, con el mayor espacio para audiencia.
- Genesis: pequeño y situado en el área de expo, para mí el que tenía las charlas más interesantes, además de la mía.
- Mining: dedicado a la industria de minería de Bitcoin.
- Enterprise: dentro del área Enterprise y para charlas del mundo corporativo.
- Open Source: alejado en el área de reuniones, dedicado a desarrolladores.
- Deep Vault: un escenario situado en esta área exclusiva. No aparece en el mapa de la conferencia, separado del área en sí, y no se grababan las charlas.
Lo malo
El evento en general está muy tomado por una visión centrada solo en Estados Unidos, así también como por un sentido común más bien conservador, poco radical. ¿Qué quiero decir con esto? Entre los oradores más destacados, la mayoría eran funcionarios del gobierno o grandes empresarios y sus discursos tendían hacia la institucionalización de Bitcoin, más que a la infiltración de Bitcoin en el ámbito institucional (que podría ser la contracara cypherpunk). Vayamos a algunos casos puntuales.
Una de las cosas más destacadas de la conferencia es que fue la primera en contar con un alto cargo del gobierno estadounidense (la anterior había tenido a uno de los candidatos más importantes), nada menos que el vicepresidente de la nación. En su discurso, J.D. Vance agradeció a los Winklevoss y Coinbase, no se refirió a Bitcoin sino a crypto y contó lo que su gobierno está haciendo por el espacio. Se refirió ante todo a la ley GENIUS, que está orientada más que nada a stablecoins, y habló de haber terminado con la hostilidad gubernamental hacia el espacio crypto.
Hacia el cierre, planteó tres reflexiones: la primera es que le parecía muy importante que los bitcoiners se hayan involucrado en la política (esto es, en la política partidaria), y se hayan hecho oír en el gobierno (eligiendo a su partido). Puedo resumir esta reflexión en tres frases que dijo:
- A menos que se involucren en política, la política va a ignorar esta industria.
- La comunidad crypto era sobre la salida, y la inteligencia artificial era sobre la voz. Bueno, sé que mucha gente en 2024 en esta comunidad eligió la voz (…) cambiaron la trayectoria directa de nuestro país gracias a ello. Pero tienen que seguir eligiendo la voz.
- No ignoren la política, porque les garantizo, amigos míos, que la política no va a ignorar a esta comunidad.
Más allá de la flagrante contradicción entre las frases 1 y 3, es claro que celebra que gran parte de la comunidad haya apoyado a su partido electoralmente y espera que lo sigan haciendo en el futuro.
Su segunda reflexión fue la importancia geopolítica de Bitcoin y por qué el gobierno estadounidense quiere hacer una reserva. Las razones esbozadas para esto es que China no quiere a Bitcoin, por lo tanto, ellos deberían tomar la postura opuesta. No dio más detalles.
La tercera y última reflexión del vicepresidente fue algo extraña, pero da una pista de las intenciones de su gobierno. Planteó grosso modo que la gente de Bitcoin es de derecha y la gente de IA es de izquierda y llamó a los bitcoiners a involucrarse en la discusión de la IA para que su desarrollo no los “impacte negativamente”.
En resumen, celebra la adhesión de la comunidad bitcoiner al partido republicano y pretende extender ese apoyo a la industria de la IA, para él aún en manos del progresismo demócrata.
Quizás el discurso más anticipado fue el de Ross Ulbricht, luego de haber estado preso por 12 años y ser liberado después de la conferencia del año pasado. Si bien fue un discurso personal y emotivo, que llamó a la unidad de los bitcoiners y reconoció los años de lucha que llevaron a su liberación, fue triste verlo convertido en un adulador de Donald Trump, incluso vestido con el traje y corbata roja característicos del político. No anunció ningún tipo de proyecto nuevo, dándonos a entender que abandonó su faceta de Dread Pirate Roberts. Una victoria del sistema disfrazada de victoria bitcoiner.
Antes de Ulbricht, habló en el mismo escenario (aunque ya había hablado antes en el pequeño escenario empresarial) el orador más ovacionado de todos, Michael Saylor, y dio un discurso que parecía sacado de un manual de autoayuda más que uno de BTC. Si bien estaba dirigido al público en general (a diferencia de la mayoría de sus presentaciones, que son para una audiencia corporativa o para ricos que buscan guardar sus fortunas), los 21 caminos hacia la riqueza apenas tenían que ver con BTC. Con consejos como “(4) eres más poderoso con el apoyo de tu familia”, o “(8) respeta el poder natural y las estructuras del mundo”, el magnate se transformó por 30 minutos en todo un coach espiritual. Si bien podemos reconocerle el mérito de compartir algunos de los trucos que usan las elites para conservar sus fortunas, por ejemplo, en los puntos 6 y 7, la verdad es que distó de revelarlos en profundidad, como hiciera, por ejemplo Albert Mason.
La mayor parte de esta presentación se trató de consejos bastante superfluos sobre cómo establecer una fortuna para una “familia bien conformada”, tema que encontré de forma muy recurrente a lo largo de las charlas. Fue especialmente irónico en este caso, dado que el orador es un soltero de 60 años sin hijos, que ya era multimillonario a los 35. Nada que ver con el sujeto bitcoiner ideal al cual estaba dedicada su charla.
¿A qué voy con esto? A que el sentido común que parece haberse establecido en la comunidad bitcoiner estadounidense (o al menos en gran parte de ella), es que Bitcoin es una herramienta para buenos ciudadanos, trabajadores, obedientes, pacíficos, que se casan, pagan sus impuestos, tienen muchos hijos y van a misa los domingos, o algo así. La rebeldía y el radicalismo quedaron más bien al margen. Por suerte también quedó afuera esa moda de la dieta carnívora. Muy alejada del imaginario cypherpunk, pareciera que la desconfianza en el gobierno y las corporaciones solo quedó en desconfianza hacia “malos” gobiernos y “malas” corporaciones, pero que tienen arreglo. “Bitcoin will fix this” se separó de “opt-out”.
Lo bueno
Además de haber pasado unos días increíbles en lo personal y haber tenido valiosas conversaciones y conexiones profesionales, también fue bueno ver que no todas las presentaciones ni todos los asistentes estaban en esa misma línea. Por ejemplo, Lyn Alden dio una charla titulada “Nada puede parar este tren”, explicando cómo el déficit y la deuda de EE. UU. eran insostenibles. Justamente lo más importante de esta charla es lo que no dio: una solución. Planteó que Bitcoin simplemente es el medio de evadir este colapso cuando llegue, no una forma de evitar que ocurra.
Otra charla muy interesante fue “Cómo Bitcoin puede romper las cadenas del imperialismo económico”, en la que John Perkins (Confesiones de un gángster económico) hizo una autocrítica al sistema mundial regido por la economía estadounidense. Cabe preguntarse si esta autocrítica va en contra de los planes de hegemonía en bitcoin que tiene el actual gobierno o si, por el contrario, están encontrando ese modelo agotado y preparando una nueva forma de imperialismo a través de la blockchain (quizás siguiendo a Lowery, usar BTC como proyección de poder).
Como quiera que sea, la charla en sí me pareció importante y necesaria. También me gustó ver una charla sobre la adopción de bitcoin como moneda de curso legal en Panamá, siguiendo a El Salvador con Max Keiser, Stacy Herbert, Mike Peterson de Bitcoin Beach, junto al alcalde de la ciudad de Panamá Mayer Mizrachi. Contaron cómo Centroamérica está avanzando bastante en la adopción de bitcoin. Entre la exposición también pude encontrar a gente de Black Blockchain, una comunidad de corte más activista y menos corporativo.
Preparándome para mi propia charla asistí a otras presentaciones hechas en el mismo escenario, Genesis, que me gustaron mucho.
Hubo una dada por un forense informático acerca de un caso similar al de Ulbricht, pero menos conocido, Roman Sterlingov, pidiendo por su liberación y contando los trucos sucios que usan los fiscales para atacar a los acusados.
Vi una con expertos en tributación que me hizo tomar noción de lo encerrados que están por los exchanges centralizados, y cómo las autoridades fiscales conocen todos sus movimientos y al mismo tiempo les piden a ellos que las reporten de una forma muy complicada. Esto fue bastante relevante para mi propia presentación, que contaré más adelante.
También vi otras dos tituladas “Bitcoin como un 1776 digital” y “¿Se están convirtiendo los bitcoiners en aduladores del Estado?”, en las que participaron Erik Cason, American HODL, GMoney, Danny Knowles y otros bitcoiners radicales.
Un intercambio interesante en estas fue que uno de los ponentes, Nico Moran, habló de Elon Musk como un genio y un héroe que de puro heroísmo quiso arreglar el gobierno federal pero no pudo. A esto Cason respondió que le parecía aberrante la afiliación de gran parte de la comunidad bitcoiner al partido republicano, que estaba en contra de la reserva federal de Bitcoin, pero que en todo caso podía estar de acuerdo con reservas a nivel estatal. Al momento de escribir esto todavía no se publicaron las charlas del escenario Genesis, por lo que solo tenemos un fragmento de este discurso durante la transmisión en vivo con Cason.
Mi panel llevó el título “Cómo Bitcoin acaba con el monopolio estatal de la violencia” y los oradores éramos todos autores del libro Satoshi Papers. Hablamos cada uno de su trabajo y discutimos el tema del título del panel.
Avik Roy, mi co-panelista, presentó la tesis de su paper: que los estadounidenses necesitan un mercado P2P de bitcoin en caso de que el sistema socioeconómico se venga abajo. A esto yo respondí, presentando mi propio trabajo, que en Argentina y Latinoamérica estos mercados ya existen (véase lnp2pbot, HodlHodl, Mostro, Bisq, RoboSats, kycnot.me) y que los estadounidenses harían bien en imitarnos en esto o simplemente podrían viajar y comprar BTC P2P en efectivo para salir del sistema. También argumenté que yo no creo que Bitcoin por si misma destruya al monopolio de la violencia, ya que este precede al monopolio de la moneda, que Bitcoin sí desafía.
En todo caso, Bitcoin nos presenta un nuevo tipo de institucionalidad que podemos extender a otros ámbitos de la sociedad más allá de la moneda. Reconocí que Argentina es una sociedad agorista, con la mitad de su economía sumergida y una cultura de desconfianza a las instituciones estatales. Sin embargo, los Estados Unidos están más avanzado en cuanto a desarmar el monopolio de la violencia dado que tienen mucho más interiorizada la cultura de la autodefensa, la descentralización de la violencia. El panel fue bien recibido y algunos asistentes me saludaron al salir diciendo que les gustó el debate.
Reflexiones finales
Bitcoin 2025 fue la conferencia de Bitcoin más grande del mundo, pero no tuvo un alcance mundial en su discurso. Casi todas las discusiones estaban circunscriptas solamente a Estados Unidos, ya sea sobre empresas, gobierno o ciudadanos, dando poca o ninguna importancia a los avances en el resto del mundo. Esto paradójicamente fue un gran alivio para mí, ya que las amenazas al ecosistema que pude reconocer eran más bien locales, por lo que me sentí afortunado de estar al margen de ellas. Al momento de escribir esto, apenas hube vuelto de ese viaje, pude ver que mis compañeros del medio ya publicaron notas con opiniones similares a las mías: los bitcoiners deben entender que los políticos no son nuestros amigos y la política infiltra la mayor conferencia mundial de Bitcoin y presagia un giro global.
Si bien en esta nota fui bastante crítico del rumbo corporativo que está tomando la comunidad, he de reconocer que esto es en parte necesario para atraer al gran capital y darle a Bitcoin la legitimidad que necesitamos que tenga. Solo me preocupa “quien lleva la batuta” como decimos acá. Si realmente Bitcoin y su teoría de juegos está por transformar a estas instituciones o si, al contrario, la comunidad (al menos en EE.UU.) se está dejando seducir por estos actores y cediéndoles la dirección de la narrativa.
Fue reconfortante haber visto que estos actores no se meten en debates del protocolo, del software, solo construyen encima. Y habiendo participado anteriormente en OP_NEXT, veo que los desarrolladores mantienen mucha independencia y además sí piensan en el desarrollo del protocolo para servir a usuarios en todo el mundo, no solo en una jurisdicción o país.
Por el momento, creo que podemos disfrutar de cómo estos capitales nos están enriqueciendo mientras construimos verdadero agorismo al margen de sus políticas y normativas.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.