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El viaje de cada bitcoiner se asemeja al camino del héroe de Campbell.
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Holdear bitcoin es también un aprendizaje espiritual.
Ser bitcoiner es transformador. Cuando vives tu primer mercado bajista, con caídas de precio del 70%, el vacío en el estómago es similar al descenso vertical de una montaña rusa. Con la diferencia que tienes a familiares y amigos escépticos sermoneándote al oído que caíste en una estafa. Pero el tiempo te da la razón. Una y otra vez, vuelve a darte la razón.
Mas llegar a este punto no es sencillo. El bitcoiner tiene que atravesar un Camino del Héroe tal como lo describe el mitólogo, Joseph Campbell. Este camino, también conocido como monomito, es un arquetipo de viaje de transformación presente en todas las culturas del mundo, y que sirve de base para la estructura narrativa de todas las películas taquilleras que te encantan.
La partida del precoiner
El precoiner vive en su mundo ordinario, con todas sus asunciones y prejuicios sobre cómo funciona y cómo debería funcionar el mundo y con su trabajo fíat; puede que con algunos cuestionamientos o simplemente aceptando su realidad.
De repente, llega su llamado a la aventura: quizás en algún bull run, nota que todos comienzan a hablar de la subida parabólica de bitcoin; quizás hay controles de cambio en su país hiperinflacionario y necesita una alternativa libre para el ahorro; quizás fue censurado del sistema financiero; o simplemente algún amigo le empieza a hablar sobre el tema.
Pero niega el llamado. Casi todos pasamos por una etapa inicial de escepticismo cuando escuchamos por primera vez sobre Bitcoin. Primero, porque cuesta entenderlo. Sobre todo, porque nadie nos enseña el fraude que hay detrás del sistema fíat; no se acepta sin conflictos que te han robado en tus narices toda la vida. Segundo, porque cuesta creer que sea tan perfecto como se dice. Tercero, por las dudas de precio, ¿será demasiado tarde? ¿Va a caer y voy a perder? Entre muchas otras razones.
Es ahí cuando llega la ayuda sobrenatural o encuentro con el mentor. Esta puede estar encarnada en un amigo, influencer, educador, podcaster, un medio de comunicación como CriptoNoticas o cualquier bitcoiner más andado en la senda que le proporciona la sabiduría necesaria para encaminarlo en su viaje y esclarecer las dudas iniciales. ¡Cuántos iniciamos nuestro viaje gracias a Andreas Antonopoulos! Cuántos aprenden con CriptoNoticias. Hoy, cuántos institucionales inician su viaje con Michael Saylor. Hasta las empresas tienen que realizar su camino del héroe bitcoiner.
Tras superar su conflicto interno inicial, se da la travesía del primer umbral: el bitcoiner acepta la aventura y compra sus primeros satoshis (o miles de bitcoin, en caso de ser una corporación), o acepta su primer pago en BTC.
Iniciación como bitcoiner
¡La emocionante vida de un neo-bitcoiner! Más aún a inicios de una corrida alcista. Ya te crees el mejor inversionista del mundo porque ves que tus satoshis crecen todos los días. Pero empieza el camino de las pruebas. Sobre todo, la prueba interna de la avaricia.
Comienzas a ver que hay monedas de perro que suben cuatro veces más que tus bitcoins y no entiendes por qué. Es el encuentro con la diosa, la shitcoin perfecta que te hará millonario de la noche a la mañana. La tentación. Se interna en la cueva más profunda. No hay conceptos fundamentales que estudiar, ni que hacer hodling por distintos ciclos de halving. Lucro químicamente puro.
Puede que te consigas con tu mentor bitcoiner, quien, sorprendido, intentará convencerte de regresar del camino desviado de las shitcoins, recordándote que la libertad financiera no significa hacer solo más dinero medido en fíat, sino separar el dinero del Estado.
Pero con tu 50% de rendimiento en una semana la soberbia habría envilecido tu corazón, y le dirás a tu mentor que Bitcoin es una tecnología obsoleta, que te quedaste con unos cuantos satoshis en el exchange donde dejas todo tu dinero, pero que “diversificaste tu portafolio” en los perritos, el futuro de la criptoeconomía.
De pronto, sucede lo impensable: tu primer bear market.
No lo sabías, pero el creador anónimo de tu moneda de perrito era un enorme estafador, te hizo un rug pull y se fue con todo tu dinero. Con la caída cíclica, de paso, todas las otras monedas que habías comprado para “diversificar” cayeron 100% y ya tu dinero no vale ni para comprar lástima.
Crees que nunca podrás recuperarte. Los bancos comienzan a cerrar tus cuentas por vincularte con criptomonedas. El Estado te cobra impuestos igual por cada permuta que hiciste, a pesar de que a fin de cuentas quedaste solo con pérdidas. Tu exchange decide congelarte los fondos y empieza a pedirte procedencia de tus ingresos. De paso, la inflación se comió los pocos ahorros que habías dejado en fíat. Es el final.
Muerte y resurrección.
Pero vuelves a conseguirte con tu mentor bitcoiner, quien ya ha vivido tres bear markets y ha holdeado con estoicismo en autocustodia y todavía tiene ganancias de los primeros satoshis que compró. Sucede entonces la reconciliación con el mentor, la apoteósis, la gran revelación.
Entiendes que perder ese dinero fue parte del aprendizaje necesario para entender que el sistema fíat está podrido por dentro, y que ahora existe un instrumento completamente escaso e inconfiscable, que posibilita un cálculo económico certero de todos los bienes del mundo entre 21 millones. Este era el don supremo que debías recibir, el objetivo del viaje. Obtienes la recompensa: el elixir del conocimiento.
Y tienes tu lucha final: erradicar tu preconfiguración mental fíat y estudiar bien a Bitcoin y la autocustodia para convertirte en soberano de tu dinero. Nueva resurrección.
Retorno como bitcoiner
Llega el momento del retorno al mundo ordinario. Después de vivir la mágica vida del trader en bull market, perder, saber qué tan solo es otra cara del sistema fíat; ahora que te reconoces como bitcoiner y obtuviste el poder del conocimiento sobre Bitcoin, te sientes profundamente reacio de volver a un trabajo fíat. Pero sabes que necesitas una fuente de ingresos para apilar satoshis.
Cruzas el umbral de regreso. Vuelves al mundo común, pero ahora con nuevas perspectivas y poderes, retornas con el elixir del conocimiento. Eres señor de los dos mundos y puedes moverte entre fíat y bitcoin con facilidad, teniendo tu propósito claro. El héroe bitcoiner alcanza así la libertad para vivir, bajando su preferencia temporal, apilando satoshis y permaneciendo ecuánime ante las fluctuaciones momentáneas de precio.
Este es, a grandes rasgos, el viaje de transformación que vivimos todos los bitcoiners. El precio al que compramos bitcoin, y el precio al que holdeamos, no viene sin costos, batallas y desafíos.
Así que ahora que bitcoin está sobre los USD 100.000, cuando algún precoiner o nocoiner te diga que tuviste suerte, dile que eres un héroe bitcoiner.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.