Hechos clave:
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En Venezuela, el trabajo se ha devaluado y la gente no tiene acceso a créditos.
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Bitcoin ha resuelto cosas fundamentales, como cambiar la forma en que vemos el dinero.
Cómo vemos a Bitcoin en el mundo parece no tener términos medios: o es una cosa rara, lejana, de dudosa credibilidad y hasta peligrosa o se trata de la panacea, de la respuesta a todos los problemas económicos y sociales habidos y por haber. Yo, desde Venezuela, digo que bitcoin no es una cosa ni la otra.
Sin duda, bitcoin me ha resuelto unos cuantos problemas durante los últimos años. Libertad de acción con respecto a mi dinero, acceso a mercados internacionales en un país donde hacer compras afuera se había convertido en un imposible e incluso una defensa contra la hiperinflación.
Pero hay cosas estructurales e incluso circunstanciales del país y de la realidad del día a día en general que bitcoin no puede (ni tiene por qué) resolver. Y eso está bien. No es culpa de Bitcoin.
Falta de crédito en Venezuela
Por ejemplo, bitcoin no me ha podido garantizar acceso al crédito, una cosa que en Venezuela parece extinta a este punto, más allá de ciertos niveles de recuperación recientes para sectores productivos y de pequeños emprendimientos. Pero, ¿crédito para vehículos? ¿Vivienda? ¿Incluso para el consumo a través de tarjetas de crédito? Eso prácticamente no existe a día de hoy en Venezuela.
Y aunque bitcoin me ha generado ganancias en el mercado en algunos puntos, los ingresos son insuficientes para paliar esa falta de acceso al crédito que en otros países es pan de cada día.
Sí, hay opciones de préstamos con bitcoin (BTC) como colateral, pero eso no soluciona nada si no ganas lo suficiente para cubrir tus gastos y logras acumular cierta cantidad de BTC que no necesites utilizar.
Valor del trabajo devaluado
Hay otra cosa de la que bitcoin no salva a los venezolanos. O al menos no enteramente: la devaluación del valor del trabajo. Incluso para freelancers o trabajadores remotos que prestan sus servicios a empresas en el extranjero.
Sea cual sea el caso, la percepción desde fuera del país es que, dadas las circunstancias económicas de Venezuela, un salario muy por debajo del que pagarían en sus países será suficiente para la mano de obra venezolana. Eso no es del todo falso, porque en años recientes hubo un período en el que hasta 20 dólares era muchísimo dinero en Venezuela. Pero eso cambió.
Venezuela ya se puso a la par de otros países en cuanto a precios y en algunos casos es más cara. Pero todavía los empleadores en su mayoría buscan en Venezuela su nuevo profesional a descuento. Sea del nicho bitcoiner o no, esto es una realidad que se mantiene, como me han corroborado diversos conocidos que he consultado.
Lo más importante que bitcoin sí me resolvió en Venezuela
Como he dicho, bitcoin sigue sin resolver un montón de problemas, algo que intenté ilustrar con dos ejemplos puntuales. Pero puesto en la balanza, lo que sí me ha resuelto bitcoin en Venezuela termina siendo más pesado.
Principalmente por unos pocos aspectos que me parecen esenciales: uno de ellos es haberme servido de salvavidas en una época durísima para el país en lo económico, con una hiperinflación sostenida por unos 3 años y de la cual apenas se ha empezado a salir este año. Con todo y la volatilidad, tal como hemos reseñado en CriptoNoticias, bitcoin ha sido un refugio para quienes resguardamos valor con él en este país.
También me ayudó a entender que no hay mejor forma de resguardar el dinero propio que con un mecanismo que esté alejado del control de terceros. Adiós a la espera por los bancos o la dependencia en plataformas que, bajo cualquier circunstancia o pretexto, puede bloquearte o incluso quitarte tu dinero.
Finalmente, una lección fundamental que ha traído Bitcoin al mundo (con Venezuela como un gran ejemplo) es que hay otra manera de dinero posible: una que no dependa de las medidas de los gobiernos, de arbitrariedades o favoritismos como los auxilios a grandes empresas o la sobreimpresión de dinero a expensas del poder adquisitivo de la gente. Hay un dinero cuyo código está escrito, claro y definido y cuya emisión es inmutable y finita. Y eso es lo más poderoso de Bitcoin.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.