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Uno de cada tres proyectos NFT fracasa y deja a sus inversionistas con un producto sin valor.
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Los NFT y las ICO, en su momento, no son los únicos factores que podrían haber afectado a Bitcoin.
Las colecciones de tokens no fungibles (NFT) captaron la atención de inversionistas del ecosistema de Bitcoin, así como una vez lo hicieron las ICO (oferta inicial de criptomonedas, por sus siglas en inglés) en el pasado. El problema es que, así como sucedió años atrás, poco después de que explota la burbuja de estos productos, Bitcoin y el mercado de criptomonedas se viene abajo.
A finales del mes de marzo del año en curso, Nansen, una firma de análisis sobre criptomonedas y proyectos afines, publicó un artículo en el que mencionan la evidente caída de una cantidad de proyectos relacionados con colecciones NFT a lo largo de los últimos meses.
Según Nansen, una de cada tres colecciones NFT termina muriendo tras periodos de inercia parcial o total en el mercado. La mayoría de las veces, los pocos ejemplares de estas colecciones que se venden en el mercado secundario lo hacen por debajo de su precio de emisión o mint. Esto implica pérdidas monetarias para sus inversionistas, pero también pérdida de confianza en este tipo de proyectos en general; lo cual termina afectando a todo el ecosistema de las criptomonedas, encabezado por Bitcoin.
La caída del mercado de NFT hace tropezar a Bitcoin
Las casualidades son fenómenos perfectamente posibles en el mundo de las finanzas y la tecnología, pero cuando la sincronía entre dos eventos es mucha, no es descabellado pensar en que exista una relación entre ambos.
Si se compara el gráfico de precios de Bitcoin, entre octubre de 2021 y marzo del 2022, hay similitudes con el gráfico de ventas en mercados primarios y secundarios de NFT en ese mismo periodo de tiempo.
Al cotejar los gráficos anteriores, se nota que, a pesar de no llevar una correlación exacta, la caída en las ventas de tokens no fungibles y la del precio de Bitcoin parten de puntos casi idénticos y conservan un ángulo similar en su descenso.
La caída simultánea de ambos mercados, el de criptomonedas y el de NFT, da a entender que podrían ir de la mano. La pregunta sería: ¿quién arrastró a quién al barranco?
Por difícil que puede ser llegar a una respuesta 100% certera, evaluar por un momento la etapa de desarrollo en la que se encuentran ambos instrumentos (Bitcoin y los NFT) y la madurez de las comunidades que integran estos nichos puede ser de mucha ayuda para llegar a una conclusión.
Bitcoin vs NFT
Bitcoin es definido por el mismísimo Satoshi Nakamoto (creador de este instrumento) como dinero electrónico que, así como el efectivo, puede transferirse directamente de persona a persona (P2P). Se trata, además, de una tecnología que cuenta con casi 14 años de historia.
Bitcoin cuenta también con una comunidad global que ha ido madurando en cuanto al uso de este instrumento financiero y que ha sobrevivido a una cantidad de olas bajistas en el mercado. En especial los bitcoiners que empezaron en una etapa temprana, entre 2008 y 2014.
Aunado a ello, el desarrollo a nivel tecnológico de Bitcoin cada vez es mayor. Mejoras y herramientas como SegWit, Taproot, la red Lightning, entre otras, añaden capas y capas de seguridad, privacidad, utilidad y eficiencia a esta red.
El hecho que más favorece a Bitcoin, al compararlo con herramientas como los NFT, es que su red es descentralizada. Algo que le convierte en uno de los peores enemigos de gobiernos y entidades regulatorias, pues no depende ni necesita de ellos para funcionar. Esto merma el control que tienen estos organismos sobre la economía e incluso sobre la gente; que, al tener BTC en una wallet custodiada por sí misma, se convierte en su propio banco.
Los NFT tienen un enfoque distinto al de Bitcoin en muchos sentidos. Uno de ellos precisamente tiene que ver con la descentralización, pues la mayoría de las colecciones NFT están alojadas en redes de criptomonedas centralizadas o son proyectos creados y promovidos por empresas o particulares. Además, al ser un producto que se podría considerar como un derivado de Bitcoin, es mucho más nuevo y necesita evolucionar a nivel tecnológico antes de alcanzar un nivel similar al de BTC, si es que llega a acercarse lo suficiente.
Esta tecnología ha sido la puerta de entrada para mucha gente al mundo de las criptomonedas, en especial lo relacionado con los juegos NFT y P2E (jugar para ganar dinero, por su significado en inglés). Este factor también le juega en contra, ya que buena parte de su comunidad tiene poco conocimiento en cuanto al uso de criptomonedas y cadenas de bloques, así como poca experiencia ante las fluctuaciones de su mercado.
Bitcoin vs ICO
Entre los años 2017 y 2018 hubo un instrumento que, de forma similar a como sucedió recientemente con los NFT, causó revuelo entre los inversionistas, las ofertas iniciales de monedas o como se les conoce por sus siglas en inglés, ICO.
Durante la fiebre de las ICO nacieron una cantidad innumerable de tokens y criptomonedas sin sentido alguno, solo por seguir la moda de «desarrollar» un instrumento de ese tipo. Lo peor de todo es que muchos de estos proyectos lograron embaucar a miles de personas que terminaron perdiendo grandes sumas de dinero.
En esa misma época de finales de 2017 hubo un crecimiento sin precedentes en Bitcoin y en el mercado de criptomonedas en general. Bitcoin por primera vez alcanzaba los USD 20.000 por unidad, tras haber iniciado el 2017 alrededor de los USD 1.000. Junto con el BTC, una gran cantidad de altcoins vieron crecer su capitalización en el mercado.
Para la mala suerte de quienes invirtieron en la cima del precio, los mercados empezaron a desplomarse a lo largo del 2018.
Así como se pudo ver una similitud en los gráficos de Bitcoin y del mercado de los NFT entre 2021 y 2022, también se aprecia una correlación entre el gráfico de dinero recaudado por las ICO en 2018 y el de precio de Bitcoin durante el mismo año.
Hubo una clara salida de inversionistas y ventas masivas de Bitcoin y altcoins en ese entonces que no necesariamente fueron provocadas por las ICO. No obstante, al ver que vuelve a suceder una situación en la que un instrumento nuevo relacionado con las criptomonedas pierde la confianza de la gente y se repite una caída pronunciada en el mercado, tiene mucho sentido atar los cabos sueltos que conectan ambos escenarios.
Bitcoin no es el enemigo, pero igual peleará cada batalla
Las ICO y los NFT no tienen la intención de destruir a BTC. El problema con estas herramientas es el nivel de popularidad que alcanzan mientras son presentadas sin ningún tipo de acompañamiento educativo a la gente. Esa es la fórmula para el desastre que termina arrastrando consigo a todo lo que se encuentre a su paso. Lamentablemente, la relación de los NFT y las ICO con Bitcoin ha sido el nexo que le impide escapar de su inminente destino.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.