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La deuda y el escrutinio regulatorio son una carga que los rescatadores se niegan a soportar.
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Solo el 10% de los USD 8.800 millones en fondos de clientes está respaldado por activos líquidos.
Sam Bankman-Fried de FTX tuiteó ayer que estaría en la búsqueda de liquidez, pero hoy renunció como CEO y el exchange de criptomonedas se declaró en bancarrota. Por lo tanto, todas las puertas que tocó para rescatar a la firma, finalmente le dieron la espalda.
Después de que Changpeng Zhao (CEO de Binance) declinó de su intención de adquirir a FTX, no estaba claro quién rescataría a una empresa que enfrenta problemas de liquidez y que además está en medio de investigaciones por parte de los reguladores estadounidenses.
Como ya lo informó CriptoNoticias, Sam Bankman-Fried buscaba armar un paquete de rescate de unos 8.000 millones de dólares entre inversionistas, y en un hilo de Twitter comentó que estaba en conversaciones con diversos «jugadores», aunque no dio detalles de quienes se trataba.
Sin embargo, se supo que el ex multimillonario habría recurrido a la firma estadounidense Apollo Capital, según tres fuentes consultadas por el medio BlockWorks, aunque aparentemente no hubo acuerdos para obtener un posible financiamiento.
El escrutinio regulatorio de Estados Unidos, el posible mal manejo de fondos de los clientes y el colapso del token FTT, nativo de la bolsa, son los elementos que complican las opciones de rescate, tal como lo señalaron las fuentes.
Adicionalmente, FTX tiene poco que ofrecer o poco valor de capital ya que su nombre está asociado con aspectos negativos, como el uso de los fondos de los clientes para operaciones externas. Por lo tanto, el exchange solo ha perdido clientes a cada hora desde que surgió el conflicto con Binance.
Por otro lado, tras renunciar, el exjefe de ventas institucionales, Zane Tackett, dijo en un tuit que solo el 10% de los USD 8.800 millones en fondos de clientes de FTX está respaldado por activos líquidos. Con ello, confirmó la insolvencia de la empresa y añadió que su equipo estaba «completamente en la oscuridad» sobre la crisis latente y se le aseguró que el exchange tenía fondos suficientes para respaldar el retiro del cliente.
Nadie quiere lanzar un salvavidas al colapsado FTX
Por otro lado, se dijo que Bankman-Fried pretendía recaudar alrededor de 1.000 millones de dólares del fundador de Tron, Justin Sun. Otros 1.000 millones de dólares provendrían del exchange de criptomonedas OKX y 2000 millones de dólares de un consorcio de fondos de inversión (se menciona al fondo de cobertura Third Point), como señalaron fuentes consultadas por Reuters.
De igual manera, el referido medio señaló que el CEO de FTX estaría contando con otros 1.000 millones de dólares de la firma Tether Holdings Limited. Pero hace poco su CTO, Paolo Ardoino, informó en Twitter que la empresa «no tiene planes de invertir o prestar dinero a FTX, ni a Alameda».
Lo mismo hizo Haider Rafique, CEO del exchange OKX, quien hace un par de días publicó un hilo en Twitter en el que parece marcar distancia con FTX. «Crypto está aquí para quedarse, para verdaderos constructores y creyentes», señaló.
En todo caso, queda claro que los intentos de Bankman-Fried de salvar a FTX, fueron infructuosos. Las fuentes señalaban que Sam se negaba a declararse en bancarrota, cosa que sucedió posteriormente en señal de que no hay quien quiera rescatar al exchange de criptomonedas.