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Cuando SBF explicó cómo se podía crear valor de la nada usando tokens, nadie encendió las alarmas.
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Con su carisma, el ex CEO de FTX hipnotizó a quienes debían detectar sus prácticas poco sólidas.
Detrás del exchange de criptomonedas FTX, declarado en quiebra, se había tejido un complejo entramado social que involucró a políticos y reguladores, lo cual le habría permitido a su equipo operar de manera irregular sin levantar las banderas rojas de que algo andaba mal.
El pasado 11 de noviembre, FTX, el tercer exchange más grande del mundo se declaró en quiebra, revelando un agujero de once cifras en sus libros. Y ante la debacle, en la comunidad surgió una pregunta natural: ¿cómo fue que nadie lo vio venir?
Como lo informó CriptoNoticias, agentes federales de Estados Unidos están investigando a FTX y su ex CEO Sam Bankman-Fried (SBF). También la firma está bajo investigación de una unidad de la Policía de las Bahamas que abarca los delitos financieros.
Sin embargo, la comunidad de las criptomonedas está tratando de hallar respuestas a sus interrogantes. Como resultado de sus búsquedas, muchos de ellos, están revelando datos sobre la historia detrás del imperio comercial FTX y su firma comercial Alameda Research.
FTX y sus mega donaciones políticas: ¿qué pasó con las banderas rojas?
Parte de la historia del colapsado exchange tiene relación con el mundo de la política y ya en mayo de este año, el periodista norteamericano Jacob Silverman expresó preocupación por la marcada alineación política de Bankman-Fried. Así que directamente le preguntó en Twitter, por qué sus donaciones solo eran para los demócratas si los políticos republicanos también tenían buenas ideas.
Por ejemplo, usted dijo que hay buenas ideas en ambos partidos, pero sí se preocupa por preservar la democracia, ¿donará a los políticos republicanos que rechazan los resultados electorales?.
Tuit del periodista Jacob Silverman a Sam Bankman-Fried.
El entonces multimillonario había dicho que gastaría «más de USD 100 millones» en futuras campañas políticas, pero FTX ya había donado mucho dinero a los Comité de Acción Política (PAC) demócratas y al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Ahora, tras el colapso de FTX también ha surgido una batalla de partidarios de los dos principales partidos de los Estados Unidos. En medio de ello, se comenta que la madre de SBF, la profesora de derecho de Stanford Barbara H. Fried, es la cofundadora de Mind the Gap, una organización política de recaudación de fondos con antecedentes demócratas.
Por esa razón, a muchos les parece lógico que, en las elecciones estadounidenses de 2020, SBF donara USD 5,2 millones al candidato presidencial demócrata Joe Biden, convirtiéndose en su segundo mayor donante individual. En tanto que en las recientes elecciones intermedias de EE. UU, SBF gastó casi USD 40 millones para apoyar al Partido Demócrata.
Estas repetidas contribuciones políticas encendieron la escena la semana pasada cuando el congresista estadounidense Tom Emmer informó inició una investigación contra Gary Gensler, el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC), por presuntamente beneficiar a Sam Bankman Fried.
Emmer (Republicano) sospecha que Gensler ayudó a SBF a «explotar las lagunas legales para imponer un régimen regulatorio» que favoreciera a FTX.
FTX y las irregularidades que nadie advirtió
Las señales de que algo no andaba bien abundaban en FTX, pero la mayoría prefirió hacer la vista gorda. En abril de este año, ante un periodista de Bloomberg, Bankman-Fried explicó cómo se podía crear valor de la nada usando tokens.
SBF dijo que el precio del token FTT, nativo de la plataforma FTX, estaba siendo apuntalado por Alameda, y la firma comercial supuestamente estaba usando el token como garantía para financiar sus propias actividades comerciales, pero nadie advirtió que esa era una práctica sospechosa.
De hecho, el modelo de negocio implementado por SBF en el exchange de criptomonedas FTX se mantuvo en secreto. Los libros estaban cerrados para todos e incluso aunque el año pasado recaudó USD 2.000 millones, él siguió siendo el propietario mayoritario de la empresa, dado a que ningún inversionista integró el directorio de FTX.
Bankman Fried planeaba dirigir la empresa con poca supervisión, así que los interesados debían «apoyarlo y observar». Su discurso ante inversionistas era una oferta de tómalo o déjalo, tal como lo reseña el New York Times.
Ahora los inversionistas también están bajo escrutinio por permitir que Bankman-Fried tuviera tan poca supervisión. Fue el ejemplo más dramático en la historia reciente de lo que sucede cuando los llamados fundadores visionarios reciben mucho dinero con pocas condiciones a cambio, agrega el referido medio de comunicación.
Un CEO carismático que hipnotizó a todos
Curiosamente, los inversionistas que creyeron en SBF abarcan una gran parte de la industria de las criptomonedas, como lo muestra una usuaria en Twitter. En la lista están grandes firmas y fondos que ahora se ven atrapados en la marea, con pérdidas multimillonarias.
La lista de inversionistas de FTX abarca firmas de inversión poderosas y reconocidas como Sequoia Capital, SoftBank, Lightspeed Venture Partners, Ribbit Capital, Temasek Holdings, BlackRock y Thoma Bravo.
Ahora, es evidente que muchos se arrepienten de haber creído ciegamente en SBF y de no poner en práctica la conocida frase que se menciona regularmente en el ecosistema Bitcoin: «No confíes, verifica».
De hecho, en las reuniones que Bankman Fried sostuvo con los inversionistas varios lo acusaron de ocultar detalles de los tratos de FTX con Alameda Research y pidieron más información, como dijo una persona al NY Times. Sin embargo, era demasiado tarde, ya que la calamidad era inevitable.
¿Y dónde estaban los reguladores?
Hay quien califica como «criminal» el hecho de que FTX destinó unos 4.000 millones de dólares para Alameda en Estados Unidos. Todo esto, en un contexto donde Alameda había perdido previamente unos 500 millones de dólares en fondos depositados en Voyager, prestamista de bitcoin que también se declaró en quiebra.
Mientras miles de usuarios de FTX se preguntan ¿qué sucederá con sus fondos perdidos? los reguladores de Estados Unidos dicen que carecían de acceso a información financiera crucial sobre las compañías de SBF.
No obstante, Orthogonal Credit, que fue prestamista de Alameda Research, recientemente tuiteó que logró detectar las irregularidades a tiempo y por ello cortó su relación a principios de este año con la firma también fundada por SBF.
Durante nuestra diligencia debida de Alameda a principios de este año, el equipo identificó una serie de debilidades clave: a) disminución de la calidad de los activos; b) política de capital poco clara; c) prácticas operativas y comerciales poco sólidas; y d) una estructura corporativa cada vez más bizantina, decía el tweet. Consideramos estas debilidades clave y tomamos la decisión comercial de romper nuestra relación de préstamo institucional.
Orthogonal Credit en Twitter.
En ese sentido queda claro que mientras algunos como Orthogonal echaron una mirada y lograron detectar señales de alerta a tiempo, una legión de fanáticos de las criptomonedas elogiaba al CEO de FTX incluso sin asegurarse de que su negocio fuera legítimo.
Recientemente a muchos no les ha quedado más que eliminar sus publicaciones de alabanza al fundador de lo que llegó a ser el tercer exchange de criptomonedas más grande del mundo. Así lo ha hecho Caroline de Pham (Comisionada de la CFTC de Estados Unidos), y otros actores que llegaron a relacionarse con la empresa al punto de relajar las prácticas de negociación y regulatorias que les daban el control sobre una empresa y protegían sus inversiones.