La negativa de las instituciones bancarias a mantener las cuentas corrientes de compañías que operan con criptomonedas acosa en este momento a los actores del criptomercado chileno. Pero Chile no es el único país del continente cuyos bancos se niegan prestar sus servicios a las casas de cambio del ecosistema Bitcoin; varios países de América Latina, como Brasil, son prueba de ello.
Brasil se ha posicionado como uno de los países con más adopción, desarrollo e inversión en criptomonedas del continente suramericano. Sin embargo, el crecimiento del ecosistema brasileño, que ya cuenta con cuatro grandes mercados de criptomonedas, ha tenido que enfrentar algunas trabas. Tres de estos mercados también han sido afectadas por el cierre repentino de sus cuentas bancarias.
Recientemente, Banco Santander se convirtió en la tercera entidad bancaria en cerrar las cuentas de la principal casa de cambio de Brasil (con más de un millón de usuarios activos), Mercado Bitcoin, alegando como causa “desinterés comercial” en el cliente y desconocimiento del estatus jurídico de los fondos ahí manejados, de acuerdo a la agencia de prensa Folha.
La criptocompañía decidió emprender acciones legales contra la filial brasileña del banco español. Llevó el caso ante el Tribunal de Justicia de Sao Paulo días después de recibir la advertencia de cierre de cuenta el 4 de diciembre de 2017.
La autoridad jurídica falló a favor del banco el pasado miércoles, de acuerdo a medios locales. Medida que permitió el cierre definitivo de las cuentas corrientes de Mercado Bitcoin en Santander, luego de 90 días de plazo.
La medida legal contra Santander fue la segunda ocasión en que la casa de cambio ha acurdido a los tribunales brasileños en búsqueda de apoyo. En 2015, Itaú CorpBanca -mismo grupo financiero que cerró cuentas a casas de cambio en Chile- decidió unilateralmente cerrar las relaciones comerciales de Mercado Bitcoin, por lo que la compañía emprendió una acción legal que llegó hasta el Superior Tribunal de Justicia de Brasil.
Esta demanda, al igual que la de Santander, fue infructífera para Mercado Bitcoin; la corte también falló a favor del banco. Posteriormente, para aumentar el historial de negativas bancarias de la casa de cambio, siguió el rechazo de Bradesco a abrir la cuenta de la empresa, alegando no tener interés comercial en la compañía.
Otras casa de cambio afectadas
FoxBit y CoinBr son las otras dos casas de cambio de criptomonedas afectadas por la repentina decisión de los bancos brasileños.
CoinBr sufrió el cierre de su cuenta en cuatro instituciones bancarias: Bradesco, Sicredi, Itaú y Santander. Al igual que otros intercambios, CoinBr emprendió procesos legales con todos los bancos en 2016, pues la exchange comenzó a manejar varios bancos para que sus clientes “no tuvieran que pagar una tasa para transferir el dinero”, según su fundador Rocelo Lopes.
En el caso de CoinBr, la compañía se vió obligada a indemnizar a sus clientes por las pérdidas ocasionadas por la medida unilateral. Y el Tribunal de Justicia de Sao Paulo decidió que Itaú debía mantener la cuenta abierta. Un precedente legal que al parecer no ha sido suficiente para lograr resoluciones similares en otros litigios.
Asimismo, FoxBit abrió dos procesos legales contra Bradesco -en mayo- y Banco do Brasil -en abril- por el cierre de sus cuentas bancarias.
De acuerdo a un comunicado oficial del Banco do Brasil obtenido por GuiaDoBitcoin, las causas que argumentan para este cierre son el “combate de cualquier tipo de ilícito”, acusación que justifican alegando “eventuales incompatibilidades entre las informaciones presentadas por el clientes (…) y las características del movimiento”.
Hay que destacar que en Brasil no existe un marco legal que establezca de forma certera cuál es la información específica que está obligado a entregar el intercambio de Bitcoins para con el banco. Aunque las instituciones bancarias y las casas cambiarias están obligadas a denunciar ante el Consejo de Control de Actividades Financieras del Ministerio de Hacienda cualquier operación sospechosa de lavado de dinero.
Detener el lavado de dinero a través de la compra y venta de criptoactivos es una tarea en la que tienen que tomar parte bancos, intercambios de criptomonedas y agentes reguladores. Sin embargo, esta es la razón de solo una institución bancaria, pues el resto aseguró no tener interés comercial en un sector económico que atrajo inversiones a Brasil de más de 5 millones de dólares.
¿Cómo afecta el cierre de las cuentas bancarias a las casas de cambio?
Para entender cómo el cierre de cuentas bancarias puede asfixiar el comercio de criptomonedas hay que comenzar por aclarar que las casas de cambio digitales -y también las tradicionales- son instituciones financieras dedicadas a comprar y vender divisas, o este caso, criptomonedas.
Por ello, las instituciones bancarias que presten servicios a casas de cambio digitales -usualmente- deberán recibir todo el dinero fiduciario (dólares, reales, pesos) que los usuarios de la casa cambiaria decidan convertir en monedas digitales. Es decir, el banco que tenga como cliente a una exchange, será un instrumento fundamental para la operación de la compañía.
Teniendo en cuenta esto, el cierre de las cuentas bancarias a las casas de cambio constituye un duro golpe a su funcionamiento, pues compromete su operabilidad. Una realidad que la abogada Luciana Francia Zylberberg, de CNSLZ Advogados, considera como una “represalia a un mercado nuevo” que puede comprometer e “inviabilizar la negociación de bitcoin en Brasil” por acciones que responden a un “lobby” por parte de los bancos y “por el hecho de que la comercialización de bitcoins puede disminuir” los márgenes de ganancias de los bancos.
Con este tipo de medidas unilaterales que se han estado suscitando en el ecosistema durante años, se hace evidente la necesidad de intervención de los organismos financieros públicos de Brasil, para evitar se cierren las puertas al ecosistema Bitcoin.
Actualmente el Congreso de Diputados se encuentra estudiando acciones regulatorias para las monedas digitales, tomando en consideración los riesgos asociados de las criptomonedas como método de pago y el espacio que han ganado en el mercado sin jurisprudencia.