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La compañía fue atraída por la regulación que existe en El Salvador para el ecosistema de Bitcoin.
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Ocean quiere diferenciarse de pools que minan otras criptomonedas.
La regulación que existe para el ecosistema de Bitcoin en El Salvador propicia que diversas empresas, de distintos nichos, se radiquen en esa nación. Es el caso del pool de minería de Bitcoin, Ocean Mining, que anunció esta semana su movimiento hacia el país en el que bitcoin es moneda de curso legal.
El Salvador se convertirá en el centro internacional de desarrollo empresarial de Ocean Mining, cuya sede se ubicará en San Salvador, la capital del país. Tal centro se usará “para continuar avanzando en la descentralización de la minería de Bitcoin en todo el mundo”, dice el anuncio oficial.
Para Ocean Mining, El Salvador se consagra como el lugar apropiado para sus operaciones. Como lo ve Luke Dashjr, cofundador y director técnico del pool de minería, ese país “está a la vanguardia en la adopción de bitcoin y la minería de Bitcoin”.
Con su traslado, OceanMining busca aprovechar los recursos energéticos que tiene El Salvador, como la energía geotérmica, generada por los volcanes de ese país, que ya ha sido utilizada para la minería de digital, tal como fue reportado por CriptoNoticias.
Ocean también valora que El Salvador “se mantenga firme en su compromiso únicamente con Bitcoin”, es decir, sin darle mayor espacio al resto de las criptomonedas del mercado.
“De hecho, es en gran parte gracias a eso que Ocean, el único pool de minería enfocado exclusivamente en Bitcoin, está interesado en establecer una presencia en el país para diferenciarse de otros grupos que minan una variedad de criptomonedas”, dice la empresa.
Ocean Mining compartirá terreno con el pool de minería de Bitcoin creado por la empresa público-privada Volcano Energy y la firma Luxor Tecnology. Se trata de Lava Pool, el primer grupo para minar Bitcoin que busca aprovechar la energía geotérmica proveniente de los volcanes salvadoreños.
Asimismo, el pool de minería Ocean Mining se suma a las más de 80 empresas de Bitcoin que decidieron moverse a El Salvador, según el registro de proveedores de servicios de la industria que lleva el banco central del país. Compañías que se trasladaron a esa nación, como Strike, han manifestado abiertamente su beneplácito por la infraestructura regulatoria salvadoreña para el sector, la cual consideran «amigable».
«Una elección obvia»
De acuerdo con el presidente de Ocean Mining, Mark Artymko, la escogencia de El Salvador como centro de operaciones “fue una elección obvia”, recordando que lugares como Venezuela y la Unión Europea “están imponiendo legislaciones para prohibir la minería de Bitcoin”.
“La postura política de El Salvador fue un marcado contraste y un faro de esperanza para la industria” de la minería, señala Artymko, quien rememoró la reciente escalada en Venezuela contra la importante actividad.
Como informó CriptoNoticias, Venezuela, que llegó a ser reconocida como un auténtico paraíso para la minería de Bitcoin, emprendió una cruzada a inicios de este mes para desconectar todos los mineros ASIC de su sistema eléctrico nacional. Esto, con el argumento de que estos equipos generan las recurrentes fallas eléctricas en el país.
Según lo informado por las propias autoridades del país caribeño, han confiscado más de 11.000 mineros de Bitcoin en cuestión de días. Esto, a través de allanamientos a los centros de datos. Las fiscalizaciones se ejecutan por funcionarios de seguridad, de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y el Ministerio Público.
En el caso de la Unión Europea, desde hace meses existen temores porque se prohíba la minería de Bitcoin en ese territorio. En diciembre del 2023, el analista Daniel Batten advirtió que la Comisión Europea (CE) trabaja en una metodología para calcular y mitigar el impacto ambiental de la actividad minera.
A juicio de Batten, si esa metodología gana terreno, bitcoin será etiquetado como un “activo nocivo para el medio ambiente que socava los objetivos de sostenibilidad de la UE”.