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Ir en contra de la actualización dejaría a la minería con más pérdidas que ganancias.
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La manipulación de las comisiones pondría en riesgo el equilibrio del ecosistema.
Un debate se ha desatado en la comunidad de Ethereum en torno a la implementación o no, de la propuesta de mejora de la red EIP-1559, la cual presenta un algoritmo para disminuir las altas comisiones que pagan los usuarios por cada transacción.
Aunque se está hablando del protocolo desde hace un tiempo, ciertos desacuerdos surgieron recientemente, cuando muchos mineros rechazaron la iniciativa exponiendo que no están dispuestos a perder una parte significativa de sus recompensas. La falta de consenso abre la posibilidad de varios escenarios en los que los mineros resultarían como los grandes perdedores.
La EIP 1559 plantea una mejor gestión de las comisiones de la red, estableciendo una tasa fija de mercado para incluir transacciones en los bloques, modificando el sistema de subastas que se usa en la actualidad. Posteriormente, estas comisiones se quemarán, reduciendo la inflación del suministro.
Con la activación de la propuesta, el sistema funcionaría de una manera dinámica, ajustando las comisiones según el nivel de congestión. Si esta incrementa, también subirá la tarifa básica. Por el contrario, si disminuye la congestión, igual bajarán las comisiones. Además, sobre la tarifa básica, los usuarios pueden dirigir propinas que se traducirán en ingresos para los mineros.
Aunque los ingresos de quienes gestionan los pools de minería no sufrirían variaciones significativas, algunos mineros han rechazado la EIP 1559 por considerar que perderán una parte de sus recompensas, que además creen que será quemada por la red de manera ineficiente.
Al respecto, los investigadores de Deribit Insights, Hasu y Georgios Konstantopoulos publicaron un artículo en el cual exponen las razones por las cuales los mineros no deberían rechazar la implementación de la EIP 1559. Desde su perspectiva, el desacuerdo presenta dos escenarios posibles. El primero es que se produzca una bifurcación de la red que crearía una altcoin, sin la nueva EIP.
El segundo, es que los mineros bloqueen la nueva implementación en Ethereum, llevando la tarifa base a cero. “Pero de cualquier forma los ingresos de la minería se verían perjudicados a largo plazo”, expone Hasu.
Las 3 claves para entender la necesidad de consenso de los mineros de Ethereum
En su publicación, Hasu analiza todas las posibilidades que podrían presentarse de cara al futuro en la red de Ethereum en torno a la implementación de la EIP 1559. En este sentido expone que los mineros que se opongan a la nueva implementación no podrán permanecer en la cadena si no la actualizan. Esto se debe al mecanismo que existe en Ethereum para mantener cierta frecuencia en el tiempo que utiliza la red para agregar información nueva a la cadena.
Mientras los mineros no se sumen en conjunto a la actualización, corren el riesgo de perder sus ingresos cuando se active lo que se conoce como bomba de dificultad que es el nivel creciente de la dificultad en la minería que resulta en una mayor cantidad de tiempo requerido para minar un nuevo bloque en la cadena de Ethereum.
De activarse la bomba de dificultad, eventualmente conducirá a una situación en el futuro en la cual la minería de Ethereum se volverá imposible. Quiere decir que cualquier opositor a la EIP-1559 tendría que incurrir en el mismo costo de pasar por un hard fork al menos para evitar que se aumente el nivel de dificultad de la minería. Según el glosario de términos de CriptoNoticias, un hard fork o bifurcación es una división de la cadena que resulta en una versión alternativa a la actual.
Igualmente, existen varias alternativas que los mineros podrían adoptar con la idea de evitar la nueva propuesta. Al analizarlas Hasu y Konstantopoulos dejan claro las consecuencias que sufriría la red. Estas son las claves por las cuales los mineros de Ethereum deberían apoyar la implementación de la EIP 1559:
1.-Ninguna altcoin ha ganado el nivel de adopción que tiene Ethereum
Suponiendo que los mineros decidan oponerse a la implementación de la EIP 1559, se corre el riesgo de bifurcar la red y crear una nueva altcoin, pero ¿tendrá esto sentido? La respuesta a esta pregunta surge de manera automática cuando se comprende que la red se ha bifurcado cientos de veces, pero las altcoins que han nacido de ellas nunca han conseguido el nivel de adopción que ha alcanzado Ethereum.
Por lo tanto, los obreros que decidan minar una nueva cadena, tendrán que conceder el margen de tiempo suficiente como para que esta nueva cadena de bloques gane el valor suficiente para costear el trabajo de sus mineros. Al menos, al punto de que los ingresos sean equivalentes con los costos de extraer una nueva moneda con pocos usuarios.
Además, las bifurcaciones en Ethereum son mucho más complejas de lo que parecen a simple vista. Esto es porque muchos tokens, como las stablecoins o WBTC, son créditos sobre un activo en el mundo real. Duplicar el instrumento no duplicaría el activo. Estos tokens seguirían operando en la cadena que incluye la EIP-1559 de Ethereum, pero no tendrían valor en la cadena bifurcada.
Por lo tanto, todo lo que no sea ETH, incluida la infraestructura creada fuera de la cadena, como los oráculos, los robots de liquidación y demás, quedarían en el aire, creando un enorme lío en la cadena bifurcada. Tal como lo expone Hasu, cualquier intento de crear una altcoin estaría básicamente condenado al fracaso.
2.-La manipulación de las tasas básicas pondría en riesgo el equilibrio del ecosistema
Hasu también analiza la posibilidad de que los mineros aprueben la implementación de la EIP 1559 como fachada, pero luego canalicen actos de sabotaje sobre el mecanismo. Técnicamente podría suceder porque el mecanismo permite que los mineros puedan controlar el número de transacciones que incluyen y, por tanto, controlarían el tamaño de los bloques, así como la comisión base. Si sólo minaran bloques que estuvieran por debajo de la mitad de su capacidad, el canon base nunca aumentaría por encima de cero y, por tanto, no se quemaría ninguna de las tasas.
Para que funcione esta estrategia, los mineros hostiles deben encontrar una forma de eliminar a su competencia, de modo que nadie pueda minar bloques grandes. Con el 60% del hashpower podrían hacerlo implementando una bifurcación suave activada por los mineros. De esta manera, inhabilitarían a los bloques de mayor tamaño que simplemente el 60% de los mineros ignoraría. Ahora, técnicamente el 40% podría seguir minando bloques más grandes, pero el 60% se negaría a construir sobre ellos, y así todas las transacciones y recompensas de bloques distribuidas por el cartel minoritario se evaporarían. “Este sería un ataque sin precedentes a la red Ethereum y a sus usuarios. Desestabilizaría la red a nivel de consenso y perturbaría la confianza de la comunidad”, señala el investigador.
3.-Todos ganan y la comunidad crece cuando los mineros, desarrolladores y usuarios se ponen de acuerdo.
Ante el escenario de que los mineros simplemente se unan a la nueva cadena e implementen la EIP-1559, Hasu cree que esta sería la única alternativa que dejaría ganancias para toda la comunidad que gira en torno a Ethereum. “Incluso si los mineros ganaran menos dinero en la nueva cadena -lo que no es seguro-, seguirían ganando mucho más de lo que podrían hacerlo al crear una altcoin”, comenta. Al final, los mineros trabajan para los usuarios; si no hay usuarios o a los usuarios no les conviene usar determinada cadena, los mineros simplemente no tendrán ganancias.
Como lo informó CriptoNoticias recientemente el grupo para la minería de criptomonedas, F2pool también dio sus razones por las que considera que es necesario bajar las comisiones de las transacciones de Ethereum. Uno de sus principales argumentos es que los usuarios y las aplicaciones de Ethereum piden ahora que se mejore la red habilitando la EIP-1559. La razón es que las altas comisiones producto del congestionamiento están entorpeciendo la potencial escalabilidad del proyecto. En todo caso, se espera que la nueva propuesta se active con el hard fork London pautado para el próximo mes de julio.