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Granjas mineras han cerrado para abandonar a Kazajistán, Irán y otros países asiáticos.
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Mineros de Paraguay confían en que la industria tome un gran impulso al aprobarse la regulación.
La minería de Bitcoin que, a mediados del año pasado, generaba en China más del 50% de su poder de cómputo (o hashrate), comienza a alejarse de las circunstancias traumáticas que se presentan en Asia y toma nueva rumbo. La industria parece tener un futuro prometedor en Latinoamérica, donde se está minando la red con energía geotérmica de los volcanes de El Salvador o existe un gran potencial a explotar en otros países como Paraguay, Argentina o Costa Rica.
Las circunstancias están expulsando a los mineros de Bitcoin que han permanecido en el continente asiático. Después que China comenzó a combatir y castigar decididamente la minería digital, así como toda actividad relacionada con las criptomonedas, los centros mineros se vieron obligados a cerrar y abandonar el territorio.
Muchos se refugiaron en Kazajistán por su cercanía con China y por su energía barata, pero recientemente las dificultades también se han concentrado sobre este país, afectando a la producción de los mineros. En menos de un año se han tenido que enfrentar cortes eléctricos y de Internet, así como disturbios populares y tropas rusas deambulando por toda la región, como lo reportó primero CriptoNoticias.
En definitiva, Asia es un territorio que se vuelve hostil para los mineros de Bitcoin, tomando también en cuenta que recientemente Irán tomó la decisión de prohibir la minería de Bitcoin porque —de acuerdo con las autoridades— la actividad minera ha ocasionado cortes de energía.
Al prohibir la minería hasta el 6 de marzo, las autoridades iraníes dicen que liberarán 209 megavatios de energía que requieren para el consumo doméstico durante los meses más fríos del año.
Tales movimientos se están repitiendo en casi toda Asia, que poco a poco se va convirtiendo en un continente poco amigable con las criptomonedas. El Banco Estatal de Pakistán, por ejemplo, ha presentado un documento al Tribunal Superior calificando a Bitcoin y otras criptomonedas como «ilegales» e inútiles para fines comerciales, según han reportado medios locales.
Lo cierto es que a medida que crece la restricción en contra de las criptomonedas y la minería de Bitcoin, cada vez son más los mineros que ahora buscan una mayor estabilidad geopolítica, económica y energética para las granjas mineras a gran escala. En este caso, América Latina resalta en el mapa mundial con cada vez más iniciativas y propuestas regulatorias para motivar la minería en sus países.
Paraguay titila en el mapa mundial de la minería de Bitcoin
«Paraguay va a aparecer pronto en el mapa mundial de la minería de Bitcoin porque con la regulación todo cambiará para los mineros», señaló Nicolás Ribeiro, CEO de Blockchain Mining, en conversación con CriptoNoticias.
Se estima que este año se apruebe el proyecto de ley que los legisladores de la nación guaraní están discutiendo y que en abril será presentada ante la Cámara de Diputados. La normativa busca establecer un marco claro para Bitcoin y otras criptomonedas, pero con especial énfasis en la minería digital.
«El proyecto de ley propone que la minería de Bitcoin sea reconocida como una actividad industrial y al aprobarse, los mineros estarán amparados bajo la ley de inversión de Paraguay», añadió Ribeiro.
Agrega que en la actualidad la minería digital del país tiene varias barreras que limitan su crecimiento y expansión. Uno de ellos es que, si bien las represas hidroeléctricas de Itaipú (Paraguay-Brasil) y la de Yacyretá (Paraguay-Argentina) tienen un amplio excedente de los 8.500 MW que genera, también es cierto que toda esa capacidad aún no está disponible para alimentar a grandes granjas mineras.
«Una cosa es tener una gran capacidad eléctrica y otra muy distinta es poder usarla», comenta Ribeiro cuando detalla que la ley de consumo eléctrico de Paraguay establece un máximo de 6 MW para cualquier actividad industrial. Es una de las principales razones por las que, hasta ahora, en el país no existen grandes granjas, sino mineros a pequeña escala, según explicó.
Conocedores de la industria de la minería de Bitcoin en Paraguay, como Fernando Arriola, vicepresidente de BCMining, y Juanjo Benitez Rickmann, CEO de Digital Assets, también están de acuerdo con que el sector de la minería digital tomará un gran impulso en el país cuando se apruebe el proyecto de ley, lo cual esperan que ocurra este año.
«Están llegando muchas empresas que están interesadas en traer sus máquinas para minar en el país, pero todavía hay muchos aspectos pendientes con respecto a la legalidad del negocio y estas se deben aclarar una vez entre en vigor la normativa», señalaron.
Costa Rica tiene energía en abundancia
«Tenemos energía en abundancia», dijo Eduardo Cooper, presidente de la empresa familiar, propietaria de la finca Data Center CR, donde unos 650 ASIC minan Bitcoin alimentadas por una planta hidroeléctrica en Costa Rica.
La planta del río Poás tuvo que ser reconstruida 30 años después porque el gobierno dejó de comprar electricidad durante la pandemia. Esto sucedió debido al exceso de oferta de energía en el país centroamericano, donde el gobierno tiene el monopolio de la distribución de energía. En este sentido, la minería podría darle segunda vida a negocios nacionales que tenían los días contados.
Cooper agregó que las empresas mineras internacionales buscan energía limpia y barata y una conexión a internet estable, que Costa Rica ofrece en abundancia. Actualmente, el país no cuenta con una ley especial que regule las criptomonedas. Sin embargo, en octubre pasado el presidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cubero Brealey, dijo que había que regular esta nueva economía «en la medida que sea necesario».
Por otro lado, en El Salvador ya existe un «plan para ofrecer instalaciones para minar Bitcoin con energía muy barata, 100% limpia, 100% renovable y con cero emisiones, aprovechando la actividad volcánica», como lo señaló el presidente salvadoreño Nayib Bukele a mitad del año pasado.
Argentina también destaca como país latino con potencial para la minería de Bitcoin. De hecho, la empresa canadiense Bitfarms Ltd., está avanzando en sus planes de construir un gigantesco centro minero de Bitcoin en este país, un proyecto en el que trabaja desde octubre del año pasado.