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Cleanspark es una minera de Bitcoin que utiliza energía renovable para producir criptomonedas.
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La energía nuclear sin carbono es la que suele usar la empresa para minar Bitcoin.
Una forma de demostrar la enorme rentabilidad de la minería de Bitcoin (BTC) es tomando decisiones que se basen en el consumo de energías renovables, dejando de lado los combustibles fósiles, lo que reforzaría la narrativa de que la actividad no tiene por qué dañar al medio ambiente.
Así lo sugiere el CEO de la empresa estadounidense de minería Cleanspark, Zach Bradford, una de las compañías ligadas a la producción de bitcoin que cotiza en la Bolsa de Nueva York.
Para Bradford, quien fue invitado al podcast semanal de «Compass Mining», si bien es cierto que es más barato usar combustibles fósiles para minar criptomonedas, antes que invertir en energías renovables, «Bitcoin se posiciona en un espacio realmente único» para poner en práctica esa actividad.
Esto, pues las recompensas que deja la minería permiten entrar en la utilización de fuentes que no atentan contra el medio ambiente, echando por tierra las críticas que existen en torno a la producción de BTC.
Creo que Bitcoin se posiciona en este espacio realmente único donde, ya sea que desarrollemos energías renovables por nosotros mismos o simplemente nos registremos para ser patrocinadores de otra parte, podemos utilizar energías renovables y podemos pagar por esto. Nuestras recompensas son increíbles. Todo el mundo sabe que la minería de Bitcoin es increíblemente rentable y creo que una buena manera de transmitir eso es tomando decisiones basadas en el mercado para seleccionar energía renovable.
Zach Bradford, CEO de Cleanspark.
En Estados Unidos y otros países del mundo hay granjas que aprovechan el combustible fósil (tomado para producir electricidad) para minar criptomonedas. Un caso es Hut 8, cuyo centro de procesamiento de datos en Medicine Hat, Canadá, se alimenta de gas natural para poner en funcionamiento la maquinaria y generar bitcoins, tal como lo explica CriptoNoticias.
Sostiene Bradford que las acciones hablan más que las palabras. Por eso, cree importante que la utilización de energías renovables se ponga en juego, aprovechando sus beneficios para, por ejemplo, pagarles a sus empleados por encima del promedio. «Creemos que eso es tan importante como elegir nuestra energía», señaló.
Queremos invertir en comunidades, cosas así. Entonces, todo eso se vuelve sostenible y creemos que ser un ejemplo va a importar. Lo último que quieres hacer es que te llamen para hablar frente al Congreso porque eres el mal ejemplo. Siempre queremos estar en el lado correcto de la narrativa.
Zach Bradford, CEO de Cleanspark.
Sobre los créditos de carbono, asintió que son positivos y están funcionando, pero insistió en que su empresa se centra en el uso de energías renovables, como la energía nuclear sin carbono. «Creemos que es mucho mejor elegir una fuente de energía gratuita, así que eso es lo que hemos hecho».
Explica que la energía nuclear sin carbono es, además limpia, renovable. Asimismo, dijo que siempre apuntan a tratar de mantener un porcentaje muy alto de este tipo de energía en primer lugar. «Creo que también hay algunas cosas interesantes que, con suerte, se desarrollarán a partir de un enfoque basado en el mercado para crear mejores incentivos», argumentó.
Una oportunidad para Estados Unidos
Zach Bradford habló de la migración de mineros de Bitcoin desde China, a partir de la avanzada de ese país en contra de todo el ecosistema. Para él, es una «muy buena oportunidad» para los Estados Unidos (EE. UU.), país que, naturalmente, es un mercado «muy competitivo».
Como se sabe, tras el embate chino, muchos mineros partieron a otras fronteras y el país norteamericano se convirtió rápidamente en un nuevo destino. Allí, la actividad se ha diversificado y ya son varias las empresas relacionadas a la minería las que están operando actualmente en suelo estadounidense.
El empresario dice tener la esperanza de que el lado regulatorio de los mercados estadounidenses termine en un buen lugar, que permita que la blockchain de Bitcoin «florezca y mantenga la independencia y el valor que se crea».
En todo caso, no cree que haya regulaciones que afecten a la actividad, pero sí ve que existe la posibilidad de que se vean algunos grandes impulsos, como un impuesto al carbono, lo que, de nuevo, llevaría a la utilización de energías renovables.
Una mentalidad de tortuga y liebre
Belford habló de su empresa, Cleanspark, que usa los bitcoins extraídos para financiar su propia expansión, según quedó reseñado por CriptoNoticias. Reconoció que, de momento, es el quinto o sexto minero más grande que cotiza en la bolsa por su producción. Pero eso, dice, no limitará que puedan alcanzar a los más grandes.
«Realmente nos hemos centrado, como era de esperar, en optimizar nuestra energía. Nuestro costo por kilovatio es muy bajo. Nos vamos a centrar en la velocidad. Creo que vamos a ver una gran reorganización. Vamos a ver algunos mineros para algunas ventas menores y va a seguir creciendo y contactando con otras empresas», dijo.
Precisa que buscan tener «los ojos bien abiertos» sobre lo que realmente es la minería de Bitcoin, como una reserva de energía. No obstante, aclara que la industria no la ve como una carrera armamentista de tecnología.
«Creemos que se trata de administrar la infraestructura y tomar decisiones teniendo en cuenta no solo el halving de 2024, sino también el halving de 2028, tomando buenas decisiones ahora para que estemos aquí, minando en 50-100 años», apuntó.
Eso implica, según dice, mejorar los hardware, así como todo lo que se necesite para minar con calidad. «Creemos que se trata de posicionarnos para esas oportunidades. Preferimos esperar y creemos que la paciencia valdrá la pena», indicó.