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Bitcoin puede tener un papel importante en la recuperación ante desastres, dice la investigación.
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Los mineros de Bitcoin son una categoría de carga “potencialmente única y adaptable”.
La minería de Bitcoin puede contribuir con la transición energética, siendo un catalizador para acelerar el cambio global hacia el uso de energía eléctrica no contaminante y para mejorar la gestión de las redes eléctricas del mundo.
Esa es la conclusión que contiene un papel de trabajo elaborado por diversos investigadores, como Nic Carter, Dennis Porter y Murray Rudd.
El documento refleja que la minería de Bitcoin cuenta con la capacidad de responder a la demanda eléctrica a escala mundial. Ello, “haciendo uso de las características inherentes de interrumpibilidad y respuesta rápida de los mineros para mejorar la flexibilidad de la red”.
La investigación también destaca que la minería de Bitcoin, al poder utilizar recursos energéticos desechados, como los excedentes de gas, es una “tecnología novedosa para mejorar la eficiencia de la red eléctrica y facilitar el rápido crecimiento de la producción de energía renovable”.
“Al aprovechar sus atributos únicos, los mineros de Bitcoin demuestran cómo podrían contribuir con la próxima transición energética, destacando la potencia de la innovación financiera y tecnológica transversal para dar forma a un marco energético sostenible e interconectado”, dice el papel de trabajo.
Sobre la utilización de desperdicios energéticos para minar, los investigadores resuelven que esa capacidad de monetizar, junto con la mejora económica de las fuentes de energía renovable, “puede posicionar la minería de Bitcoin como una herramienta importante para ayudar a reducir las emisiones de carbono”.
De esto último ya se ha conversado ampliamente. De hecho, hace poco el Banco Mundial (BM) dijo que la minería de Bitcoin es buena para el ambiente, precisamente porque es capaz de usar los excedentes de gas que, al ser quemados, contaminan severamente la capa de ozono.
La minería de Bitcoin es una carga “potencialmente única y adaptable”
Volviendo a la investigación de Carter y los demás investigadores, en el documento se resalta que los mineros de Bitcoin pueden caracterizarse como una categoría de carga potencialmente única, adaptable y ajustable.
El papel de trabajo también resalta que los mineros de Bitcoin pueden desempeñar un papel importante en la recuperación ante desastres, reforzando así la estabilidad técnica y económica de la red.
Esto de acuerdo con la experiencia dentro del Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT), que colaboró el año pasado junto a las granjas de minería de Bitcoin que operan en ese estado de Estados Unidos para estabilizar la red eléctrica en medio de una ola de calor.
No obstante, los investigadores aclaran que la trayectoria futura del consumo energético de la minería de Bitcoin “sigue siendo incierta”, alertando que si el tamaño del mercado de BTC iguala al del oro, “las demandas de energía podrían dispararse”.
“Este posible aumento requiere un examen exhaustivo de los efectos directos e indirectos de la minería de Bitcoin en las redes energéticas, los precios de la energía y los objetivos de emisiones”, señalan los analistas.
En ese orden de ideas, los investigadores sostienen que, a medida que va evolucionando la narrativa en torno a la minería de Bitcoin, es imperativo que los profesionales del mercado energético, analistas y formuladores de políticas “comprendan y sean conscientes del papel potencial que la minería de Bitcoin puede desempeñar a medida que avanza el alcance y la escala de la industria minera”.
La investigación de Carter y los demás especialistas viene a reforzar el discurso sobre la minería de Bitcoin y su capacidad de contribuir con el medio ambiente. Se trata de una narrativa marcada desde este año y que disiente de periodos anteriores, cuando se acusaba a la industria minera de contaminar.