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La minería de Bitcoin puede disminuir 0,15°C de la temperatura del planeta Tierra.
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Según Daniel Batten, la minería de Bitcoin tiene el potencial de evitar el calentamiento global.
La minería de Bitcoin es una actividad capaz de reducir la temperatura del planeta Tierra y contribuir con la disminución de los gases de efecto invernadero, según concluye la investigación del inversionista en tecnología climática y activista ambiental, Daniel Batten.
En un artículo de opinión que fue publicado en Bitcoin Magazine, Batten describe parte de los resultados de sus estudios, que decantaron en que la minería de Bitcoin «es mejor para el ambiente de lo que incluso los propios mineros creen».
Según Batten, la minería de Bitcoin tiene el potencial de evitar el calentamiento global, reduciendo, de aquí al 2040, 0,15 °C de la temperatura del planeta, que está a pocos grados de volverse «irreversible», según afirman los líderes mundiales que alertan del cambio climático.
“Ya estamos a 1,1 °C por encima de las temperaturas preindustriales. Eso está a solo 0,4 °C del punto de inflexión crucial de 1,5 °C que, según los líderes mundiales, podría ser un umbral irreversible. En este contexto, 0,15°C es enorme; literalmente podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso para evitar un desastre climático”.
Daniel Batten, inversionista en tecnología climática.
El inversionista sostiene que Bitcoin «es la única tecnología disponible, práctica y escalable cuando se trata de abordar el gas de efecto invernadero más letal del mundo de 2022: el metano».
Impacto ambiental de los gases invernadero podría ser irreversible
Batten explica que el metano, cuando se escapa al aire sin quemarse (que es lo que muchas industrias emplean en un intento de no contaminar tanto), se calienta 30 veces más que el dióxido de carbono (CO2) en el lapso de 100 años. Y aunque permanece solo hasta 12 años en la atmósfera, el impacto ambiental es tan grave que, dice el autor, «podría ser suficiente para crear por sí solo bucles de retroalimentación climática irreversibles».
Por eso, defiende el uso de la minería como una forma de evitar esta afectación, pues, sugiere, es una «manera de reducir las emisiones de metano». De hecho, y según sus cálculos, a través de la combustión limpia de gas quemado de los campos petroleros y los vertederos, «Bitcoin puede reducir las emisiones de metano en un 23%«.
“Eso significa que la minería de Bitcoin, utilizando metano escapado, puede cumplir con más de la mitad del objetivo total de reducción de metano de 45% planteado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y prevenir más de una vigésima parte de todas las emisiones de efecto invernadero globales”.
Daniel Batten, inversionista en tecnología climática.
¿Cómo ayudaría la minería de Bitcoin?
De acuerdo con Batten, los desechos del gas metano, que provienen de la industria petrolera, gasífera, de los vertederos y la ganadería, pueden emplearse para la minería de Bitcoin, que el especialista califica como el único sector candidato «para comenzar a reducir de inmediato las emisiones de metano de ambos lugares».
Esto, explica, puede hacerse a través de un sistema que permite eliminar de manera segura las emisiones de gas metano, quemándolo. Ese calor es procesado por un generador, que convierte la energía térmica en energía eléctrica, la cual podría alimentar una granja de minería móvil. Estas, expresó, no ameritan de gasoductos «y pueden estar en funcionamiento en pocas semanas».
“Debido a que la minería de Bitcoin solo requiere una conexión a Internet y no la construcción de tuberías de gas de millones de dólares por milla, actualmente es la única tecnología que puede quemar este metano desperdiciado de una manera que puede escalar lo suficientemente rápido como para satisfacer nuestros objetivos de reducción de metano más apremiantes (…) La minería de bitcoin es la tecnología más rápida que tenemos para frenar el cambio climático”.
Daniel Batten, inversionista en tecnología climática.
La minería de Bitcoin no es una amenaza para el medio ambiente
Lo que concluye Batten guarda relación con el estudio de la empresa de servicios financieros en el ámbito de Bitcoin, NYDIG, que sugiere que la minería de Bitcoin no representa una amenaza para el medio ambiente.
Tal como lo reseñamos en CriptoNoticias, según este informe, que tomó en cuenta el crecimiento del consumo eléctrico mundial, desde que inició la minería de Bitcoin en 2009 «no se ha visto reflejado ningún pico de consumo eléctrico», echando por tierra las acusaciones de que, por su gasto energético, bitcoin contamina en extremo.
De hecho, y según el análisis, aunque ciertamente existe contaminación con la actividad minera, no es tanta como lo apuntan en los medios de comunicación tradicionales. Más bien, y de acuerdo con Batten, es más lo que se puede hacer a favor del medio ambiente con la minería de Bitcoin.