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“Bitcoin es la única criptomoneda realmente descentralizada”, afirma Baxter.
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La inclusión de altcoins abriría la puerta a cambios de protocolo y posibles presiones externas.
El presidente Donald Trump anunció el 2 de marzo de 2025 la creación de una reserva estratégica de criptoactivos en Estados Unidos que incluirá a bitcoin (BTC), ethereum (ETH), solana (SOL), ADA (Cardano) y XRP de Ripple. En ese contexto, Will Baxter, vicepresidente ejecutivo del pool de minería de Bitcoin checo, Braiins, sostuvo que la iniciativa debería centrarse «únicamente en bitcoin».
Baxter argumenta que añadir altcoins es un error que podría afectar tanto la seguridad nacional de EE. UU. como la confiabilidad del plan, y expone una serie de observaciones técnicas que respaldan su posición.
“El presidente Trump confirmó que Estados Unidos tendrá una Reserva Cripto. Lamentablemente, incluirá XRP, Solana, Ethereum y Cardano… incluir altcoins (especialmente XRP) es un gran error… la reserva debería ser solo de bitcoin”.
Will Baxter, vicepresidente ejecutivo de Braiins.
El fundamento de la verdadera descentralización
Según Baxter, «Bitcoin es la única criptomoneda verdaderamente descentralizada, sin un equipo fundador que la controle o decida su desarrollo». Para reforzar esta idea, el ejecutivo de Braiins resalta que Ethereum, Solana o XRP, aunque son sistemas que poseen cierto grado de descentralización, responden de manera significativa a la gestión de fundaciones o empresas con amplia influencia en los procesos de gobernanza y desarrollo.
Por ejemplo, la red nativa del ecosistema XRP, la XRP Ledger (XRPL), utiliza un mecanismo de consenso basado en una lista de nodos confiables, conocida como Lista de Nodos Únicos (Unique Node List, UNL). Estos nodos, operados solo por entidades seleccionadas y permisadas, validan las transacciones y acuerdan el estado del libro contable de la red.
Ripple, la compañía que creó XRP, juega un rol central aquí: históricamente, ha operado muchos de estos nodos y publica una UNL predeterminada que los usuarios suelen adoptar. Aunque cualquier persona puede operar un nodo y crear su propia lista de confianza, en la práctica, la mayoría depende de la lista sugerida por Ripple.
Adicionalmente, Ripple es el principal desarrollador del software que sustenta la XRPL. Ellos proponen y ejecutan actualizaciones al protocolo, como la introducción de nuevas funciones.
Conforme al directivo de Braiins, la centralización de esos activos representa una vulnerabilidad si se pretende constituir una reserva estratégica de valor para un país, pues la existencia de un órgano central podría derivar en cambios imprevistos o presiones externas que alteren las reglas de la red.
Censura y seguridad nacional en la red
Baxter hace hincapié en que las redes más vulnerables a la centralización pueden ser utilizadas como arma por los gobiernos, empleando la censura. Para él, Bitcoin cuenta con “una robusta red global de minería y nodos” que impide que sea manipulada fácilmente por un único actor o grupo.
La red de Bitcoin no puede ser manipulada fácilmente debido a su descentralización, que distribuye el control entre numerosos nodos globales no permisionados, y su algoritmo de consenso de Prueba de Trabajo (PoW), que requiere una gran cantidad de recursos computacionales para validar transacciones.
Además, el tamaño y la distribución de la red hacen que un ataque sea extremadamente costoso y difícil de ejecutar.
La transparencia de las transacciones y los incentivos económicos para los mineros también contribuyen a mantener la seguridad y la integridad de la red, haciendo que la manipulación sea poco probable y no rentable.
En contraste, el directivo del pool minero cuestionó la «centralización en el desarrollo» de Ethereum. Como lo reportó CriptoNoticias, su crecimiento y promoción están impulsados principalmente por la Fundación Ethereum, que ocupa un papel importante en las actualizaciones de su protocolo. Asimismo, Baxter criticó las interrupciones que a veces registra la red de Solana.
En el caso de XRP, recuerda Baxter, los primeros 32.000 bloques de la cadena XRP Ledger (XRPL) ni siquiera están disponibles, lo que, a su juicio, resta garantías de transparencia.
La crítica sobre la falta de transparencia en los primeros 32.000 bloques de XRPL se refiere a que estos bloques iniciales no están completamente documentados o disponibles para su revisión pública. Esto significa que hay una parte del historial de transacciones de XRP que no es verificable, lo que genera incertidumbre sobre la integridad y la transparencia de la red desde sus inicios.
Con respecto a esto, desde Ripple han explicado que la ausencia de registro sobre los bloques se produjo debido a «un error del servidor».
Así, según el razonamiento de Baxter, la inclusión de esas criptomonedas representa un riesgo innecesario para la confiabilidad de la reserva.
Lecciones del hackeo en DAO y el riesgo de modificaciones en la red
Como punto adicional, Baxter menciona el precedente del hackeo a DAO en Ethereum, donde, tras la sustracción de alrededor de 60 millones de dólares, se efectuó una modificación retroactiva (rollback) de la cadena de bloques.
Una modificación retroactiva refiere a la decisión de la comunidad de Ethereum de realizar una bifurcación dura (hard fork) para revertir las transacciones maliciosas y devolver los fondos robados a los inversores originales.
Esto implicó dividir la cadena de bloques en dos: una nueva cadena que deshizo el hackeo (Ethereum) y otra que continuó sin cambios (Ethereum Classic). Esta acción fue muy controvertida porque la inmutabilidad es una característica clave de las cadenas de bloques, y revertir transacciones va en contra de este principio.
En esa misma línea, miembros de la comunidad de criptomonedas solicitaron la misma medida tras el reciente hackeo al exchange Bybit, en el que fueron robados alrededor de 1.500 millones de dólares.
Esa posibilidad, sostiene Baxter, pone de relieve que Ethereum y otros proyectos con mecanismos de gobierno menos descentralizados pueden sufrir presiones externas para que se produzcan cambios que vulneren la inmutabilidad de su cadena. A su entender, esta flexibilidad podría convertirse en un talón de Aquiles si la red forma parte de una reserva nacional de valor.
“Estados Unidos no necesita una reserva «cripto». Necesita una reserva de bitcoin. Bitcoin es para los activos digitales lo que el oro es para los metales preciosos: la base que importa. Todo lo demás es especulación en el mejor de los casos, y una estafa en el peor”.
Will Baxter, vicepresidente ejecutivo de Braiins.
La distribución de los activos, otra ventaja para Bitcoin
Baxter enfatiza que Bitcoin se lanzó «sin pre-minado», a diferencia de algunas de las altcoins más populares. En el caso de Ethereum, señala que «se pre-vendió alrededor del 70% del suministro inicial», mientras que Solana está respaldada por grandes inversores y capitales de riesgo que ostentan una participación destacada.
Del mismo modo, Ripple, la compañía detrás de XRP, retiene al menos casi un 40% del suministro de ese token. Esta concentración inicial del suministro tiene implicaciones profundas. Una distribución desigual podría facilitar la manipulación del mercado o la toma de decisiones sesgadas en favor de unos pocos actores.
Para una reserva estratégica, donde la estabilidad y la equidad son esenciales, Baxter argumenta que solo Bitcoin cumple con el estándar de un lanzamiento transparente y accesible, evitando las ventajas desproporcionadas que ciertos actores poseen sobre las altcoins.
Volumen real de uso y suministro fijo
En última instancia, para Baxter es indispensable que la reserva esté compuesta por un activo con alta adopción real, ya que «mientras Bitcoin liquida alrededor de 30.000 millones de dólares diarios», otras criptomonedas se mueven principalmente en entornos especulativos.
Añade además que Bitcoin cuenta con una emisión total limitada y conocida, y que dichas reglas se mantienen inalterables por consenso.
En cambio, Ethereum ha cambiado su política de emisión con actualizaciones como la Propuesta de Mejora 1559 (EIP-1559, de agosto de 2021), lo que, en opinión de Baxter, dificulta una auditoría exhaustiva del suministro total.