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La centralización de la minería de Bitcoin sigue siendo un punto de discusión en el ecosistema.
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Con Stratum V2 los mineros podrán seleccionar cuáles transacciones quieren confirmar por bloque.
Al menos el 65% del hashrate de la red de Bitcoin se produce en China en la temporada de lluvias, según registros de Blockchain.com. Esta cifra inquieta a muchos bitcoiners, quienes consideran que la blockchain creada por Satoshi Nakamoto no posee una industria de minería lo suficientemente descentralizada.
La preocupación se intensifica cuando tomamos en cuenta que Blockchain.com también calcula que el 94% del hashrate de Bitcoin a nivel mundial es procesado únicamente por pools de minería en China. El gigante asiático es el amo y señor de este mercado, donde incluso la gran mayoría de las granjas de minería y empresas de manufactura son también originarias de China.
Mientras más centralizada es una blockchain, más expuesta se encuentra dicha red a la censura y a los ataques de 51% para generar transacciones fraudulentas. Es debido a su capacidad de derrumbar la seguridad de Bitcoin, que la comunidad ha decidido movilizar sus fuerzas con el objetivo de dar con una solución que pueda descentralizar aún más la minería de Bitcoin y distribuir su hashrate de manera más equitativa.
Todo parece indicar que el protocolo Stratum V2 es uno de los primeros pasos de la industria hacia esta dirección. Anunciado el año pasado por Braiins, empresa encargada de las operaciones de Slush Pool y el desarrollo del protocolo Stratum para la minería grupal, la solución se presentó como “una revolución” en el mundo de la minería de Bitcoin. ¿Pero, a qué se debe?
Una nueva forma de minar con Stratum V2
Stratum V2 es una nueva versión del actual protocolo de minería grupal de Bitcoin, cuyo nombre es Stratum a secas. La segunda versión busca mejorar el rendimiento y eficacia de este servicio que ya lleva más siete años en el mercado. Asimismo, incorpora dos subprotocolos opcionales que redistribuyen la forma en que se proponen nuevos trabajos de minería para descentralizar aún más el hashrate de Bitcoin.
Basado en la propuesta de Matt Corallo, BetterHash, el nuevo servicio introduce la posibilidad de que cada minero escoja cuáles son las transacciones que quiere confirmar en un bloque y se las propone a los pools para su verificación. Es decir, abre un camino para una nueva forma de minar en grupo.
Para entender el impacto de este nuevo protocolo hay que tener en cuenta el actual funcionamiento de la minería en Bitcoin. El proceso con Stratum (V1) es sencillo: el minero se conecta a su pool de preferencia y el pool le envía una asignación de trabajo, que es una plantilla de transacciones que serán verificadas en dicho bloque, junto a otros datos imprescindibles para completar la minería.
Con estos datos en manos el minero se pone a trabajar, y si logra dar con la respuesta del bloque le envía el comprobante de su trabajo al pool de minería. El pool valida dicho trabajo y transmite el bloque encontrado en la red. Los mineros reciben un pago proporcional a la cantidad de trabajo (shares) que invirtieron descifrando dicho bloque.
Como podemos ver en el protocolo original son los operadores de los pools quienes proponen a los mineros que transacciones tienen que confirmar, al enviar una plantilla de bloque previamente seleccionada. Los mineros, por otro lado, no pueden negociar con el pool sobre los detalles de dicha plantilla, sino que inmediatamente ponen sus máquinas a trabajar en pos de dar con la respuesta de dicho bloque.
En la nueva versión del protocolo esto cambio drásticamente al permitirles a los mineros negociar sus trabajos de minería. Para ello, el minero se conecta al pool y le envía una solicitud al nodo del pool para trabajar en una plantilla de bloque conformada por él mismo, donde previamente seleccionó qué transacciones quiere confirmar.
El pool tiene derecho a evaluar las transacciones para verificar si todas son válidas, así como también revisará si la transacción coinbase (que posee la recompensa por bloque) es la correcta. De estar todo en orden el pool aceptará la propuesta de la plantilla, pero si alguno de estos datos está errado podrá descartarla. Si el minero logra confirmar este bloque aceptado por el pool, entonces podrá propagar dicho bloque sin necesidad de consultar al operador.
Stratum V2 introduciría con todos estos cambios una revolución en el paradigma de la minería grupal. Los mineros particulares empezarían a tener mayor capacidad de elección a la hora de minar, mientras que los pools dejarían de concentrar tanto poder sobre la industria; lo que ayudaría considerablemente a descentralizar el hashrate de Bitcoin.
Contra la censura en Bitcoin
El nuevo sistema de negociación de trabajo de Stratum V2 introduce una nueva problemática a la ecuación: la verificación de una plantilla por parte de los pools puede llevar varios segundos. En la minería el tiempo es sagrado, puesto que un segundo o un segundo menos puede determinar la confirmación de un bloque y, por ende, la ganancia de una recompensa.
Para evitar que este nuevo esquema afecte a los pools y a los mineros particulares, Stratum V2 plantea que cada minero podrá empezar a trabajar en su bloque mientras espera una respuesta del pool. Es decir, mientras el pool está verificando todos los datos de la propuesta de trabajo del minero, este puede poner a sus equipos a trabajar mientras tanto.
Si se valida la transacción, el minero ya habrá adelantado trabajo por lo cual no perdió tiempo. No obstante, si la propuesta es rechazada por el pool, entonces de forma automática se rechaza el bloque que se está minando y el usuario no gana nada por sus actividades.
Los mineros también podrán comprobar porqué una de sus propuesta fue rechazada por el pool. De esta manera, tienen la posibilidad de determinar si el operador no ha aceptado su plantilla porque incumplía las reglas de Bitcoin, o si al contrario se debe a un caso de censura.
Debido a esta característica, Stratum V2 podría funcionar también como un “sistema de alerta de censura”, ya que detectaría a ojos de los mineros cualquier comportamiento nocivo de los pools. Y, ante una situación como esta, quedaría a decisión de cada particular si desea seguir trabajando con dicho pool o no. Siendo estas las funciones que sus desarrolladores consideran conformarán una mejor industria el día de mañana.