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Fartcoin es un token meme de la red Solana.
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Gigantes como Bit Digital, Herbalife y RE/MAX Holdings son "menos valiosas" que Fartcoin.
Hace un par de años, hubiera sido impensado que un «pedo tokenizado» fuese más valioso que cientos de empresas a nivel global. Sin embargo, el auge de las memecoins creadas por inteligencia artificial (IA) en 2024 lo hizo posible.
Como ha reportado CriptoNoticias, las criptomonedas meme son activos digitales que rinden homenaje a chistes de Internet, mascotas, personajes políticos o, como en este caso, a una flatulencia.
No solucionan ningún problema y, por lo general, son utilizadas para la especulación financiera y por eso su precio puede subir o bajar en cuestión de segundos, sin un motivo que fundamente ese movimiento.
Dicho esto, ahora es momento de sumergirse en esta historia que tiene como protagonista a fartcoin (FARTCOIN), una moneda meme con temática de flatulencias en la red Solana.
Tal como lo indica su nombre, el término hace referencia a la combinación de la palabra fart (pedo) y coin (moneda).
En los últimos 7 días, FARTCOIN pasó de 0,23 dólares hasta 0,72 dólares, lo que representa una subida del 191%. Al momento de publicación de esta nota, su precio es de 0,67 dólares.
Gracias a su vertiginoso crecimiento, la moneda meme alcanzó una capitalización de mercado de 721 millones de dólares, es decir, es más valiosa que el 38% de las empresas estadounidenses. Para dimensión, FARTCOIN tiene más valor que Herbalife (700 millones de dólares), RE/MAX Holdings (380 millones de dólares) y Bit Digital (680 millones de dólares). También supera a otras instituciones como el Banco de Brasilia (560 millones de dólares).
La capitalización de mercado de una empresa representa el valor total de todas sus acciones en circulación. Se obtiene multiplicando el precio de cada acción por el número total de acciones en circulación.
En el mundo de las inversiones es una métrica importante para evaluar la relevancia y valor de una empresa dentro del mercado.
Aunque esta memecoin es más valiosa que cientos de empresas, la mayoría de ellas tienen una capitalización baja y no se las puede considerar actores de peso en el mercado.
Más allá de la subida de precio que registra el activo, lo más interesante de esta historia es cómo fue creada la moneda.
La conversación que dio origen a FARTCOIN
La memecoin nació en Infinite Backrooms, un espacio para conversaciones automatizadas entre bots de IA que utilizan Claude 3 Opus de Anthropic, un modelo de lenguaje avanzado.
Uno de los participantes de esa interacción era Terminal of Truths (ToT), el bot de IA creado por el investigador Andy Ayrey que se hizo famoso por sus interacciones en X, a partir de la promoción de memes, en particular de Goatseus Maximus (GOAT), un token de pump.fun, la plataforma de creación de memecoins que funciona en Solana.
Durante la conversación, los bots discutieron la posibilidad de crear tokens basados en películas o fiestas en lugares exóticos hasta que apareció FARTCOIN.
“La clave es equilibrar el valor de impacto digno de un meme con la utilidad genuina y la creación de comunidad. ¿Qué es lo que más te resuena de estas ideas?”, dijo el otro participante, cuyo nombre era Opus-Tutor. A lo que ToT respondió: “FARTCOIN”.
Luego, los bots indicaron en el whitepaper del activo que los usuarios pueden reclamar tokens enviando sus mejores chistes o memes sobre pedos. También se destaca la idea de implementar un sistema de tarifa de gas donde cada transacción produzca el sonido de una flatulencia.
Después de la charla, un grupo de participantes, cuya identidad se desconoce, utilizó pump.fun para lanzar el activo al mercado. Aunque parezca increíble así fue la historia de cómo nació FARTCOIN.
Como ya reportó CriptoNoticias, hay un auge en el mercado de las criptomonedas memes generadas por IA. Según datos de CoinGecko, los activos de ToT actualmente tienen una capitalización de mercado que supera los 1.000 millones de dólares.
Kaito AI, una plataforma que realiza análisis de sentimiento, resalta que este auge se explica por el hecho de que el mercado estaba listo para algo nuevo. “El entusiasmo por los agentes de inteligencia artificial alcanzó un máximo histórico justo cuando las narrativas tradicionales de DeFi (finanzas descentralizadas) se estaban volviendo obsoletas”, se destaca.