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Diversos factores se conjugan para impulsar el precio del metal precioso.
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Bitcoin es considerado por muchos como "oro digital" y podría seguir los pasos del oro físico.
La cotización del oro anotó un nuevo máximo histórico (ATH, por sus siglas en inglés) esta semana, superando la barrera de los 2.660 dólares por onza. Teniendo en cuenta que el metal precioso es considerado como un activo de refugio, el aumento de precios podría dar señales de que el mercado anticipa una crisis económica.
El ATH se produjo luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunciara una rebaja de las tasas de interés de 0,5 puntos, llevándola al 5%. Se trata del primer recorte desde 2020.
Como ya reportó CriptoNoticias, con la reducción de las tasas de interés también disminuye el costo de los préstamos, aumenta la liquidez y bajan los rendimientos de los bonos del Tesoro. Esa política monetaria aumenta el apetito de los inversionistas, quienes apuestan por activos de considerados de riesgo que suelen generar mayor rentabilidad.
Sin embargo, el recorte tan abrupto puede ser una necesidad de impulsar la economía para evitar una recesión.
En este contexto, desde el viernes pasado la cotización del oro viene marcando nuevos ATH hasta alcanzar la zona de los 2.660 dólares por onza.
Al momento de publicación de esta nota, la cotización es de 2.655 dólares por onza.
Al respecto, especialistas de “The Kobeissi Letter”, un boletín de análisis de mercado de capitales, advierten: “el oro se negocia como si estuviéramos en una crisis” y destaca que si el metal precioso cierra a su precio actual el 31 de diciembre, registraría el período más alto desde 2010.
Pero, además aclara que el oro podría “vivir su mejor año desde 1979”. Fue entonces cuando el metal precioso subió un 126% en un solo año.
¿Qué pasó en 1979?
El oro vivió uno de sus mejores años en 1979 debido a una serie de factores geopolíticos y económicos que impulsaron a los inversionistas a buscarlo como un refugio seguro.
La inflación en Estados Unidos, por aquel entonces, era de dos dígitos y a pesar de los esfuerzos de las Fed por aplicar políticas monetarias más restrictivas no pudo evitar un índice de precios récord, como el 13,9% anual que se registró en enero de 1980.
Por aquel entonces, el presidente del organismo era Paul Volcker, quien se había comprometido a reducir la inflación. Para hacerlo, decidió subir las tasas de interés un 10% en agosto de 1979 hasta llegar en torno al 19% en enero de 1981.
Los conflictos en Medio Oriente también impulsaron la demanda del oro por aquellos años. Los más destacados son la Revolución Iraní, que terminó con la destitución de sah Mohammad Reza Pahleví, quien tenía el apoyo de Estados Unidos y Reino Unidos. Otro hecho fue la crisis de los rehenes en Teherán, cuando un grupo de estudiantes iraníes tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos.
Como consecuencia de estas tensiones, el suministro de petróleo se vio afectado y los costos de la energía volvieron a dispararse, lo que llevó a una inflación por encima de los dos dígitos durante todo 1979.
Por último, hay que destacar que por la debilidad que mostró el dólar frente a otras monedas también influyó en la cotización del oro.
Teniendo en cuenta que la onza cotiza en dólares, era menos costoso para los inversionistas de otros países adquirir el metal precioso.
Contexto actual
Para los analistas de “The Kobeissi Letter”, hay algo que “no cuadra” porque “la Reserva Federal está recortando las tasas como si estuviéramos en una recesión mientras pide un ´’aterrizaje suave’».
Ese término se utiliza cuando una economía está experimentando un crecimiento o inflación acelerada y logra desacelerar gradualmente sin caer en una recesión.
Sin embargo, según estos especialistas “el verdadero problema aquí es que la deuda federal de Estados Unidos está fuera de control”. Además, agrega:
Los analistas aclaran:
“Los gastos de intereses de la deuda federal de Estados Unidos alcanzan ahora un récord de 3.000 millones de dólares por día. Esto es el triple de la cantidad pagada hace 10 años y se ha duplicado en 2 años y medio”.
The Kobeissi Letter, boletín de mercado de capitales.
Asimismo, Kobeissi Leter muestra un gráfico que da cuenta el incremento que tuvo la deuda de Estados Unidos durante cada mes desde enero de 2020. “Esto es una crisis”, aseguran los especialistas.
Lo cierto es que en el boletín creado por el especialista en finanzas, Adam Kobeissi, se destaca que hay patrones similares a los de 1979 como una economía que se está debilitando por tensiones geopolíticas (conflicto entre Irán e Israel y la guerra Rusia-Ucrania) y un gasto deficitario del producto interno bruto (PIB) por parte del gobierno estadounidense que está en los mismos niveles que en la Segunda Guerra Mundial.
Bitcoin como “oro digital”
En este contexto complicado para la economía de la principal potencia financiera a nivel mundial, surge el interrogante si podrá imponerse la narrativa de bitcoin (BTC) como “oro digital”.
Como ya reportó CriptoNoticias, BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo, destaca que la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto “es un activo diversificador único” aunque todavía se encuentre en sus primeras etapas de adopción como medio de pago o reserva de valor.
En su último informe técnico, sostiene que “las características únicas de BTC pueden convertirlo en una cobertura contra riesgos que los activos tradicionales no pueden abordar, particularmente en tiempos de mayor incertidumbre geopolítica y económica”.
Algunas de estas características son que BTC tiene un suministro límite de 21 millones, un factor que influye en su precio a medio y largo plazo.
De esta forma, bitcoin se diferencia del dinero fíat que se devalúa constantemente ante la inflación por emisión de los bancos centrales.
Su escasez inherente es lo que puede generar interés tanto de instituciones como de los pequeños inversionistas, sobre todo en contextos de alta inflación o conflictos geopolíticos. El informe remarca:
“A medida que más inversionistas entiendan y aprecien la naturaleza de ‘oro digital’ de bitcoin, es razonable esperar que continúen utilizando esta herramienta. Esto puede sostener o aumentar el precio a largo plazo”.
BlackRock, empresa de gestión de activos financieros.