Un estudio difundido por la firma estadounidense Morgan Stanley señaló que el mercado de los criptoactivos comienza a comportarse como el mercado tradicional, debido a que, poco a poco, las inversiones en las criptomonedas están siendo realizadas por instituciones financieras y no pequeños inversionistas, lo que podría afectar negativamente el precio del criptomercado.
En el estudio titulado Críticos de Bitcoin agarren el micrófono, analistas del banco analizaron tres problemas inherentes a Bitcoin: los altos costos de la minería, la cantidad de dinero fiduciario que es invertido en el criptoactivo y el uso de tarjetas de crédito para la compra de criptomonedas.
Para los investigadores, las inversiones que se realizan en Bitcoin por parte de grandes instituciones podrían estar detrás de la caída abrupta que ha experimentado el mercado de los criptoactivos a principios de año. La gran cantidad de dinero proveniente de estos inversionistas ha ido poniendo a los criptoactivos en línea con el índice S&P 500 SPX, -0.50% (el índice de bolsa más importante de los Estados Unidos) y ha hecho que su valor como activo de inversión disminuya enormemente, mostrando su peor caída de precio desde el 2013.
Esta correlación comenzó a evidenciarse en un -0,5 en el mes de diciembre, y en los últimos 30 días ha aumentado a 0,3. Si este índice se encuentra en un 1.0 hay una correlación perfecta. El 0 indica que no hay correlación alguna y los niveles negativos denotan una correlación inversa.
Por otro lado, el precio de Bitcoin no ha afectado llamativamente el consumo de energía proveniente de la actividad minera. Según el banco, el consumo de electricidad ha aumentado en un 50%, situándose en ~ 4.000 MW, por lo que, si el precio vuelve a llegar a los 20 mil dólares que registró en el mes de diciembre, muchos más mineros podrían unirse a la actividad. Esto traería como consecuencia que la minería de Bitcoin llegue a consumir la misma energía que unos 18 millones de hogares estadounidenses.
Finalmente, el estudio hizo referencia a la creciente popularidad que ha tenido el endeudamiento para comprar criptoactivos a crédito, cuestión que aumenta el riesgo de pérdidas para los inversionistas. La razón es que, si el precio de los criptoactivos sigue disminuyendo, los clientes no tendrían recursos para pagar sus deudas a los acreedores. En este sentido, los agentes financieros JP Morgan Chase, Bank of America, y Citi Group prohibieron a sus clientes la compra de criptoactivos con tarjetas de crédito. A esta medida se unió el Lloyds Banking Group, uno de los bancos más importantes del Reino Unido.
La neoyorkina Morgan Stanley es una compañía que funciona como agente de bolsa y banco de inversiones. Fue fundada en 1935. Actualmente tiene oficinas en más de 42 países. En el mes de septiembre del año pasado, el CEO de esta entidad se pronunció a favor de los criptoactivos, señalando que “bitcoin es más que una moda pasajera” ya que el concepto de una moneda “anónima” es algo muy interesante.