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Los fondos y las compañías que invierten en bitcoin abarcan un 8% del suministro de BTC.
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Es posible lograr sinergias entre la inversión en bitcoin y las finanzas tradicionales.
A partir de 2013, la inversión institucional en bitcoin comenzó a dar sus primeros pasos, y a pesar de las múltiples iniciativas de inclusión de bitcoin en portafolios de activos tradicionales, queda todavía mucho espacio por cubrir en este mercado.
Esta es una de las conclusiones del panel sobre Bitcoin como activo institucional, realizado en la Conferencia Bitcoin 2022 y conformado por cuatro compañías que atienden a los clientes del mercado institucional, cuyos representantes examinaron los logros y retos de este nicho.
Participaron en este panel Michael Moro, CEO de Genesis; Chris Kuiper, director de investigación de Fidelility Digital Assets; Nathan McCauley, cofundador y CEO de Anchorage; y la gerente ejecutiva de LMAX Digital, Jenna Wright. Actuó como moderador el fundador y CEO de Gem, Micah Winkelspecht.
Los inversionistas institucionales más destacados, que incluyen fondos de inversión, ETF, países y compañías públicas y privadas, acumulan menos de 1,6 millones de BTC. Esto representa apenas un 8% del circulante de bitcoin. Si bien estas cifras de bitcointreasuries.org no incluyen la información de todas las compañías privadas que invierten en bitcoin, ofrecen una indicación del relativo bajo peso de la inversión institucional respecto al mercado total de bitcoin.
Inversionistas de riesgo, los primeros en acudir
Michael Moro ofreció un panorama de los inicios de Genesis en 2013, cuando no abundaban las compañías interesadas en inversión institucional. «Las instituciones que estaban incursionando en este espacio, interesadas en hacer trading no como individuos, sino desde la figura de una entidad, eran escasas. Prácticamente todas nuestras invitaciones para presentar los prospectos de inversión en bitcoin quedaban sin contestar», afirmó Moro.
Los primeros realmente interesados en bitcoin, desde el punto de vista institucional, fueron las compañías de inversión de riesgo de Silicon Valley y sus oficinas familiares, en momentos en que el precio de bitcoin estaba cerca de los 100 dólares, señaló el CEO de Genesis. «En 2013, era posible pensar que bitcoin podía irse a cero, y ese temor mantenía alejadas a todas las instituciones que se contentaban con la apreciación del 6% o 7% que ofrecían las inversiones en S&P 500», relata Moro.
En la costa oeste de los EE. UU., el perfil de riesgo de las firmas inversionistas se ajustaba a las inversiones en un activo de riesgo como bitcoin, sostiene Moro, y agrega que aún en la actualidad hay empresas grandes que están usando capital de riesgo para invertir en bitcoin. El especialista hace énfasis en que las instituciones prefieren inversiones indirectas en bitcoin, por ejemplo, en opciones que son liquidadas en efectivo. Este es un comportamiento que refleja cautela, especialmente por las implicaciones regulatorias, de acuerdo a las leyes vigentes en cada país.
La volatilidad se mantiene como barrera para la inversión en bitcoin
Chris Kuiper, de Fidelity, interviene para señalar que en el survey anual que esta firma inversionista realiza, los rasgos más atractivos de bitcoin para la mayoría de las instituciones son comunes a lo que los inversionistas ven en las acciones de empresas tecnológicas.
Kuiper afirma que se sorprende de que las instituciones, en promedio, se sienten menos atraídas por características más exclusivas de bitcoin, como la resistencia a la censura y la posibilidad de que este activo sea considerado como cobertura ante la inflación. Las instituciones aprecian más el rendimiento de bitcoin como tecnología, los tiempos de liquidación y los pagos transfronterizos.
En cuanto a las barreras para la entrada de más instituciones al mercado de bitcoin, Kuiper apunta que la más citada por los clientes potenciales es la volatilidad. «Entiendo esa preocupación, pero también veo que hay otros activos con volatilidad alta y las empresas no están tan pendientes de la fluctuación de su precio como con bitcoin», señala el ejecutivo.
Otra de las barreras de entrada para los inversionistas es que todavía no tienen medios efectivos a la mano para la valuación de bitcoin, dice Kuiper. «¿Cómo hacer la valuación de un bien monetario? No es fácil aprehender este concepto. Creo que toma tiempo, y estamos atravesando un momento en el que más personas e instituciones están reflexionando sobre esto».
Avance educacional en Bitcoin
Cinco años atrás, la venta de productos y servicios de inversión en bitcoin implicaba un esfuerzo educacional hacia los clientes sobre Bitcoin, señala Nathan McCauley. Junto con los argumentos en torno a los beneficios de los productos, había que vender también la tesis de inversión de Bitcoin, explica el ejecutivo, y poner énfasis en características como la resistencia a la censura y el suministro limitado.
Hay más conocimiento sobre Bitcoin en los últimos dos años y la demanda está creciendo. Bitcoin está más en resonancia con la gente y por extensión con las instituciones, afirma McCauley. «La idea, el por qué hay que invertir en bitcoin está más claro. Tenemos la declaración de bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador, por ejemplo, y pueden venir otros gobiernos con medidas similares», afirmó.
Las instituciones pueden impulsar la adopción de bitcoin
Respondiendo a una pregunta sobre qué cosas nuevas se están haciendo con bitcoin que no sea una recreación de las finanzas tradicionales, Jenna Wright señala que hay una gran oportunidad de usar lo mejor de ambos mundos. LMAX Digital, basado en Londres, está facilitando a 35 bancos que ofrezcan productos con bitcoin a sus clientes, sin que tengan que interactuar directamente con esta criptomoneda. Esto se logra a través de un derivado de bitcoin que es liquidado en efectivo.
«Por una parte, los bancos tienen que comenzar a pensar que se trata de un esquema de negocios que va más allá de la convención de la banca de trabajar solo cinco días a la semana, en horario laboral. Pero también es útil para quienes trabajamos con criptomonedas ponerse en los zapatos de los clientes y pensar que podemos aprender de los ambientes tradicionales de las finanzas», acota Wright. La ejecutiva señala que hay modelos de intermediación de crédito en las finanzas convencionales que no existen con las criptomonedas, porque una institución tendría que proveer fondos a todos los exchanges para tener capacidad de ofrecer préstamos a sus clientes.
Los participantes coincidieron en que los avances existentes en la expansión de la inversión institucional, aunque incompletos, han ocurrido en lapsos menores de lo que avizoraba cinco o diez años atrás. El hecho de que la inversión institucional avance, implica necesariamente que la adopción individual también se incremente, pues si un número mayor de bancos medianos y pequeños puede ofrecer productos y servicios de bitcoin a sus clientes, la base de pequeños inversionistas crecerá proporcionalmente.