Hechos clave:
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Según Glassnode, en lo que va del 2020 cerca de 1.850 entidades califican como ballenas de bitcoin.
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El saldo de BTC en poder de las ballenas está por debajo del máximo registrado en 2016.
Los grandes inversionistas de bitcoin, conocidos dentro del ecosistema como ballenas, registran un aumento significativo desde los inicios de 2020. De acuerdo a las investigaciones de Glassnode, en la actualidad las entidades que tienen 1.000 bitcoins o más se acercan a los 1.850, con grandes posibilidades de superar los máximos observados hasta la fecha.
El informe de Glassnode, publicado este 30 de junio, da cuenta del crecimiento de las ballenas, señalando que actualmente se contabilizan cada vez más entidades con saldos promedios por encima de los 5.000 bitcoins. Esta cifra no se alcanzaba desde finales del 2017, cuando bitcoin llegó a cotizarse en casi en USD 20.000.
El estudio estima que esta tendencia al crecimiento podría estar asociada al retiro de bitcoin que se observa en las casas de cambio, principalmente desde finales del mes de marzo, poco después del llamado «jueves negro» del día 12, cuando la criptomoneda llegó a su precio mínimo de 2020.
«Gran parte del aumento reciente en el número de ballenas puede explicarse no por dinero nuevo, sino por entidades ricas existentes que retiran sus BTC de las plataformas de intercambio», se escribe en el reporte, al tiempo que se muestra un gráfico en el cual es visible que el aumento de la cantidad de ballenas es directamente proporcional al retiro de BTC en las casas de cambio.
Para los analistas de Glassnode el flujo de dinero desde las plataformas de intercambio contribuyó al nacimiento de nuevas ballenas de bitcoin, después del «jueves negro».
Se toma este hecho como indicador de que la caída del precio se ha usado como una oportunidad para hacer hold con la criptomoneda (ahorrarla), en espera de un alza posterior de su valor. Este supuesto también sirvió para explicar el crecimiento de las ballenas en momentos anteriores al tercer halving de bitcoin, en mayo pasado.
Sobre este tema existen estudios realizados por Kraken y Arcane Research en febrero pasado. Tal como publicó CriptoNoticias, estos análisis determinaron que las ballenas de bitcoin ya desde esa fecha estaban en una fase de acumulación.
El retiro de BTC de las casas de cambio también ha sido reportado por este medio en publicaciones previas. Al cierre del mes de marzo se calculaba una disminución de casi 7% de los bitcoins depositados en estas plataformas. En mayo, las estadísticas sobre los retiros de BTC en las casas de cambio llegaron a su punto más bajo en 18 meses, con una reducción anual del 11%. Los retiros siguieron tocando mínimos históricos este mes de junio, cuando superaron el 12%, un porcentaje que representa alrededor de 320.000 BTC.
Aumentan las ballenas y disminuyen los saldos en BTC
Glassnode también destaca en su reporte que el saldo de BTC en poder de las ballenas ha disminuido 22% en los últimos años, pasando de alrededor 6.700 BTC en 2016 a 5.200 BTC en 2020. Una tendencia que ha comenzado a inclinarse hacia abajo con fuerza «a medida que más y más entidades pasan el umbral de convertirse en ballenas».
Expone así que a pesar del aumento en el número de ballenas este año, el saldo de bitcoin en su poder todavía está muy por debajo del máximo registrado en 2016. Esto indica que en realidad las ballenas tienen menos bitcoin ahora que en 2016 y menos riqueza (en términos de USD) que en 2017. Lo que compensa un poco este hecho es que el precio de bitcoin mantiene oscilaciones de precio que pudieran ser rentables para nuevos inversionistas.
A pesar del reciente aumento en el número de BTC en poder de las ballenas, como grupo aún no son tan ricas (en términos de USD) como lo han sido en ciertos momentos en el pasado, con la mayor riqueza de USD alcanzada en el pico del mercado a finales de 2017.
Glassnode
Según los analistas, el saldo promedio de BTC mantenido por las ballenas también registra una disminución en relación al año 2011. En consecuencia, mientras las ballenas como grupo acumulan más riqueza, las ballenas individuales se están volviendo un poco más pobres. «Esto significa que mientras vemos más ballenas, se parecen más a belugas (ballenas pequeñas) que a ballenas azules», concluye Glassnode.