Hechos clave:
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Existen mitos en relación a la deflación de bitcoin y sobre su supuesto precio único.
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Algunos dudan de BTC como reserva de valor y creen que la volatilidad no facilita la adopción.
A medida que ha aumentado el uso de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas, se han armado a su alrededor una serie de falsas creencias sobre su funcionamiento en el mercado. Estos mitos pueden inducir a acercarse o alejarse de las criptomonedas por razones equivocadas.
Con este artículo, CriptoNoticias busca exponer la verdad o falsedad que se encuentra detrás de algunos de los siguientes supuestos.
Bitcoin no sirve como resguardo de valor
En un debate reciente, varios economistas argentinos cuestionaron la posibilidad de que bitcoin sirva realmente como resguardo de valor. Dijeron sobre ello que la criptomoneda funciona como un activo especulativo que solo “a veces” sirve para resguardar valor.
Como principal causa de este supuesto, se refirieron a la volatilidad de las criptomonedas. Y es que, vista desde una perspectiva de corto plazo, las constantes alzas y bajas de precio hacen ver que no es posible el resguardo de valor. Sin embargo, cuando se observa esta situación a más largo plazo es notorio el funcionamiento de bitcoin como refugio de valor.
Una revisión del precio de bitcoin a lo largo de su historia da cuenta de su revalorización a lo largo del tiempo. El historial de las cotizaciones de BTC está disponible desde agosto de 2010, en los gráficos del sitio BuyBitcoinWorldwide. Allí se observa como para 2010, bitcoin se cotizaba solo en 0,5 céntimos de dólar.
La evolución del precio sigue en forma creciente a lo largo de los años. Para febrero de 2011, el precio de 1 BTC por primera vez supera 1 dólar. Luego, la criptomoneda finalizó el año 2012 con superando los 13 dólares. Para el 2013, 1 BTC ya superaba los 100 dólares. La escalada sigue en avance los siguientes años hasta llegar al máximo histórico de casi USD 20.000 en 2017.
Aunque después de esta gran alza el precio de bitcoin cayó fuertemente en 2018, su precio siguió siendo significativo en comparación con su cotización inicial. Para esta fecha, agosto de 2020, BTC se cotiza en unos 11.900 dólares. Este precio comparado con los 0,5 céntimos de dólar en 2010 representa una gran revalorización.
No puede decirse lo mismo de la mayoría de las monedas fíat, sometidas a constantes devaluaciones. El dólar, por ejemplo, ha perdido más de 90% de su valor desde 1913.
La tendencia a la devaluación se ha acentuado en este 2020 debido a la crisis generada por el coronavirus. De acuerdo al reciente informe de Goldman Sachs, el cuarto banco más importante de Estados Unidos, el dólar norteamericano podría estar en un peligroso camino a perder su puesto como la moneda dominante en los mercados mundiales.
Mientras tanto, contrario a lo que se pone en duda, bitcoin ha preservado su valor en más de 10 años de existencia. En este periodo el precio se ha incrementado en más de 20.000%.
Bitcoin tiende a una espiral deflacionaria
Este mito está relacionado con la forma como se ha manejado la economía durante años: con inflación. El concepto de inflación hace referencia al aumento generalizado de precios de bienes y servicios, como resultado de la pérdida de poder adquisitivo de una moneda o, en pocas palabras, de su devaluación.
Es difícil para muchos imaginar un mundo sin inflación porque estamos acostumbrados a ella. Se ha convertido en tradición el hecho de que los gobiernos emitan monedas que al poco tiempo se deben gastar o invertir en otro bien para que no pierdan su valor.
La impresión desmedida de dinero por parte de bancos centrales suele ser una de las causas de inflación. Una experiencia que se está repitiendo en la actualidad, dado que la respuesta de los gobiernos a la crisis generada por la pandemia de coronavirus ha impulsado la emisión de más dinero.
Pero el funcionamiento de Bitcoin es diferente. Al ser un bien escaso, con solo 21 millones de monedas por existir, que entran en circulación a un ritmo predeterminado, la criptomoneda tiene una tendencia desinflacionaria hasta que se terminen de emitir todas las monedas.
Esta tendencia que busca evitar la inflación se refuerza con reducción de la recompensa de los mineros (halving). Esto significa, en otras palabras, que la inyección de nuevas monedas a la economía decae a la mitad cada cuatro años. Inició en 50 BTC cada 10 minutos y va por 6,25 BTC en el mismo intervalo de tiempo.
Se espera así que mientras menos criptomonedas haya, aumente la demanda y el precio. Tal hecho puede generar, con el tiempo, que existan más usuarios con intención de comprar y vender, pero pocas monedas con las cuales comerciar. También se prevé que las personas reserven más la criptomoneda por su apreciación.
Ante este escenario, a muchos economistas keynesianos les preocupa que la criptomoneda genere una deflación económica. Se refieren con ello a la posibilidad de que se produzca una disminución en la oferta de dinero o sustitutos del dinero. Este fenómeno monetario a veces provoca una disminución de los precios.
Los keynesianos piensan que el activo digital puede conducir a lo que llaman una «espiral de la muerte deflacionaria» (espiral de acaparamiento de moneda). Argumentan que es muy negativo para la economía que la gente atesore una moneda, porque sin un incentivo para gastar la economía iría hacia el caos, con menos puestos de trabajo y una baja en la oferta de productos y servicios.
Desde el punto de vista macroeconómico, se cree entonces que habría una oferta sin demanda. En épocas de recesión ha sido así porque la gente no ha tenido dinero para gastar; en el caso de Bitcoin ocurre porque la gente prefiere atesorarlo.
Sobre este planteamiento, los economistas de la Escuela Austríaca sostienen que, aunque se produzca una deflación, la gente aún necesitaría gastar dinero para satisfacer sus necesidades diarias. Consideran que una moneda que genere deflación probablemente encontraría un punto de estabilización constante con el tiempo.
A diferencia de la propuesta de prosperidad económica keynesiana, cuyo fundamento es endeudarse e hipotecar el futuro en favor del presente, en una economía basada en dinero fuerte el fundamento de la prosperidad y de la creación de valor es ahorrar y mantener el poder adquisitivo, algo imposible en estos tiempos con monedas inflacionarias.
En este sentido, se pueden contrarrestar los supuestos keynesianos al recordar las posibilidades de la tecnología de Bitcoin, diseñada para alcanzar un precio tope y estabilizarse.
Se prevé que, con el avance de la adopción, el volumen de transacciones aumente lo suficiente como para mantener el equilibrio del precio. Esto no impedirá que bitcoin cumpla sus ciclos de variación de precios en períodos cortos, tal como sucede actualmente.
También se espera que con la adopción se produzca una mayor descentralización de la criptomoneda entre distintos poseedores, algo que ya está ocurriendo. Los recientes estudios indican que está en marcha una transferencia gradual de las criptomonedas disponibles hacia los usuarios más pequeños, a medida que aumentan los pequeños hodlers. Es previsible que cada vez más personas posean aunque sea una pequeña cantidad de bitcoins.
Los comercios no pueden aceptar BTC por la volatilidad
Se piensa que las constantes alzas y bajas del precio de bitcoin impiden su uso como medio de pago, lo cual no es cierto considerando que unos 19.612 negocios aceptan la criptomoneda. Se trata de una cifra aún baja, pero indicadora de que la criptomoneda es válida como forma de pago.
Por lo general, los gastos operativos de los comercios son calculados en dólares o en otra moneda fíat. La estimación en esa moneda se mantiene incluso si el negocio acepta bitcoin u otras criptomonedas como vía de pago. A pesar de ello la volatilidad de la criptomoneda no impide su uso en la cancelación de bienes y servicios.
Si los gastos operativos de un comerciante se realizaran en bitcoins el tipo de cambio sería irrelevante. Como esto no es posible hasta el momento, lo que hacen muchos comerciantes que aceptan BTC es modificar los precios regularmente de acuerdo últimas tasas de cambio de mercado, reflejadas en las plataformas de intercambio. Así actualizan automáticamente los precios en sus sitios web, adaptando el precio a la cantidad de satoshis (fracciones mínimas de bitcoin).
Una de las modalidades más utilizadas por los negocios para aceptar bitcoin son los procesadores de pago o puntos de venta (PoS), aplicaciones creadas no solo para reducir el tiempo de espera que se debe cumplir para confirmar una transacción, sino también con la finalidad de disminuir la incidencia de la volatilidad de las criptomonedas.
En la actualidad existen diversos servicios que ofrecen dispositivos móviles o aplicaciones para facilitar a los comercios la adopción de criptomonedas. Algunos se asemejan a los tradicionales pasatarjetas o terminales de PoS. Muchos de ellos ofrecen el cambio directo a moneda fíat, para que los comerciantes no deban preocuparse por la volatilidad.
Se espera que a medida que aumente la adopción de bitcoin, los precios de la criptomoneda se estabilicen. Por ello es posible que la volatilidad futura disminuya, en proporción al aumento del tamaño y la profundidad del mercado.
Hay un precio único de bitcoin
Cuando alguien pregunta por el precio de Bitcoin posiblemente piense en una cifra determinada. Aun así, la respuesta real a esta interrogante debería ser: depende. Esto es válido en los mercados de cualquier tipo de activo. No existe un único precio para el petróleo, por ejemplo, sino que varía dependiendo del mercado.
Lo mismo ocurre con bitcoin. Por tanto, una casa de cambio local en una parte del mundo puede ofrecer un precio diferente al que indica otra plataforma en otro sitio o país.
Las variaciones suelen ser mayormente de unos puntos porcentuales entre sí, por razones relacionadas con la dinámica de la oferta y la demanda local. La cantidad de usuarios de cada casa de cambio y su liquidez son otros factores que influyen en el precio. Usualmente las plataformas con menos liquidez tienen precios más desfavorables.
El precio de bitcoin tampoco es único tampoco en el tiempo. Va cambiando constantemente. La variedad en la cotización se presenta igualmente entre monedas. El valor de BTC cambia en su paridad contra cualquier otra moneda o activo, además del dólar. Varía con respecto a pesos, yuanes, y oro, entre otros.
Como resultado, las diferencias de precio pueden conducir al arbitraje, una práctica común en el trading de criptomonedas que consiste en realizar operaciones de compra y venta de un activo con el fin de beneficiarse de la diferencia de precios que estos tengan en los mercados. Esto permite obtener beneficios de las diferencias de precio en diferentes mercados.