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Bitcoin se está comportando de forma muy parecida al ciclo de inicios de 2021.
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Las similitudes de ambos ciclos dan la idea de una nueva corrida alcista en ciernes.
Tras la mejor semana de rendimientos para el precio de bitcoin (BTC) desde octubre, el ánimo del mercado de criptomonedas parece haber dado un vuelco. Eran ya tres meses consecutivos cerrando en rojo, por lo que el inicio positivo de febrero puede sonar alentador.
En lo que va del segundo mes del año, el precio de BTC ha subido más de 5.000 dólares. La recuperación de alrededor del 14% parece indicar un cambio en la tendencia y un buen futuro cercano para la criptomoneda. ¿Pero realmente ha habido un vuelco a la tendencia y hemos visto el fin del mercado bajista?
Un breve estudio comparativo con este momento del mercado y la tendencia bajista de comienzos de 2021 da ciertas luces sobre lo que podría ocurrir. Al menos, así se considera en el más reciente boletín de Bitcoin Fear and Greed Index.
El informe concluye, tras evaluar cómo se comportó el precio de la principal criptomoneda en ese momento: «Si la historia es una indicación, entonces bitcoin parece estar emulando la fase final de una tendencia bajista prolongada».
¿Cuál es esa historia que podría repetirse?
El boletín compara estos dos momentos del mercado a través de una «extrapolación de tendencias». En resumen, busca los puntos comunes entre ambas mediante el indicador de tendencia intraciclo. O lo que es lo mismo: el análisis de las medias móviles de 20, 50 y 100 días.
“Siempre que la media móvil de 20 supere la media móvil de 100, indica un cambio alcista en el momento en que las fluctuaciones a corto plazo en el precio superan significativamente el promedio a largo plazo. Cuando la 20 MA cruza por debajo de la 100 MA, ocurre lo contrario”.
Fear and Greed Index Newsletter.
De los dos escenarios descritos anteriormente, en la actualidad pareciera estarse aproximando la primera. Y de una forma muy similar a la que lo hizo el año pasado justo antes de romper hacia arriba las resistencias del momento y marcar nuevos máximos históricos en los meses siguientes: primero, una falsa ruptura; luego, un intento fallido de ruptura seguida por «una capitulación de precios importante, formando un mínimo más bajo dentro del rango local de cada tendencia».
También comparten estos momentos del mercado el tiempo que tomó a bitcoin volver a intentar la ruptura alcista tras la capitulación. En los dos casos, alrededor de dos semanas, destaca el análisis. La tercera similitud es que, en apenas cinco días en ambos casos, BTC pasó de romper la media móvil de 20 días (corto plazo) a comenzar a retar la de 50 días (mediano plazo) sin experimentar ningún retroceso de precio en ese camino.
El hoy y el mañana de bitcoin
El informe establece que bitcoin actualmente está probando la media móvil de 50 días, situada alrededor de los 43.000 dólares. Mientras se redacta este artículo, de hecho, se ubica por encima, rondando los 44.000 dólares de valor de intercambio en los exchanges. Esto, cabe señalar, ha ocurrido justo tras la ruptura de la media de 20 días. A eso se refiere la apreciación anterior sobre la rápida ruptura de ambas marcas.
La lectura de este análisis agrega que en caso de que la criptomoneda logre convertir la media móvil que ahora mismo está retando en un nuevo soporte (es decir, en un piso de precio sobre el cual sostenerse en este ciclo), el próximo repunte podría ser hacia los 47.000 dólares por BTC.
Pero hay una salvedad que deja entrever el reporte: nada está asegurado en los mercados y el análisis técnico tampoco es una garantía. Si fuera solo por eso, dice el texto, «sería fácil para nosotros suponer que bitcoin está al borde de un cambio de tendencia definitivo».
Sin embargo, aunque hay una similitud «fascinante» entre las dos tendencias bajistas estudiadas, no tiene por qué ocurrir lo mismo que pasó anteriormente. Después de todo, «si la historia se repitiera o rimara, entonces este sería el esquema más probable». Pero el mercado se rige por demasiadas variables: entre ellas, impredecibles eventos macroeconómicos, avances regulatorios o crisis inesperadas que, sentencian en este boletín, «podrían negar este escenario».