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El principal desafío será poner renminbis a disposición de los países importadores de petróleo.
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La introducción del petroyuan aumentará la fragmentación del sistema financiero global.
Como parte del plan de desdolarización que adelantan los BRICS, el grupo de países liderado por Rusia y China también está evaluando nuevas alternativas de pago para el comercio mundial de petróleo.
La idea es sustituir el actual sistema basado en el petrodólar y utilizar el petroyuan. Tal como lo señala un artículo de Herbert Poenisch, investigador principal de la Universidad de Zhejiang, la inclusión de la moneda china será parte de la agenda que se debatirá en la cumbre de los BRICS, que se realizará del 22 al 24 de octubre en Kazán, Rusia.
El artículo de Poenisch, quien ejerció como economista del Banco de Pagos Internacionales (BIS), fue publicado por el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF), un organismo independiente que agrupa a banqueros centrales de todo el mundo.
En el escrito se resaltan los cambios que se han producido desde la última cumbre realizada por los BRICS en Sudáfrica el año pasado. Destaca entre ellos la incorporación al grupo –conformado inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– de miembros como Emiratos Árabes Unidos, Irán, Egipto y Etiopía, junto a Arabia Saudita, (el principal proveedor mundial de petróleo).
La incorporación de este significativo grupo de países productores de petróleo fundamenta los recientes esfuerzos para que la desdolarización se extienda al comercio global de petróleo.
«Rusia, un país en guerra con Ucrania y enzarzado en un conflicto económico contra toda la alianza occidental, utilizará la cumbre como un medio para presionar a los miembros del BRICS a que se sumen a este esfuerzo», indica Poenisch.
Señala además que el gigante euroasiático no solo quiere que el petroyuan se use para el comercio petrolero. También desea que se utilice el sistema de pagos mBridge, en el que participan algunos países del BRICS junto al BIS.
Se suma además la moneda común respaldada en oro que desarrolla el bloque regional desde hace unos meses, y que se conoce como UNIT. Todo esto, con el propósito de reducir la dependencia del dólar.
No será fácil incorporar al petroyuan
No obstante, el plan de utilizar el petroyuan deberá enfrentar algunos desafíos. Poenisch cita las dificultades para cumplir todos los requisitos de una moneda: denominación, medio de pago y depósito de valor.
El principal desafío para el petroyuan será poner suficientes renminbis a disposición de los principales países importadores de petróleo, como la India. Como no tienen superávits en cuenta corriente con China, estos países no ganan suficientes renminbis para pagar sus importaciones de petróleo. Se les debe proporcionar renminbis a través de otros canales.
Herbert Poenisch.
En este punto, el experto considera que mBridge podría ofrecer una mejor solución. El proyecto que lidera el BIS, y que según informes ya llegó a la fase de pruebas de valor real, se basa en la interacción de las monedas digitales de banco central (CBDC).
De esta forma, permite la liquidación inmediata entre bancos centrales asociados en China, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos, Tailandia y ahora Arabia Saudita. Adicionalmente, las transacciones realizadas en esta plataforma evitan el escrutinio de terceros como Swift y los EE. UU.
En su análisis, Poenisch explica que si los BRICS incluyen el petroyuan, también habrá países que ganarán cantidades masivas de renminbis. En consecuencia, será necesario un mecanismo para reciclar los excedentes. En el sistema basado en el dólar, esto es gestionado por los bancos globales.
«En el caso del petroyuan este proceso será difícil, y los intermediarios financieros de los BRICS se enfrentarán a la tarea de reciclar los excedentes para los países necesitados, lo que será una prueba, ya que China controla estrictamente el mercado offshore del renminbi», acota el economista.
No obstante, los BRICS parecen decididos a enfrentar los desafíos y han sido persistentes en su objetivo de diseñar una variedad de nuevos medios de pago sin usar dólares.
Hay que considerar además los esfuerzos que hace China por incrementar el uso del yuan, o renminbi, en las transacciones globales. Tal como ha informado CriptoNoticias, desde el año pasado China y Arabia Saudita forman parte del la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), una alianza política, de seguridad y comercial que pretende quitar protagonismo al dólar a nivel internacional.
A esto se añade la fuerte disposición de las autoridades saudíes de comerciar el petróleo en divisas distintas del dólar.
En todo caso, se trata de un proceso que está en plena marcha, y que probablemente tome un buen tiempo en desplegarse. Aunque en este contexto de progresiva y lenta desdolarización, la introducción de un petroyuan pondría un grano de arena para aumentar la fragmentación del sistema financiero global.