-
Un proceso de desdolarización no es algo que pueda lograrse a corto plazo, en caso de que suceda.
-
Cada vez más países estudian la posibilidad de distanciarse del dólar de los Estados Unidos.
La hegemonía del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial ha sido un pilar del sistema financiero global desde el acuerdo de Bretton Woods en 1944. Sin embargo, la tendencia actual sugiere que su dominio podría estar en una encrucijada, enfrentando una creciente presión que, aunque todavía distante de un colapso definitivo, apunta hacia una desdolarización progresiva. Pero, ¿cuándo la desdolarización alcanzará su fase definitiva?
¡Nunca!, es la respuesta que dan algunos economistas y analistas a la pregunta anterior. Es precisamente lo que apunta Mark Sobel, quien subraya que las alarmas sobre el inminente colapso del dólar son exageradas. Agrega que si bien es cierto que varios países están investigando sobre monedas y métodos de pago alternativos, esto no necesariamente quiere decir que estén abandonando al dólar. De hecho, el 88% de las transacciones en los mercados de divisas mundiales todavía se realizan en dólares, lo que demuestra la resistencia de la moneda estadounidense a las perturbaciones externas.
Sobel, quien trabajó 4 décadas en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como subsecretario adjunto de Política Monetaria y pasó 4 años trabajando en el Fondo Monetario Internacional (FMI), sostiene que es difícil sortear el dominio global del dólar y, de hecho, «este se mantendrá por mucho tiempo, aunque si carece de amenazas», como lo señaló recientemente.
«En mi opinión, el renminbi puede haber aumentado su rol como activo de reserva mundial y lo seguirá haciendo en los próximos años, pero no se dará de manera apreciable y tampoco sucede a pasos agigantados ahora. También hay que tomar en cuenta al oro porque las reservas en oro de los bancos centrales están aumentando. Lo están haciendo China, India y otros países».
Mark Sobel, economista estadounidense.
Sobel también se detiene a hablar del rol de bitcoin (BTC) y las monedas digitales de banco central (CBDC) y de cómo estos activos desafían el dominio del dólar como activo de reserva mundial. En definitiva reconoce que la desdolarización si está avanzando, pero no cree que esta llegue a ser definitiva.
Cambios monedas y un nuevo orden mundial
Mientras algunos economistas sostienen que la participación del dólar en activos de reserva sigue siendo fuerte, pese a que algunos países buscan reducir su exposición a la moneda estadounidense; otros analistas como Ray Dalio sostienen que, en efecto, el dólar se está debilitando y que su desgaste irá aumentando progresivamente, como lo ratifican los hechos históricos.
En su análisis titulado «Cambio del Orden Mundial», Dalio examina cómo el poder entre las naciones varía a lo largo de la historia, con imperios que se desploman y otros que surgen. Destaca que este fenómeno se produce aproximadamente cada 250 años, y señala que el orden mundial actual —el orden estadounidense— se estableció tras la Segunda Guerra Mundial mediante el acuerdo de Bretton Woods, el cual consolidó al dólar como la moneda de reserva global.
Dalio, quien es un inversionista destacado, que ha desarrollado filosofía de inversión y la toma de decisiones sistemáticas, aborda, en su análisis, el surgimiento y la caída de potencias a través del tiempo, en tres etapas clave: un conflicto que establece un nuevo orden, un periodo de paz y prosperidad que conduce a burbujas financieras, y finalmente, un colapso debido a conflictos internos y externos. Este ciclo se repite históricamente y brinda lecciones valiosas para los inversionistas sobre cómo anticiparse a futuros cambios económicos.
En su documento Dalio identifica que los índices de riqueza y poder de los imperios se construyen a partir de ocho medidas clave: educación, competitividad, tecnología, producción económica, participación en el comercio mundial, fuerza militar, fortaleza financiera y el estatus de moneda de reserva.
En sí, describe un «Ciclo Grande» que refleja cómo las fortalezas y debilidades en estas medidas se interrelacionan, lo que provoca aumentos y descensos en la influencia global de los imperios. También maneja la teoría de que el ciclo de las potencias se divide en tres fases: ascenso (ganancia de ventajas competitivas), cima (mantenimiento de esa fuerza mientras se nutren las semillas de su declive) y declive (pérdida de ventajas competitivas).
En este contexto, Dalio sugiere que, cuando los bancos centrales inyectan grandes cantidades de dinero en la economía, es inteligente invertir en acciones, oro, bitcoin y en otros activos considerados refugios seguros. Argumenta que comprender la historia es fundamental para anticipar tendencias futuras; por ello, destaca los casos de los imperios británico y neerlandés como ejemplos de cómo el alto endeudamiento y la excesiva impresión de dinero pueden conducir a su decadencia. Con el récord de deuda en Estados Unidos y el surgimiento de poderes emergentes, el futuro del dólar como la principal moneda de reserva mundial se encuentra en una posición incierta.
Por lo que sugiere Dalio, no se debe dar por sentado ni suponer que el predominio del dólar estadounidense durará para siempre. La adopción acelerada de monedas distintas del dólar en las transacciones internacionales tras las sanciones colectivas de Occidente contra Rusia es un recordatorio de la advertencia del ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, en 2016: “Cuanto más condicionemos el uso del dólar y nuestro sistema financiero a la adhesión a la política exterior de Estados Unidos, más crece el riesgo de migración a otras monedas y otros sistemas financieros en el mediano plazo”.
Como parte de esta historia es preciso entender que hay una rebelión contra el dólar, algo que puede acelerar la llegada de un nuevo orden mundial.
China y su decisión de impulsar un nuevo orden mundial
«China está impulsando un nuevo orden Mundial es un contexto geopolítico cambiante», señala el analista político Ties Dams de la Universidad de Leiden, la más antigua de los Paises Bajos.
Dams sostiene que China promueve un mundo multipolar en el que la hegemonía occidental se desvanece. Y para lograrlo, el país asiático busca consolidar su influencia a través de organizaciones como la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y BRICS.
El analista señala que la estrategia de China no busca una hegemonía similar a la de EE. UU., sino influir económicamente y ofreciendo una alternativa a la política estadounidense.
En general, el autor concluye que el ascenso de China está forzando a Occidente a reconocer y entender mejor las dinámicas de no-Occidente en un mundo en transformación.
Como parte de ello China está implementando su propia estrategia para protegerse contra el riesgo de ser excluidas del sistema financiero basado en el dólar. Esto refleja un enfoque defensivo frente a una potencial «desconexión financiera» por parte de Estados Unidos. Es lo que explora la analista Zoe Liu en un artículo titulado «China quiere deshacerse del dólar»
En definitiva, China está impulsando la «dedolarización» y lo hace promoviendo el uso de monedas locales en el comercio internacional. Además, las iniciativas para internacionalizar el renminbi buscan establecerlo como una moneda de reserva global, aunque la dominación actual del dólar en el comercio internacional aún se mantiene.
En ese sentido, es definitivo que la desdolarización avanza, pero su culminación en una fase definitiva aún parece distante. A pesar de los esfuerzos por diversificar las reservas y aumentar la adopción de monedas alternativas, tanto el dominio del dólar como el peso de la realidad actual insisten en que la transición será gradual, no abrupta.
Las visiones contrastantes de economistas como Mark Sobel y Ray Dalio ilustran la complejidad de los factores que influyen en el futuro del orden monetario global. Mientras que algunos auguran un cambio más acelerado, otros subrayan la fuerza del estatus del dólar y su inclusión en la esfera de influencia mundial.
En un mundo cada vez más multipolar, donde las decisiones geopolíticas y las estrategias económicas se entrelazan, la capacidad de países como China para desplazar gradualmente al dólar tendrá un impacto significativo en el futuro del sistema financiero global. Sin embargo, es fundamental recordar que cada imperio y moneda tienen un ciclo de vida, y la combinación de historia, política y economía dictará cómo y cuándo se experimentará el verdadero potencial de la desdolarización.
Así, la evolución del orden monetario mundial seguirá siendo un tema de atención crítica para inversionistas, gobiernos y analistas, quienes se mantienen en alerta sobre los cambios y adaptaciones que puedan surgir en este complejo escenario. La pregunta no es solo ¿cuándo se completará la desdolarización?, sino ¿cómo se redefinirán las relaciones económicas y políticas en un mundo en constante cambio?.