Hechos clave:
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"La demanda de dinero se acerca a niveles sostenibles", dice analista.
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Podría haber una reducción en las tasas de interés.
La cantidad de dólares en circulación, es decir, la masa monetaria (M2) de los Estados Unidos, vislumbra aspectos positivos para la economía, incluidos los mercados como bitcoin (BTC).
“El exceso de masa monetaria continúa desapareciendo”, distingue el economista estadounidense Scott Grannis, quien lleva más de 35 años de experiencia en el análisis financiero. Esto es algo que tiene implicancias sobre la inflación, así como la política monetaria de la Fed, Banco Central de Estados Unidos.
“El crecimiento excesivo de la M2 fue la noticia más importante a la que prácticamente nadie —especialmente la Fed— prestó atención hasta que fue demasiado tarde”, señala Grannis. Pero, recalca que este problema comenzó a desvanecerse hace dos años, como muestra el siguiente gráfico.
La masa monetaria creció a una tasa bastante constante del 6% anual desde 1995 hasta 2019. Y esta se aceleró desde 2020 hasta finales de 2021, por la mayor emisión de dinero en la pandemia para solventar el aumento de gasto federal deficitario. Puede verse ello en el siguiente gráfico. “Este fue el combustible para el aumento de los precios en 2022”, indica Grannis.
“Este gráfico es la prueba irrefutable de que el origen de nuestro gran episodio inflacionario fue el gasto deficitario”, dice el economista estadounidense. “He sido uno de los pocos observadores que han relacionado el crecimiento excesivo de M2 (es decir, la impresión de dinero) con el gran problema de inflación que golpeó a la economía estadounidense”, profundiza.
La M2 es uno de los indicadores de la cantidad de dinero en una economía. Incluye no solo el dinero en efectivo y depósitos bancarios (que es parte de la M1), sino también activos que se pueden convertir en efectivo, como los plazos fijos y las cuentas de ahorro. En términos simples, es una medida del dinero que está disponible para gastar o invertir.
Explica Grannis que, en general, los crecimientos de la M2 van seguidos de incrementos de la inflación un año después. Por ello, considera tardío el aumento de tasas de interés de la Fed iniciado en 2022 hasta mediados de 2023, momento desde el cual permanecen en 5,5%. Esta es la mayor cifra en dos décadas.
“Podría haber empezado a relajar hace al menos un año”, opina el economista sobre la decisión de las tasas definidas por la Fed. Sin embargo, Jerome Powell, el presidente del organismo, ha sugerido la última semana, como reportó CriptoNoticias, que esta política comenzará en septiembre de 2024.
“Más vale tarde que nunca, supongo, pero su tardanza corre el riesgo de desestabilizar los sectores sensibles a los intereses de la economía”, aclara Grannis. No obstante, lo que ve optimista es que los fundamentos monetarios respaldan las perspectivas de que la inflación siga siendo baja, dado que la M2 se mantiene en un ligero descenso.
Según su visión, el siguiente gráfico, que muestra la demanda de dinero, sugiere que habrá un año más o menos de inflación baja en los Estados Unidos. Esta, a nivel anual, se ha mantenido disminuyendo desde mediados del 2022 hasta mediados del 2023, momento desde el cual se encuentra alrededor del 3%.
Para Grannis, la demanda de dinero se está acercando a niveles sostenibles, al igual que el exceso de la M2 se está reduciendo. “Esa es una receta para una inflación baja y estable”, concluye, lo que favorece la reducción de tasas de interés que impulsa las inversiones.
Los recortes de tasas pueden favorecer a los mercados
Si bien la inflación baja estable y la reducción del ritmo de incremento de masa monetaria podrían apaciguar la demanda de bitcoin al reducir la necesidad de refugios inflacionarios y limitar la liquidez en el mercado, el recorte de tasas esperado presenta efectos opuestos.
Esta política monetaria hace que el costo de pedir dinero prestado se reduzca, lo que generalmente estimula la inversión y el gasto. Por lo tanto, puede llevar a un aumento en la liquidez en los mercados financieros, incluido el mercado de bitcoin y criptomonedas.
Además, las bajas tasas de interés tienden a disminuir los rendimientos de los activos de bajo riesgo como los bonos, lo que puede arrastrar a los inversionistas a buscar mayores rendimientos en activos más volátiles, como bitcoin. En este sentido, esta actividad podría aumentar el precio de la moneda digital.
El recorte de tasas, a su vez, podría debilitar el dólar frente a otras monedas, lo que puede potenciar la demanda de BTC como “oro digital” o “reserva de valor”. Esta narrativa se desprende de su emisión decreciente descentralizada que facilita su alza ante la demanda, a diferencia de las monedas fíat que están atadas a la impresión definida por el gobierno.
No obstante, el enfriamiento persistente del mercado laboral en Estados Unidos ha encendido riesgos de una recesión, lo que puede afectar la demanda de activos de riesgo. En relación a ello, los mercados, incluyendo bitcoin, han mostrado alta volatilidad ante los últimos datos macroeconómicos que ofrecen señales más claras sobre ello.