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Con la publicación de un informe el Banco de España se une al debate sobre monedas digitales.
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Reconoce el rol del proyecto de Facebook en los planes sobre monedas digitales.
El Banco de España (BDE), a través de una investigación publicada recientemente, se une al debate existente en torno a las monedas digitales de banco central (Central Bank Digital Currency o CBDC) y propone “abrir una discusión ordenada” sobre este tema.
El documento busca revisar las razones que justifican la emisión de una CBDC y realiza un análisis preliminar de las principales implicaciones que podría tener para los bancos centrales la emisión de este tipo de monedas.
La publicación se titula “Una introducción al debate actual sobre la moneda digital de banco central”. Fue elaborado por Juan Ayuso y Carlos Conesa.
En su estudio, los analistas hablan de las motivaciones actuales que impulsan la emisión de CBDC.
Reconocen el papel que Bitcoin y otras criptomonedas, así como las criptomonedas ancladas o stablecoins han tenido en la aceleración de las investigaciones sobre las monedas digitales de banco central. Se refieren en especial al proyecto Libra, de Facebook.
Muchas autoridades han destacado la amenaza que libra u otras stablecoins similares plantean para el buen funcionamiento de los sistemas de pago, para prevenir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, para la protección del consumidor, para la estabilidad financiera e incluso para la autonomía monetaria de los Estados. En esta situación, se están produciendo constantes llamadas a la regulación de este tipo de iniciativas, pero también a los bancos centrales para que estudien la emisión de CBDC como respuesta.
Juan Ayuso y Carlos Conesa
Los problemas del sistema de pago y los desbancarizados
Los investigadores, que también son miembros del Comité de Pagos e Infraestructuras de Mercado del Banco de Pagos Internacionales (BIS), acotan que el crecimiento del mercado de criptomonedas y stablecoins no es la única motivación de los bancos centrales para abordar las CBDC.
Citan las dificultades que existen con el uso de efectivo como otro motor. Añaden el tema de la inclusión financiera y las limitaciones de los sistemas de pagos, especialmente los transfronterizos.
En consecuencia, los bancos centrales aspiran principalmente resolver el problema generado debido al bajo uso de dinero efectivo en algunas economías, además de tener acceso al mercado desbancarizado a través de una CBDC.
El acceso a la CBDC permitiría identificar a los usuarios desbancarizados, realizando procesos básicos de know your customer (conoce a tu cliente o KYC). Este conocimiento del cliente, junto con su historial de transacciones, podría facilitar después la bancarización.
Apunta el informe.
Las preocupaciones: fuga de depósitos
Ayuso y Conesa explican también las tres preocupaciones fundamentales que pueden tener impacto en el funcionamiento de los bancos centrales, en caso de emitir una CBDC.
Plantean tres escenarios posibles: uno en el que la CBDC podría desplazar a los depósitos bancarios, y otro en el que la moneda digital facilite la fuga de depósitos de una entidad, en un momento determinado de crisis. El tercer escenario tiene que ver con una probable “fuga masiva de depósitos del sistema bancario, en caso de una desconfianza global en el sistema financiero en su conjunto”.
Se teme entonces que en momentos críticos los depositantes de una entidad puedan tratar de trasladar sus saldos a activos más seguros.
Esta preocupación por una posible corrida bancaria es recurrente entre los analistas del Banco de España. Un estudio previo sobre las CBDC también mencionó esta desventaja. La investigación fue elaborada en 2018 por Galo Nuño, miembro de la Dirección General de Economía y Estadística del BDE, tal como lo reseño CriptoNoticias.
Las dos investigaciones citadas coinciden en que –antes de emitir una CBDC- es necesario sopesar primero “las limitaciones del sistema financiero que una moneda digital podría superar, junto a las mejoras que la moneda podría aportar”.
Sin embargo, se observa una diferencia importante entre ambos informes y tiene que ver con los avances logrados en estos dos años en el estudio de las monedas digitales de banco central.
Sobre ello, Ayuso y Conesa destacan la posibilidad de diseñar una especie de “modelo personalizado de CBDC”, de acuerdo a las particularidades de cada sistema económico. Esbozan soluciones a las preocupaciones planteadas, como por ejemplo colocar un límite al uso de la moneda digital con topes en los saldos.
Por último, recuerdan los casos concretos de emisión de CBDC: el sand dollar lanzado en Bahamas y el proyecto del yuan digital de China.