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La contribución de Serret estuvo en las estampas temporales de las transacciones.
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Para Serret, ya en su trabajo estaba anunciado lo que en el futuro sería llamado blockchain.
Xavier Serret había escuchado de Bitcoin alguna vez. Como experto en ciencias de la computación, también con estudios en finanzas, la propuesta de Satoshi Nakamoto le había parecido al menos interesante. Nunca compró; la aproximación conceptual le bastaba. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando un periodista le reveló que su nombre aparecía entre las pocas referencias del white paper de Bitcoin.
Solo diez investigaciones fueron citadas por Nakamoto en el documento fundacional de lo que hoy es la red monetaria y computacional más robusta e imparcial del mundo. Se dice que el verdadero hallazgo del creador pseudónimo fue la combinación precisa de tecnologías precedentes para ensamblar ese casi mítico sistema de efectivo electrónico par-a-par, buscado como un santo grial entre los cypherpunks de los años ‘90.
Como si se tratara de una composición magistral de acordes, o los raros ingredientes de una pócima mágica, la confluencia de estas diez investigaciones en el libro blanco sirvió como catalizador para iniciar una profundísima disrupción en la historia del dinero y, probablemente, en la entera civilización humana.
Hoy, 31 de octubre de 2021, a trece años de que ese documento histórico viera la luz pública del ciberespacio, CriptoNoticias dialoga con el único hispano citado en el white paper de Bitcoin: Xavier Serret.
Puedes ver nuestra conversación haciendo click en la imagen principal del artículo o a través de este enlace.
Estampar el tiempo
Serret cuenta que, a finales de los noventa, momento en que se publica su paper «Diseño de un servicio seguro de estampas temporales con mínimos requerimientos de confianza«, poco era el interés por tecnologías como esta fuera de la esfera de la criptografía.
Sin embargo, para el investigador español, el timestamping o las estampas de tiempo resultaron en la columna vertebral de lo que en el futuro sería Bitcoin. «(El timestamping) no es otra cosa que el blockchain de hoy en día. Solamente le hemos cambiado el nombre», afirma Serret.
De hecho, en una versión del código de Bitcoin compartida por Nakamoto a algunas pocas personas antes de minarse el bloque génesis, el desarrollador hablaba de timechain o cadena de tiempo, siendo este un nombre más fiel a las estampas temporales que la posteriormente popularizada, blockchain.
Proponemos una solución al problema del doble-gasto usando un servidor de estampas de tiempo distribuido de par-a-par para generar pruebas computacionales del orden cronológico de las transacciones.
White Paper de Bicoin – Satoshi Nakamoto
Minimizar la confianza
Las estampas de tiempo son, en efecto, un elemento indispensable para solucionar el problema del doble gasto, condición sin la cual un sistema de efectivo electrónico de par a par no sería posible. Esto mitiga la necesidad de confiar en una entidad central que certifique la validez de las transacciones, principal problema del sistema financiero tradicional, a los ojos de Nakamoto.
El problema raíz con la moneda tradicional es toda la confianza requerida para hacerla funcionar. Debe confiarse en que el banco central no devaluará la moneda, pero la historia del dinero fíat está llena de violaciones de esa confianza. Debe confiarse en que los bancos mantendrán nuestro dinero y lo transferirán de manera electrónica, pero lo dan en préstamo en olas de burbujas crediticias con apenas una fracción en reserva. Tenemos que confiarles nuestra privacidad, confiar en que no permitirán que usurpadores de identidad drenen nuestras cuentas.
Satoshi Nakamoto.
De los diez documentos referenciados en el white paper, tres refieren a estampas de tiempo. Con todo, es el trabajo de Serret, junto con Jean-Jacques Quisquarter y H. Massias, el que pone el acento en la reducción de la confianza.
Nosotros lo que hicimos fue sobre todo crear una imagen global de lo que se estaba haciendo en ese momento en toda la parte de las estampas temporales, y ocuparnos mucho más en minimizar la confianza en terceros (…) que era donde nosotros todos intuíamos que era donde estaba el gran problema en aquel momento, no solo tecnológicamente, pero de manera societal o de modelos de negocios.
Xavier Serret.
Serret y Bitcoin
Aunque parezca sorprendente, Serret, cuyo trabajo tuvo tal impronta en el white paper, nunca ha usado Bitcoin. «El problema que he tenido es un poco el de saber demasiado. La gente que sabe demasiado a veces no hace las cosas», confiesa entre risas.
He hecho cosas muy diferentes en mi vida y cuando llegó la fuerza del Bitcoin yo estaba haciendo algo absolutamente diferente, que no tenía nada que ver, y ahora sigo haciendo cosas muy diferentes que me quitan todo el día. En ese sentido, no me he metido a usar el bitcoin.
Xavier Serret.
El investigador español también ha dedicado esfuerzos a temas como las identidades descentralizadas y, siendo consecuente con su diversidad de intereses, en la actualidad tiene un proyecto en España vinculado al mundo de los deportes.
Con todo, afirma que, en este momento, la sostenibilidad de la minería es uno de los aspectos que más lo disuade de usar Bitcoin.
Ahora mismo, y eso sí que es mi opinión, realmente íntima y personal, estimo que el Bitcoin tiene un problema ecológico, un problema de sostenibilidad. Y, en ese sentido, creo que tenemos que buscar una manera de solucionar este problema lo antes posible. Por ejemplo, estimo que el Proof of Stake ahora mismo es más razonable que el Proof of Work. Pero claramente no hay un consenso en este momento sobre hacia dónde las cosas van.
Xavier Serret.
El debate respecto a la sostenibilidad de Bitcoin ha sido determinante este año, siendo uno de los principales argumentos esgrimidos por los detractores de Bitcoin. Con todo, tras la expulsión de los mineros de China, la minería se orienta cada vez más al uso de energías renovables, teniendo una de las mezclas energéticas más variadas a nivel industrial.
En cuanto a la disyuntiva entre Prueba de Trabajo y Prueba de Participación, Serret es consciente de que esta última corre más riesgos de tender al monopolio y de ser capturada por actores maliciosos. Por ello, insiste en la necesidad de buscar soluciones alternas que zanjen las dificultades percibidas actualmente.
Bitcoin, la confianza y el tiempo
Con 13 años en el mundo, al menos como documento teórico, Bitcoin va dejando su infancia y comienza su adolescencia. Alcanzada una estatura que ya luce amenazante para el sistema financiero tradicional, los dolores de crecimiento, en su caso, provienen del exterior.
Ataques de nivel Estatal, como su reiterada prohibición en China o los intentos de captura regulatoria siguiendo las recomendaciones de la GAFI, han demostrado la robustez de Bitcoin para adaptarse a las condiciones adversas que buscan amenazar su crecimiento.
Es precisamente gracias a la mitigación de la confianza en terceros, a no depender de nadie y ser un organismo viviente, distribuido en cada uno de sus participantes, que Bitcoin se mantiene resiliente, estampando el tiempo en cada uno de sus bloques.