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La inversión a largo plazo, así como los pagos transfronterizos, son otros catalizadores.
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El exchange confía en que el nuevo gobierno mexicano establecerá regulaciones.
En México, tres factores económicos clave están impulsando la adopción de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas a un paso acelerado, los dos más evidentes son: las remesas y la inflación. Se trata de elementos que no solo reflejan las necesidades financieras actuales de muchos mexicanos, sino que también subrayan una clara tendencia global hacia las alternativas digitales para el uso y gestión del dinero.
Jorge López Farjeat, director de desarrollo de negocios en TruBit, que es uno de los exchanges de criptomonedas más representativos de México, dijo a CriptoNoticias que el crecimiento de la adopción de estos activos en el país azteca responde, además, a una “necesidad tangible” en el comercio transfronterizo, que está impulsado por las relaciones comerciales con América Latina, Estados Unidos y Asia.
Para López Farjeat, en México, los usuarios han encontrado en las criptomonedas “una herramienta para diversificar su portafolio y mitigar la volatilidad de sus monedas locales, evitando correlaciones con el sistema tradicional”.
“El aumento en el uso de criptomonedas responde a una combinación de factores como el envío de remesas, pagos internacionales y la diversificación financiera. Estas necesidades han impulsado una mayor demanda de información, foros y eventos educativos, mostrando un interés sostenido en la industria de criptoactivos”, dijo López.
Algo que destacó el directivo es que el uso de criptomonedas en México varía según el perfil del usuario. Como lo explicó, las personas generalmente las emplean para realizar pagos del día a día, inversión y enviar dinero a otros países de manera más rápida. Mientras tanto, dijo, las empresas recurren a ellas principalmente para agilizar pagos transfronterizos y reducir costos operativos.
Volviendo al tema de la inflación, Farjeat reconoce que este fenómeno económico ha motivado a muchos usuarios en América Latina, y más allá de solo México, “a buscar refugios de valor alternativos”, como bitcoin y las criptomonedas.
Los comentarios de López Farjeat coinciden con el hecho de que México es actualmente un país líder en la adopción de criptomonedas a nivel mundial. Esto según el Índice de Adopción de Chainalysis, que ubica a México en el puesto 14. Esta posición coloca a la nación azteca por encima de Argentina, que es otro de los bastiones de la adopción de criptomonedas en Latinoamérica y el mundo, tal como reportó CriptoNoticias.
TruBit confía en la gestión de Sheinbaum
Durante la entrevista, se le consultó al directivo cuál era la posición de la empresa TruBit ante el hecho de que el gobierno de Claudia Sheinbaum no tenga interés en Bitcoin y su ecosistema. Su respuesta fue clara: “confiamos en el gobierno”.
“Aunque el regulador aún no ha definido un marco claro para los activos virtuales, confiamos en que el gobierno actual impulsará una regulación integral para la industria, mejorando las condiciones operativas del sector”, declaró López.
“Estos esfuerzos buscan establecer una normativa congruente y adaptada a las necesidades del mercado mexicano, permitiendo a los usuarios operar con confianza y seguridad”, comentó.
Para el ejecutivo, es “esencial” construir puentes entre la industria de las criptomonedas y el gobierno. Esto, “para desarrollar un marco regulatorio sólido, que no solo responda a las necesidades de los mexicanos, sino que también promueva una adopción responsable de estas tecnologías”, explicó.
López también mencionó que, aunque México ya cuenta con una regulación específica para activos virtuales, que es la Ley Fintech, “esta sigue siendo limitada y deja espacio para interpretaciones tanto de empresas como de autoridades”.
La Ley Fintech de México, que está vigente desde 2019, se encarga de regular el uso de los criptoactivos por parte de las instituciones de tecnología financiera que operan con este tipo de activos. Sin embargo, esa legislación ha sido duramente cuestionada desde la propia industria.
Ya desde ese año, analistas advirtieron a CriptoNoticias que la Ley Fintech limitaba el desarrollo de las criptomonedas. También, que obstaculizaba el desarrollo de proyectos vinculados a estos activos en México. Esto debido a que la normativa no aporta mayor claridad sobre las posibilidades de los proyectos enfocados en criptomonedas.
Ante tal situación, en el 2022 la comunidad bitcoiner de México abogó por una actualización de la Ley Fintech, al considerarla “corta para cubrir las necesidades del ecosistema”, tal como fue informado por este medio.
El mayor desafío: la falta de educación
Por otro lado, se le consultó a Farjeat sobre cuál es el mayor desafío para que un exchange de bitcoin y criptomonedas se instaure en tierra mexicana.
Como lo explicó, la mayor dificultad está en la falta de educación en la población sobre el ecosistema de las criptomonedas. Y no es poca cosa, a saber, que la ausencia de conocimiento “abre la puerta a fraudes y genera desconfianza”.
“Sin embargo, estamos viendo un esfuerzo creciente por parte de empresas y organismos para combatir estos problemas, incrementando la educación y fomentando la confianza en los criptoactivos. Esta es una pieza fundamental para la adopción sostenida y el crecimiento del mercado en México”, señaló.
Muestra de ello es el reciente programa de capacitación en Bitcoin que se llevó adelante en el estado de Puebla, a través de un hackathón. También, la alianza alcanzada entre la Universidad Autónoma de Nayarit y la firma Zona Tres, para lanzar iniciativas educacionales sobre el ecosistema, tal como informó CriptoNoticias.
Como forma de orientar esfuerzos hacia la educación de Bitcoin y las criptomonedas, TruBit, también ofrece información y recursos sobre criptoactivos a través de una academia llamada TruBit Academy, según explicó el directivo. Además, la empresa ha creado alianzas con firmas internacionales como Reap y Bridge, para ampliar su papel en el ecosistema de criptomonedas más allá de México.
Las razones expuestas por Farjeat sobre la creciente adopción de bitcoin y criptomonedas en México dejan ver que el ecosistema aún es incipiente y que todavía tiene camino por delante en esa nación. Es un escenario que implica un desarrollo más amplio por parte de la comunidad y, a su vez, la participación de un Estado mexicano que, hoy por hoy, sigue sin aportar mucho al sector emergente.