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El biogás se genera por la degradación de la materia orgánica mediante la acción de microorganismos.
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Puede ser usado para diversos fines, por ejemplo, para minar Bitcoin.
Una granja de minería de Bitcoin recientemente inaugurada en la Provincia de Córdoba, Argentina, emplea los residuos de la industria ganadera para producir la energía eléctrica que consume. CriptoNoticias conversó con José Sarasola, cofundador y CEO de CryptoGranjas, la empresa que provee la infraestructura necesaria para tal actividad.
«Junto con mis socios desarrollamos una startup tecnológica que se especializa en minar Bitcoin utilizando excremento de animales y otros desechos industriales que resultan tóxicos para el ambiente», comenta el emprendedor.
Sarasola, graduado en negocios en la universidad australiana Nueva Gales del Sur, dio sus primeros pasos en la minería de Bitcoin junto con su socio Kevin Belcher en 2017. Por aquel entonces compraron en eBay un equipo de minería usado, pero no funcionaba. «Tuvimos que abrirlo y desarmarlo íntegro», comenta y añade: «fue así como, sin buscarlo, terminamos inmersos en la fascinante industria de la criptominería».
A partir de entonces, siguieron importando equipos y armando granjas de minería de Bitcoin para terceros. Como representantes de Avalon Miner en Argentina pudieron ofrecer a sus clientes «no solo las máquinas, sino también la instalación, configuración y mantenimiento de los equipos de las granjas», explica el empresario.
Pero, poco a poco, la minería de Bitcoin comenzó a ganar mala reputación, en general. Como CriptoNoticias reportó en numerosas ocasiones, el consumo energético de esta industria es criticado por ambientalistas y por personas que consideran que es un desperdicio. Sarasola vio eso como una oportunidad:
«Empezamos a buscar posibles soluciones para cambiar el paradigma. Es decir, queríamos encontrar la fórmula para que minar Bitcoin, en vez de malo, sea bueno para el ambiente. Trabajamos mucho tiempo analizando distintas tecnologías existentes, hasta que encontramos el biogás, una forma de generar electricidad a partir del excremento de los animales».
José Sarasola, cofundador y CEO de CryptoGranjas.
«Nuestra forma de minar Bitcoin, además de rentable, es ecológica y sustentable», dice el CEO de CryptoGranjas y lo fundamenta al explicar que «captura emisiones de carbono, elimina residuos tóxicos y los transforma en fertilizantes». Añade que, además, resuelven el problema de los productores agropecuarios e industriales que no saben qué hacer con sus residuos: «nosotros los utilizamos para minar Bitcoin».
La empresa tiene planes de expansión y su cofundador está convencido de que, cuanto más crecen, mejor es para el planeta.
Además de la granja recientemente inaugurada, al sur de Córdoba, Sarasola cuenta que están trabajando para tener una segunda granja en funcionamiento antes de fin de año. «Hemos lanzado un fideicomiso al costo para construir la tercera bio-CryptoGranja, donde pueden participar inversionistas particulares, grandes y pequeños», añade.
CryptoGranjas ofrece diversas formas de contratación del servicio. En alguna de ellas, el equipo de ingenieros de la empresa se ocupa de toda la operación. En otras, el cliente puede aportar algunos elementos como infraestructura, energía y maquinas mineras. También hay una modalidad a la que denominan «llave en mano», en la cual la empresa solo se ocupa del set-up y entrega la granja funcionando al cliente. Cuentan con operaciones en Buenos Aires, Tierra del Fuego y Salta.
«¿En cuánto tiempo se podría recuperar, de forma estimada, la inversión inicial con una ‘bio-granja’ de minería de Bitcoin?», le preguntó CriptoNoticias a Sarasaola. Esta fue su respuesta:
«Nosotros tenemos una frase de cabecera: no tenemos el ROI [retorno de la inversión] más alto, pero sí el más seguro. Porque las bio-cryptogranjas implican la construcción de una planta de energía. Entonces, cuando bitcoin entra en una etapa de bear market, la energía que produce la bio-cryptogranja se inyecta en la red, y obtenemos una ganancia por esa producción. Es decir, obtenemos lo mejor de ambas industrias: la energética y la de las criptomonedas».
José Sarasola, cofundador y CEO de CryptoGranjas.
Al igual que en Argentina, la minería de Bitcoin con biogás y otras energías renovables o limpias se expande en varias partes del mundo. Por ejemplo, en Guatemala, la minería a base de biogás se propone como una alternativa para el saneamiento del Lago Atitlán.
También, según un reciente reporte del Consejo de Mineros de los Estados Unidos, estima que un 60% de la producción de bitcoin a nivel mundial se efectúa con fuentes de energía sustentable. Todo pone en evidencia que los críticos de la minería cada vez tienen menos fundamentos para sus acusaciones.
«Argentina es uno de los países con mayor potencial para la minería de Bitcoin»
El diálogo con el emprendedor argentino giró luego hacia los desafíos, fortalezas y debilidades de minar Bitcoin en el país sudamericano. Sarasola dice con firmeza que «Argentina es uno de los países con mayor potencial para la minería de Bitcoin» y justifica su afirmación en base a varios factores:
«Tenemos una mano de obra altamente calificada, que es necesaria para el armado de granjas y manejo de equipos de minería. Además, la electricidad se paga en pesos y las máquinas de minería generan un producto que cotiza en dólares. Es decir, los costos están pesificados y la facturación dolarizada».
José Sarasola, cofundador y CEO de CryptoGranjas.
Él considera que la minería de Bitcoin no solo beneficia a quienes la ejercen, sino también a la nación que la permite. «Hay quienes piensan que esto es malo para la economía de nuestro país. Pero, al contrario, es buenísimo, porque generamos divisas. Es decir, inyectamos dólares en la economía argentina», explica.
Aun así, es consciente de las dificultades existentes: «Vivimos en un país con poca estabilidad y esto, para cualquier inversionista, es muy desalentador». De todos modos, sostiene que el modelo de negocio de su empresa no está atado a la volatilidad cambiaria, sino que «es simplemente un acuerdo entre privados para construir plantas de energía verde que minen bitcoins a partir de desechos».