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Universidades de todo el mundo acuden a protocolos distribuidos para emitir sus titulaciones
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Los títulos certificados registrados en la cadena de bloques pueden verificarse internacionalmente
Aunque la tecnología de criptoactivos ha visto su mayor nivel de aceptación en sectores como el de las finanzas y la economía, con el paso del tiempo está irrumpiendo cada vez más en diversas áreas de la vida cotidiana. El sector educativo no es una excepción y también se ha visto impulsado por cambios promovidos a partir del uso de estas herramientas.
A pesar de que los avances en esta tecnología no son tan acelerados, debido a su poco tiempo de haberse creado, muchas startups han optado por incursionar en el campo educativo utilizándola para generar innovaciones en algunos de los procesos que se venían manejando de forma tradicional.
Al respecto se manifiestan Don y Alex Tapscott en un artículo publicado en el libro Blockchain en la Educación (2018), donde señalan que las oportunidades para los innovadores en educación superior se agrupan en cuatro categorías, relacionadas con el desarrollo de una nueva forma de pedagogía, con los mecanismos de financiamiento de la educación (pago de matrículas, créditos u otros), el diseño de nuevos modelos educativos y la protección de la la identidad, los registros y credenciales de los estudiantes.
Sobre estos aspectos, el Joint Research Centre (JRC) del servicio de Ciencia y Conocimiento de la Comisión Europea realizó un estudio durante el año pasado, en el cual examina las posibles contribuciones de la tecnología de criptoactivos en el ámbito de la emisión de certificados digitales, así como en la protección de la propiedad intelectual de las investigaciones universitarias.
Aunque el análisis del JRC considera que la relación de blockchain con la educación se encuentra en una fase embrionaria, menciona las ventajas de algunas de las implementaciones tecnológicas que están en avance actualmente en instituciones educativas, entre las cuales destaca la validación de cursos y la entrega de certificados digitales. Se trata de procesos que se ha sido renovados, a partir de la inmutabilidad de los registros en la cadena de bloques y su capacidad para garantizar la validez de documentos, incluso si una institución deja de funcionar o un sistema educativo sufre un colapso debido a situaciones de guerra o catástrofes.
La certificación digital en avance
Las informaciones publicadas en los medios sobre el uso de la tecnología de criptoactivos dan cuenta de su aplicación en el ámbito educativo, destacando principalmente su uso en la entrega de certificados y diplomas.
Aunque las pioneras en este modalidad son la Universidad de Nicosia, en Chipre, y la Escuela Holberton, en Estados Unidos, la emisión de certificados digitales está entrando en tendencia, siendo seguida por muchas universidades a nivel internacional.
En junio pasado el Instituto Tecnológico de Monterrey, en México, anunció la certificación digital en la red blockchain de IBM de los diplomas que entrega a través de la Vicerrectoría de Educación Continua. Mientras, el Consejo de Exámenes y Certificaciones del Caribe planea hacer una prueba piloto mediante la cual emitirá títulos y certificados digitales empleando las blockchains de Bitcoin y Ethereum.
Varias universidades españolas también siguen la tendencia, dada la decisión de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), y el Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), de comenzar a entregar sus títulos validados en la cadena de bloques de Ethereum.
Otras casas de estudio que certifican sus títulos en blockchain son las universidades de Cambridge, la de Manchester y la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, en Reino Unido; el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Texas, la Universidad de California y el Central New Mexico Community College, de Nuevo México, en Estados Unidos; y la Universidad de Melbourne, en Australia. Hasta el Ministerio de Educación y Empleo de Malta lanzó en 2017 un programa piloto de nación-estado para la emisión de credenciales de blockchain.
Blockchain como notario público
El estudio de la Comisión Europea resalta el hecho de que los sistemas de certificación digital preexistentes, usados por muchos centros académicos, tal como Badgr y Open Badges de Mozilla (plataforma gratuita y de código abierto para la emisión de insignias digitales), están siendo sustituidos o complementados por las certificaciones verificadas en protocolos de criptoactivos.
En ese sentido, la investigación destaca las ventajas de la tecnología de criptoactivos sobre los sistemas tradicionales, como los certificados físicos en papel y los certificados digitales “regulares”.
Respecto a los primeros (papel) se menciona que su trámite puede resultar costoso a fin de hacerlos más seguros y evitar su falsificación, requiriendo más recursos humanos para su elaboración, junto al hecho de pueden extraviarse o dañarse. Mientras que los segundos (digitales) son más susceptibles a la falsificación, pérdida y fuga de datos, además de requerir firmas digitales para su validación. En este punto la tecnología de contabilidad distribuida surge como un elemento novedoso, que proporciona una infraestructura más segura para la certificación digital.
De esta forma, el usuario puede almacenar su propia información de identificación personal y su certificado en un dispositivo personal, como un teléfono móvil inteligente, y lo puede compartir con terceros cuando sea necesario. El emisor del certificado valida la información allí contenida, la cual puede ser confirmada en el sistema inmutable de la red, que funciona como una especie de notario digital.
En este sentido, el Joint Research Centre de la Comisión Europea establece en el estudio anteriormente citado:
Cuando la blockchain es aplicada a la emisión de certificados, existe una oportunidad no solo para verificar credenciales sin utilizar intermediarios, sino para enriquecer y añadir valor al ecosistema de certificación digital existente, tales com BADGR y Mozilla Open Badge que son utilizadas en algunas prestigiosas instituciones académicas. El objeto de notariar los certificados en una blockchain existe en tanto transformar un certificado digital que un estudiante recibe de forma privada en una pieza de información automáticamente verificable, que puede ser consultada por terceras partes a través de un sistema de pruebas inmutables, en una blockchain pública.
Joint Research Centre
En general, el sistema funciona proporcionando al estudiante que completa algún programa educativo, el acceso a un portal donde se halla registrada en blockchain la certificación de la que se hizo acreedor. Allí se le provee de un enlace que puede compartir en redes sociales, como Facebook y LinkedIn.
Las empresas o terceros interesados en verificar la información pueden acceder, desde cualquier lugar, a ese enlace para confirmar que es cierta, tomando en cuenta que el certificado emitido incluye una identificación única, la fecha y hora de emisión del título, y el bloque de registro.
Sistemas de certificación
Para el desarrollo de los sistemas de certificación, los desarrolladores han trabajado tanto la red de Bitcoin como la de Ethereum. Sobre ello, la Universidad de Nicosia, en Chipre, una de las pioneras que comenzó a emitir titulaciones digitales en 2014, usa el protocolo y la cadena de bloques de Bitcoin.
En esta red la información es identificada por hashes, direcciones basadas en combinaciones alfanuméricas generadas por un algoritmo criptográfico para autenticar cada bloque de información, en este caso, los certificados. Este sistema también comenzó a ser usado en 2015 por la Escuela Holberton en Estados Unidos.
El uso de la red de Ethereum para este mismo fin comenzó a explorarse en 2016, aunque su avance se vio brevemente afectado por la bifurcación fuerte del protocolo ocurrida ese año. Pero el crecimiento posterior de la red la hizo fuerte candidata para la emisión de certificaciones digitales, partiendo del desarrollo de los contratos inteligentes, donde se pueden emitir, almacenar y verificar los certificados digitales.
La popularidad de Blockcerts
Entre los sistemas más utilizados por los centros académicos para elaborar certificados digitales se encuentra Blockcerts (Blockchain Certificates) , un conjunto de herramientas de código abierto que cualquier desarrollador o institución puede usar para emitir y verificar las credenciales educativas.
La investigación sobre este sistema se inició en 2015 en el Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), junto a la compañía de software Learning Machine. Las pruebas piloto, basadas en la red de Bitcoin comenzaron a realizarse en 2017, entregando más de 100 diplomas a estudiantes de postgrado. Posteriormente los desarrolladores proporcionaron una serie de patrones comunes a fin de que las credenciales puedan ser emitidas y verificadas en cualquier red y en diferentes dominios de mercado, dando paso a su implementación en la red de Ethereum.
La aplicación provee al estudiante de una cartera digital gratuita, disponible para iOS y Android, que funciona como un archivo privado de certificaciones. No se necesita crear ninguna cuenta asociada a una institución o a una empresa de software para su uso. Pero, si la institución que emite el título así lo requiere, puede incrementar la seguridad exigiendo que quien reciba el blockcert se identifique con una cuenta personal de la institución. El código de la cartera es abierto, de forma que cualquiera puede inspeccionarlo y usarlo para construir su propia cartera compatible a su sistema.
Nuevos desarrollos
Blockcerts se ha convertido en uno de los sistemas favoritos y es el más utilizado por las instituciones educativas que entregan certificaciones digitales. Pero debido a la expansión del ecosistema, en los últimos años han surgido nuevas redes que sirven de base para la emisión de sus titulaciones. Entre ellos está el sistema Certiblock, desarrollado por la Universidad Internacional de La Rioja, en España.
La propuesta fue desarrollada por docentes y estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología y plantea que los certificados se almacenen en un contrato inteligente de Ethereum, en el que la entidad responsable crea un ID para el alumno, facilitando a los terceros la labor de comprobación de la veracidad del título. Para ello, los egresados deberán registrarse y crear una identificación única que le permitirá el acceso al contrato.
Por su parte la startup española SmartDegrees implementó en julio pasado un nuevo sistema, en fase piloto, con el objetivo de ofrecer servicios de registro y certificación de títulos en blockchain para la Universidad Carlos III de Madrid. SmartDegrees utiliza Quorum, basado en la red de Ethereum, a través de la cual los egresados y sus probables empleadores disponen de una aplicación que permite compartir y certificar datos vinculados a la titulación.
Paralelamente, el Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), también en España, utiliza desde este año los servicios de Nodalblock, una firma de certificación de información, para la emisión de certificaciones digitales en la blockchain de Ethereum.
Otras instituciones, como el Tecnológico de Monterrey, aprovechan el sistema de insignias digitales que provee Acclaim, de Credly, facilitando que muchas universidades y empresas -entre ellas IBM- puedan implementarlo en sus plataformas y se apropien del sistema para otorgar no solo diplomas y acreditaciones formales, sino insignias o reconocimientos que validen a nivel curricular las competencias y habilidades de las personas.
Iniciativas diversas en educación
Los desarrollos sobre las certificaciones académicas digitales siguen en auge, y cada día surgen más sistemas basados en protocolos de criptoactivos que ofrecen esta posibilidad. También hay iniciativas que apuntan a crear credenciales en la cadena de bloques con todos los registros educativos de los estudiantes archivados en una red descentralizada. Sony e IBM se asociaron para desarrollar una plataforma de registros educativos que permitirá compartir los registros de los estudiantes, incluyendo actividades que van más allá de las certificaciones, tales como registros de asistencia y referencias de la institución.
En este sentido, la Universidad de Texas (TEx) lleva adelante un programa para el «Desarrollo de una mejor experiencia educativa» con ChainScript. El objetivo es crear una cartera inmutable para cada estudiante que incluirá créditos, competencias, microcertificados, títulos y otros registros de logros.
De esta manera, los cambios que esta tecnología están generando en el sector siguen en marcha, pues también aumenta el número de universidades e instituciones que ofrecen cursos y cátedras sobre criptomonedas y tecnología de criptoactivos. Muchas de ellas ya aceptan el pago de la matrícula con criptomonedas.
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