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Prescindir de las autoridades centrales que fungen como intermediarios financieros entre pares.
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Darle el poder de sus finanzas a sus respectivos dueƱos con un sistema financiero descentralizado.
3 de enero de 2009. El bloque gĆ©nesis de Bitcoin no solo marcó el inicio de la cadena de bloques, sino que, ademĆ”s, en Ć©l quedó grabado el titular del diario britĆ”nico The Times de ese mismo dĆa, el cual enunciaba: āChancellor on brink of second bailout for Banksā (āCanciller a punto de segundo rescate para los bancosā). De esa forma, quedaba como huella inmutable la razón de ser de esta tecnologĆa: prescindir de las autoridades centrales que fungen como intermediarios financieros entre pares y que han provocado crisis económicas. ĀæCómo lo harĆa Bitcoin? DĆ”ndole el poder de sus finanzas a sus respectivos dueƱos a travĆ©s de un nuevo sistema financiero descentralizado.
05 de agosto de 2018. 9 aƱos, 7 meses y 2 dĆas despuĆ©s de aquel primer bloque minado en Bitcoin, el ICE (Intercontinental Exchange) anuncia sus intenciones de crear una plataforma regulada que funcione como un cauce del mercado de Bitcoin, un intento de consolidar las expectativas que hay sobre una tecnologĆa que el dueƱo de la compaƱĆa sugiere que nació defectuosa.
AdemÔs de ser una afirmación arrogante, que representa los intereses de un grupo de personas ataviadas con una moral engañosa sobre cómo deben funcionar las finanzas, nada mÔs alejado de la razón de ser de Bitcoin que las intenciones del ICE.
Si bien es cierto que el precio de la criptomoneda de BitcoinĀ es muy volĆ”til y que el proyecto en sĆ no ha terminado de madurar (aun cuando cada dĆa hay mĆ”s nuevas y mejores propuestas para aumentar su escalabilidad y favorecer su adopción masiva), Bitcoin tiene desde sus inicios objetivos bien claros: la descentralización financiera y la eliminación de la censura y de la burocracia bancaria.
Dicho esto, resulta irónico que ICE intente āarreglar a Bitcoinā mediante la centralización, cuando justamente Bitcoin nació para prescindir de la confianza en intermediarios de este tipo, depositĆ”ndola ahora en un código basado en pruebas criptogrĆ”ficas.
La infraestructura de este sistema llamado Bitcoin fue pensada para que esto no ocurriera. Por lo menos no desde el punto de vista tƩcnico. Es imposible que el ICE centralice, tƩcnicamente hablando, a Bitcoin.
Sin embargo, desde el ICE planean una centralización a su mercado. El ICE manifestó que sus ETF serĆan los primeros en liquidarse en bitcoins. AdemĆ”s, seƱalaron que las transacciones asociadas a sus ETF no se verĆan reflejadas en la cadena de bloques de Bitcoin. Para ello, tienen previsto crear un fondo de bitcoins, de tal manera que aspiran comprar gran parte de estas criptomonedas y centralizarlas para manejarlas a su antojo en una especie de cadena lateral a Bitcoin; dichas transacciones no se harĆan de manera pĆŗblica y visible.
No obstante, como se indica en una de las pÔginas oficiales de Bitcoin, por mÔs que alguien se empeñe en comprar todos los bitcoins, no podrÔ lograrlo: aún faltan muchos bitcoins por ser emitidos. Pero ello no implica que no puedan manipular el mercado, dada la volatilidad de la criptomoneda.
Lo que ICE ofrece como solución a Bitcoin es justamente lo que esta tecnologĆa desecha. AdemĆ”s, tras 9 aƱos de desarrollo, Bitcoin ha demostrado que para florecer no ha necesitado ser un activo financiero mĆ”s de Wall Street. De hecho, podrĆa decirse que, en todo este tiempo, Bitcoin ha superado con su transparencia a un mercado esencialmente opaco, como Wall Street.
Bitcoin es un sistema que solo depende de la comunidad de desarrolladores, mineros y usuarios. Es un proyecto global de libertad financiera que no depende ni siquiera de su propio creador o creadores. Su activo, la criptomoneda bitcoin, tiene una forma descentralizada de emisión, distinto a como ocurre con los billetes y monedas emitidas por los bancos.
A diferencia de los sistemas financieros tradicionales, donde la emisión de dinero depende de la voluntad de polĆticos, lo que ha conducido a economĆas inflacionarias, la emisión de bitcoins es finita y controlada por matemĆ”ticas. La volatilidad de su precio, si bien es innegable en la actualidad, se estabilizarĆ” con el aumento de la adopción en el futuro.
Por otro lado, el acceso al criptomercado se encuentra abierto para cualquier interesado que cuente con una cartera de criptomonedas. Mientras que Wall Street restringe la participación a inversionistas certificados bajo sus propios estatutos, el criptomonercado es accesible a cualquiera con acceso a Internet, democratizando la posibilidad de invertir.
Centralizar a Bitcoin desde Wall Street implicarĆa el fin de este proyecto debido a que matarĆa su esencia (la descentralización financiera) y lo convertirĆa en una especie de dólar digital (dólar porque esa es la moneda que domina el mercado mundial). Por ello, anuncios como el de ICE no son dignos de alegrĆa para quienes defienden la visión de Bitcoin. No obstante, estas noticias provocan en algunos usuarios de Bitcoin una alegrĆa efĆmera, insustancial, basada Ćŗnicamente en la volatilidad de los precios; lo cual es completamente intrascendente y prescindible para el objetivo Ćŗltimo de la tecnologĆa.
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