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Se espera que hoy Trump incluya a Bitcoin en las 100 órdenes ejecutivas que se dice emitirá.
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Bitcoin y las stablecoin se consideran herramientas potenciales para fortalecer al dólar.
El presidente electo Donald Trump será investido hoy como el 47.º presidente de los Estados Unidos, un gobierno que se centrará en cumplir con el MAGA (Make America Great Again o hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, lema electoral de Trump). Por ello se presagia un gobierno más severo, que pondrá al mundo entero en un estado de tensión extrema.
Este cambio de poder se da en un contexto global complejo, en el que China participa en una competencia estratégica con Estados Unidos; Rusia invadió a Ucrania, mientras que Corea del Norte e Irán están trabajando estrechamente para desafiar la hegemonía estadounidense. Desde hoy, su primer día de gobierno, se espera que impulse los asuntos estatales a través de alrededor de 100 órdenes ejecutivas sobre economía, comercio, inmigración, energía, política exterior y también sobre Bitcoin.
Las miradas del mundo están posadas hoy en la Casa Blanca y también en lo que dirá Trump sobre Bitcoin, una red financiera descentralizada que podría ser el esqueleto de la nueva era digital, según un análisis profundo de Bitcoin Policy Institute. Un documento firmado por Matthew Pines, director de estrategia del instituto, propone que Estados Unidos adopte políticas favorables a la moneda digital pionera para contrarrestar los desequilibrios globales y mantener su liderazgo económico y geopolítico en un mundo en rápida transformación.
«En el centro de esta posible estrategia geoeconómica se encuentra un sistema monetario renovado –un “Bretton Woods 3.0”– que combina la estabilidad de los activos de reserva tradicionales, como el oro y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, con herramientas financieras emergentes como bitcoin y las stablecoins respaldadas por el dólar. Al aprovechar estos activos, Estados Unidos puede modernizar su arquitectura financiera, estabilizar su posición fiscal y fortalecer la confianza en el sistema del dólar».
Matthew Pines, director de estrategia del Bitcoin Policy Institute.
El documento destaca varios desafíos que enfrenta el sistema geoeconómico actual: desequilibrios estructurales, una deuda insostenible y una competencia geopolítica intensificada. En particular, señala la dependencia de EE.UU. en el consumo financiado por deuda y de China en la inversión en activos fijos, lo que genera vulnerabilidades significativas. Esto porque EE.UU. se enfrenta a inestabilidades en el mercado de bonos del tesoro, desindustrialización y crecientes tensiones fiscales, agravadas por riesgos cibernéticos.
Propuestas del análisis del Bitcoin Policy Institute:
- Restructuración del orden monetario global: un enfoque híbrido con bonos del Tesoro, oro, y swaps estratégicos para gestionar la curva de rendimiento, junto a políticas internas de reindustrialización y asignación crediticia.
- Bitcoin como herramienta de Estado: propone usar Bitcoin para expandir la red del dólar, aumentar la confianza en los mercados de bonos y reforzar los valores democráticos de EE.UU.
- Reserva estratégica de bitcoin: para diversificar activos y manejar la liquidez durante eventos de monetización de deuda.
Una estrategia con Bitcoin para Estados Unidos
La incorporación de bitcoin podría fortalecer el dominio del dólar, incrementar la demanda de deuda del gobierno estadounidense y estabilizar el mercado del Tesoro, ofreciendo un escudo contra riesgos sistémicos. En ese sentido, el Bitcoin Policy Institute concluye que integrar bitcoin en la estrategia de EE.UU. sería crucial para mantener y expandir su influencia en el siglo XXI.
Entonces sugiere que, si Bretton Woods fue la arquitectura de la economía de post-guerra, la visión de Trump para bitcoin podría ser el esqueleto de la nueva era digital.
Lo que sugiere Matthew en el informe es que Estados Unidos reestructure el orden monetario global. Para ello, propone un enfoque híbrido que combine bonos del Tesoro y oro, con swaps estratégicos para controlar la curva de rendimiento, junto a políticas internas para la reindustrialización y la asignación crediticia estratégica.
En el nuevo orden que surgiría, Bitcoin jugaría un papel crucial como parte de la estrategia. Lo que se propone es que la moneda digital pionera podría ser utilizada como una herramienta de Estado para expandir la red del dólar, aumentar la confianza en los mercados de bonos del Tesoro y reforzar los valores democráticos de EE.UU.
Además, se sugiere que bitcoin podría servir como un contrapeso a las iniciativas de adversarios globales que buscan establecer un nuevo orden monetario basado en oro y monedas digitales de bancos centrales (CBDC). Y destaca la importancia de una Reserva Estratégica de Bitcoin, que permitiría a EE.UU. diversificar sus activos y absorber liquidez durante eventos de monetización de deuda sin distorsionar otros mercados.
El documento aborda cómo bitcoin y las stablecoins podrían reforzar el dominio del dólar, incrementar la demanda de deuda del gobierno estadounidense y estabilizar el mercado del tesoro, ofreciendo protección contra riesgos sistémicos.
En definitiva, la investidura de Donald Trump como el 47.º presidente de los Estados Unidos marca el inicio de una nueva era política, pero también podría ser el punto de partida para una transformación radical en la arquitectura financiera global. Con la mirada del mundo puesta en su discurso y en las posibles políticas que Trump aprobaría a partir de hoy sobre Bitcoin, crece la expectativa sobre cómo la moneda digital podría redefinir el poder económico y geopolítico de Estados Unidos en un mundo digitalizado y en constante cambio.
La propuesta de un «Bretton Woods 3.0» por parte del Bitcoin Policy Institute sugiere un camino hacia un sistema monetario más robusto y adaptable, donde Bitcoin podría aparecer como instrumento estratégico para la estabilidad y el liderazgo estadounidense en un escenario global cada vez más complejo.