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Independientemente de que el presidente cumpla o no, se espera un avance de la adopción de bitcoin.
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Más allá del alza de precio, no creen que incluir a BTC en las reservas de EE. UU. afecte a Bitcoin.
«Los discursos de Trump sobre Bitcoin en realidad han sido bastante ambiguos». Es la primera frase con la que el experto en fiscalidad de criptomonedas español, José Antonio Bravo, responde a una encuesta enviada por CriptoNoticias a fin de conocer la opinión de varios expertos sobre lo que puede esperar el ecosistema de criptomonedas en el próximo gobierno de Donald Trump.
La respuesta de Bravo se compagina con la del abogado y especialista en bitcoin argentino, Camilo Jorajuría, para quien el republicano que acaba de ganar las elecciones de Estados Unidos es solo una figura de autoridad para millones de estadounidenses que deciden seguir su liderazgo.
«En ningún momento Trump siquiera ha sugerido modificaciones regulatorias relativas a la forma de usar dinero y valor», agrega Jorajuría, señalando que lo máximo que planteó «es despedir un empleado federal con cargo alto como Gary Gensler».
La idea es compartida por Bravo, agregando que Trump no habló en ningún momento de la posibilidad de eliminar la potestad de la Reserva Federal de ser emisor único de moneda de curso legal.
Recuerdan así que durante su campaña el presidente electo hizo una serie de promesas que «hay que tener en mente para ver en qué medida va a cumplirlas, e incluso pedir más de lo que prometió, sobre todo por parte de los ciudadanos estadounidenses», manifestó Bravo.
Un seguimiento que hay que hacer «no porque Bitcoin lo necesite sino porque su cumplimiento podría ayudar a promover la adopción a nivel global», comenta Mauricio Tovar, representante de Colombia ante la Alianza Blockchain Iberoamérica, insistiendo en que la comunidad debe ser muy crítica durante el nuevo mandato.
Bitcoin pone al dólar en riesgo
De esta forma, los tres bitcoiners ofrecen sus impresiones sobre lo que significa la victoria de Donald Trump para el sector de las criptomonedas, tomando en cuenta el compromiso que adquirió durante la campaña electoral. Esto, tras pronunciarse a favor del ecosistema asegurando que cambiaría la política anti-bitcoin del gobierno de Joe Biden.
José Antonio Bravo expresa sus dudas sobre la comprensión que tiene Trump de Bitcoin, viendo su acercamiento solamente como parte de una estrategia política.
Personalmente, considero que el alineamiento de Trump con Bitcoin es táctico y circunstancial. En su discurso de Nashville se dirigió más al universo de las criptomonedas que a Bitcoin concretamente. Por no hablar del proyecto DeFi que lanzó su familia aprovechando su imagen. No tengo claro que Trump entienda bien Bitcoin, ni tampoco que aquellas personas más cercanas a él lo entiendan bien.
José Antonio Bravo, experto en fiscalidad de criptomonedas.
Para el bitcoiner español, la falta de comprensión de Trump sobre bitcoin se hizo evidente cuando habló de «llevar el ideario Bitcoin inmaculado a la Casa Blanca», principalmente porque esta promesa pone en riesgo la hegemonía mundial del dólar, la moneda fíat de EE. UU. más utilizada en el comercio mundial.
«Un programa Bitcoin puro supondría eliminar esta hegemonía, y no veo cómo cuadrar ese punto en el programa republicano», alega Bravo.
Sobre este tema, Jorajuría recuerda que la moneda fíat es usada para «exportar la inflación local». Piensa por tanto que, a medida que bitcoin siga absorbiendo el valor del dólar, la economía del país deberá adaptarse a una realidad totalmente diferente a la de «la era pre-bitcoin».
Si la moneda creada por Satoshi Nakamoto entra formalmente en la agenda presidencial ya no podrán continuar exportando su inflación. «No pareciera que este espinoso tema esté en agenda del flamante presidente, quien ha hecho varias menciones respecto a querer fortalecer el dólar«.
Tomando en cuenta estas ideas, luce difícil que Trump declare a BTC como moneda de curso legal. «No creo que EE. UU. vaya a adoptarla porque, a diferencia de El Salvador, el dólar es su moneda nativa y también es activo de reserva y referencia mundial. Por eso Estados Unidos sería el último de los países en promover a bitcoin como moneda de curso», expresa Mauricio Tovar.
El bitcoiner colombiano piensa que son mayores las posibilidades de que los países dolarizados, cuyo banco central no tenga una moneda nativa, sean los siguientes en adoptar a bitcoin como moneda de curso legal. Un concepto que según Bravo va en contra de las decisiones voluntarias individuales y que debería ser sustituido por el «libre uso de medios de cambio», siempre que las partes lo acuerden.
Si BTC entra en las reservas nada cambia para Bitcoin
Sobre la posibilidad de que la pionera de las criptomonedas se agregue a las reservas estratégicas de Estados Unidos, los consultados coinciden en que la medida solo tendría repercusiones en el precio de BTC, que se dispararía al alza.
Si la propuesta de incluir a bitcoin en las reservas de EE. UU. se llega a dar, hará que otros países quieran seguir el ejemplo y eso incentivaría la competencia. Obviamente eso va a incrementar la demanda causando una subida el precio, debido a que por la emisión limitada de BTC se generaría una fuerte presión en el mercado.
Mauricio Tovar, Alianza Blockchain Iberoamérica en Colombia.
En este punto, Tovar hace referencia a la propuesta que hizo Trump en Nashville, donde respaldó el proyecto de ley presentado por la senadora republicana Cynthia Lummis. De acuerdo con el plan, el gobierno compraría un millón de bitcoins (el 5% de la circulación total de la moneda) en los próximos cinco años.
«Este plan también tiene un efecto neutral para el protocolo, aunque pueda ser beneficioso para el precio del activo», dijo Bravo, pues al igual que MicroStrategy su «voto» vale igual que el de cualquier persona que tenga unos satoshis. «Si proponen algo y el resto de la comunidad se opone, da igual la cantidad de sats que tengan».
En ese sentido, sea cual sea el curso de acción de Trump, Camilo Jorajuría afirma que los gobiernos tienen ahora el último chance para acumular satoshis usando la impresora fíat. El bitcoiner espera que cuando el fíat termine de perder su valor «estaremos en una economía hiperbitcoinizada donde tanto individuos como Estados habrán acumulado BTC». Prevé así que siga en ascenso la adopción mundial.
Luego de gastar sus BTC no podrán imprimir más dinero para recuperar los sats y tampoco podrán recaudar por la fuerza ni embargar la red. Por lo tanto, a largo plazo, «la adopción estatal (al igual que los ataques gubernamentales) también sería irrelevante para la red Bitcoin».
Este supuesto también incluye a la minería de Bitcoin. Trump se reunió con los mineros y les prometió que todos los BTC restantes se emitirían en EE. UU. Un área donde Tovar recomienda evitar que se produzca una alta concentración de la industria en EE. UU. como camino para evitar que se repita lo que ocurrió en China.
Trump es un solo un político, se puede esperar más control
En términos generales, la visión de los bitcoiners sobre lo que espera al ecosistema con Trump se enfila a considerarlo solo como un político más. Al igual que su oponente (Kamala Harris), fomenta las normas GAFI y todas aquellas relativas a controles financieros, indica Camilo.
«Que el autoritarismo sea representado por una derecha con discurso pro-empresa y conservador (en el sentido americano de la palabra) poco o nada cambia la realidad con respecto a la otra opción consistente en un autoritarismo progre de izquierda», añade.
No obstante, aunque el experto argentino no está seguro de que el presidente vaya a hacer lo que prometió, espera que durante este mandato tome un curso de acción más justo que el de su anterior gobierno. Aunque tiene dudas de sus acciones ante algunos temas álgidos.
Sin perjuicio de esto me pregunto: ¿Qué haría Trump durante su mandato con respecto a quien construyera y pusiera en producción un nuevo Silk Road? ¿Lo dejaría libre y lo felicitaría por su espíritu emprendedor? Veo eso como muy poco probable.
Camilo Jorajuría, especialista en Bitcoin.
De ahí que se considere importante tomar en cuenta lo que hará el presidente con los desarrolladores. Si apoya su trabajo en libertad sería merecedor del título de «presidente pro-bitcoin».
Ganaría un punto a favor si libera a Ross Ulbritch, que lleva más de 11 años preso luego de ser condenado a varias cadenas perpetuas por el caso Silk Road. Un castigo que ha sido calificado de exagerado.
Pero «hay otras personas, como Roman Sterlingov, que han sido condenadas en un juicio sin las debidas garantías por un presunto uso de BTC para el blanqueo de capitales», alegó José Antonio Bravo, temiendo que sigan estas persecuciones. Citó también a los desarrolladores de Samourai Wallet, Keonne Rodríguez y William Lonergan Hill, pendientes de juicio por considerar que una herramienta es un negocio sujeto a normas antiblanqueo.
«Si no se blinda a los desarrolladores mediante la inclusión del desarrollo de software libre en el ámbito de la libertad de expresión, estamos abocados a nuevas arbitrariedades en la interpretación de las particularidades de ciertas herramientas», concluyó.