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PolloPollo fue uno de dos proyectos enfocados en Venezuela galardonados en LaBITconf.
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El proyecto sirve de intermediario para donaciones a pequeños productores venezolanos.
Todo comenzó cuando Casper Niebe, fundador de PolloPollo y parte del equipo de Obyte, recibió la noticia en Dinamarca: el proyecto para el envío de donaciones usando criptomonedas y contratos inteligentes había sido nominado a los Blockchain 4 Humanity Awards 2019.
Los premios serían entregados en diciembre, durante la séptima edición de la Latin American Bitcoin & Blockchain Conference (LaBITconf), a realizarse en Montevideo, capital de Uruguay. El elegido para asistir en nombre del proyecto fue Santiago Law, representante del mismo en Venezuela. A pesar de la cercanía geográfica, el viaje tuvo más complicaciones de las esperadas, comentó el representante del proyecto en exclusiva para CriptoNoticias.
Para empezar, Law no tenía su pasaporte vigente. Su documento internacional solo tenía una extensión emitida por Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido por varios países como máxima autoridad venezolana. Aunque algunos países aceptaban dicha prórroga, el documento no era válido para abordar un vuelo en Venezuela.
Así, el viaje comenzó con un traslado nacional desde la capital venezolana hasta Puerto Ordaz, una ciudad a 656 km de Caracas, ubicada en la zona sur del país. Luego viajó por tierra al pueblo de Pacaraima en la frontera entre Venezuela y Brasil. De ahí llegó a la ciudad de Boa Vista, después a Manaos. Seguidamente agarró un vuelo a Brasilia, y más tarde tomó otro vuelo para tocar São Paulo. Usó un vehículo para pasar al aeropuerto internacional y de ahí, finalmente, el vuelo a Montevideo.
Santiago nunca había salido del país, al menos no por iniciativa propia (lo hizo estando muy pequeño). En este, su primer viaje como adulto fuera de las fronteras venezolanas, tomó un total de 7 vuelos, 2 autobuses y 4 vehículos de pasajeros. Recorrió más de 10.000 kilómetros (ida y vuelta) para poder decir presente en LaBITConf.
PolloPollo, donaciones con criptomonedas
Cuenta Santiago que la plataforma se inspiró en un proyecto de recompensas que se propuso en la Universidad Simón Bolívar, en Caracas, además de una idea nacida en Dinamarca de comprar tarjetas de regalo equivalentes a EUR 50, cuyos fondos serían usados para comprar cabras a niños o familias africanas. «PolloPollo parte de esa idea, pero se hace con gallinas ponedoras en Venezuela», dice Law.
La plataforma está activa desde 2019, con varios participantes en el proceso. La idea es conformar un sistema de donaciones a productores venezolanos, a través de la compra de productos a vendedores que se suman a la plataforma y reciben pagos con las criptomonedas de los donantes.
Estos vendedores entregan los productos a los solicitantes de esas donaciones en la plataforma. Una vez la persona recibe la donación, marca la finalización de la transacción y el vendedor recibe los fondos en la criptomoneda byte (GBYTE), usada por PolloPollo. Luego, a través de una alianza con la casa de cambio Capybara Exchange, creada por Law, los vendedores pueden cambiar sus obytes por bolívares, la moneda local venezolana, sin comisiones.
Al respecto, Law afirma que aunque se ha establecido una narrativa según la cual en Venezuela hay una alta adopción de las criptomonedas, considera que esto no es así. En efecto, dice, los comerciantes que se involucran en la plataforma suelen preferir la moneda local.
«Los vendedores son los que deciden qué hacen con sus monedas», comenta Santiago. Además de usar la casa de cambio creada por él, pueden optar por hacer sus intercambios en otra casa de cambio que permita movimientos con GBYTE. Por ejemplo, en Bittrex se mueven unos USD 14.000, según el volumen en las últimas 24 horas, en datos de CoinMarketCap.
El servicio de PolloPollo «está enfocado a cualquier persona que necesite las donaciones», dice Santiago. Sin embargo, reconoce que hay personas en situaciones vulnerables que tendrían limitaciones tecnológicas claras para participar en el sistema. Ahí también entra el trabajo de Law, que ha ayudado a interesados a abrir sus cuentas en la plataforma y les enseña a usar el monedero de Obyte.
Planes de PolloPollo a futuro
Actualmente, la plataforma trabaja únicamente con GBYTE. Pero entre los planes de expansión de PolloPollo está la futura incorporación de otras criptomonedas. Se mantendrá el sistema basado en contratos inteligentes creado por Obyte, aunque «la meta es que la plataforma permita donaciones con cualquier criptomoneda», aclaró.
Entre esos planes de expansión, también se plantean la posibilidad de incorporar donaciones con un valor estable en alguna stablecoin anclada al valor de alguna moneda fíat. Con esto, el objetivo es que la transacción no se vea afectada por las fluctuaciones del mercado de criptomonedas.
También tienen planteada la posibilidad de realizar donaciones a través de redes sociales, como Facebook o Twitter. Esto no es nuevo en el ecosistema de criptomonedas, con múltiples robots disponibles para dar propinas o donar criptomonedas a través de esas redes.
Ecosistema de criptomonedas en Venezuela
Law reitera su postura de que el ecosistema de criptomonedas en Venezuela no está tan desarrollado como se hace ver. Al respecto, cuestiona la narrativa de una alta adopción, que se basa en los movimientos en LocalBitcoins y la reciente activación de cajeros y pasarelas de pago.
En su visión, gran parte del movimiento en LocalBitcoins es un proceso que se ejecuta entre comercios o empresarios para acceder a monedas foráneas a través de BTC. Por ello, Law no ve una «adopción real» en el país suramericano.
Se dolarizan a través de BTC. No creen en BTC, no les gusta. Si lo pudieran hacer con USDT (la stablecoin tether, anclada al valor del dólar estadounidense), lo harían. La mayoría de los empresarios lo usan simplemente para dolarizarse.
Santiago Law, representante de PolloPollo en Venezuela
«A la hora de la verdad, el que tiene BTC no quiere pagar con BTC porque normalmente las tiendas aplican una tasa desfavorable», continuó reflexionando Law. En ese sentido, «sale mejor cambiar a bolívares que pagar directamente con bitcoins».
Por otra parte, compara sus esfuerzos por sumar comercios a la iniciativa que representa con otros métodos para buscar adopción. «Yo no ando buscando tiendas de lo que sea para que acepten obytes, porque nadie los va a usar si eso es así. Hay que tener usuarios reales primero», dice, asegurando que PolloPollo puede servir como caso de uso.
Sobre el petro, otro de los grandes temas del entorno cripto en Venezuela, Law aseguró que «es una criptomoneda que no lo es». Por tanto, lo que ve en el horizonte de este año es una «adopción forzada» de la moneda digital creada por el gobierno venezolano. Agrega que esto último podría incidir en el ecosistema de criptomonedas en el país suramericano a través de una mayor exposición y uso del término «criptomoneda» entre los ciudadanos.