-
Krueger sugiere que Ethereum podría resultar complicado para aplicaciones diarias.
-
Algunos usuarios alegaron que ni siquiera bitcoin es utilizado hoy para pagos minoristas.
En una reciente publicación, el analista Fred Krueger afirmó que, en su opinión, la adopción masiva de stablecoins, como USDC (emitida por Circle), no ocurrirá sobre Ethereum, sino sobre Solana.
«No me imagino a la gente usando MetaMask y saltando entre capas secundarias de Ethereum para comprar un café en Starbucks. Sí los veo usando USDC en Solana», manifestó.
Su argumento sugiere que la experiencia de usuario en Ethereum puede ser demasiado compleja para usos cotidianos, como los pagos en comercios.
Por ejemplo, la billetera MetaMask suele requerir que los usuarios interactúen con distintas cadenas de segunda capa (L2), que son soluciones diseñadas para reducir la congestión de la red principal y abaratar costos. Sin embargo, esto puede implicar pasos adicionales, como cambiar de red manualmente o pagar varias comisiones.
En contraste, la postura de Krueger se orienta hacia una experiencia de uso más fluida, en la que Solana gana protagonismo —las comisiones son muy bajas y no hay necesidad de cambiar de red—. En su visión, es una opción más adecuada para el uso cotidiano de stablecoins como USDC.
Un debate encendido
La postura del analista desató una serie de comentarios. Algunas personas señalaron que ni bitcoin (BTC) ni ether (ETH) se utilizan hoy para pagos minoristas, y que eso no determina cuál red prevalecerá a largo plazo. «La gente tampoco usa BTC para comprar en Starbucks. Esa no será la razón por la que Ethereum alcance la adopción masiva», comentó un usuario.
Otros señalaron que las stablecoins compiten con las tarjetas de débito por su capacidad de realizar pagos instantáneos, pero en países desarrollados, las tarjetas de crédito son más populares debido a beneficios como recompensas o facilidades de pago. Según esta perspectiva, las monedas estables no alcanzarán una adopción masiva en países desarrollados, y su crecimiento estará más vinculado a economías emergentes.
También surgieron duras críticas hacia Solana. Algunos advirtieron que su reputación ante bancos y grandes instituciones podría verse afectada por su historial de interrupciones técnicas, proyectos fallidos y la actividad especulativa con memecoins. «¿Qué pensarán los usuarios si los bancos optan por una cadena asociada a apuestas, delitos y que puede apagarse en cualquier momento?», cuestionó un comentarista.
Las memecoins, como Shiba Inu (SHIB) o Dogecoin (DOGE), suelen ser tokens creados más por tendencia o diversión que por un uso real o sólido respaldo tecnológico. Por eso, a menudo se asocian con riesgos de estafas o rug pulls (estafas en las que los creadores de un proyecto desaparecen con los fondos de los inversores). Esta reputación genera desconfianza, especialmente entre inversores institucionales y reguladores.
Vale destacar que esto se suma a un cuestionamiento técnico que ha acompañado a Solana a lo largo del tiempo: el proyecto ha sido señalado por contar con una estructura de validadores —los encargados de procesar y verificar las transacciones— más concentrada y costosa de operar, lo que dificulta la participación de pequeños actores y eleva el riesgo de que el control se concentre en unos pocos nodos —los dispositivos que almacenan y comunican la información dentro de la red—.
Para algunos críticos, esto puede comprometer la descentralización, un principio clave en las redes de criptomonedas.
En contrapartida, Ethereum mantiene una reputación más sólida como plataforma para el desarrollo de proyectos más sostenibles, con una comunidad de programadores madura y una infraestructura pensada para la interoperabilidad con sistemas tradicionales.
Otros defendieron la solidez de Ethereum como la plataforma más confiable para aplicaciones financieras. «La tokenización ocurrirá en una red fiable. Ethereum no ha sufrido caídas, es más descentralizada y cumple mejor con los requisitos legales. Por eso es la opción preferida por Wall Street», afirmó un internauta.
Lo cierto es que los números respaldan el crecimiento y la popularidad de Solana. Como reportó CriptoNoticias, durante el segundo trimestre de 2025 la red generó 271 millones de dólares en ingresos por comisiones, superando a Ethereum (129 millones), Tron (165 millones) y a Bitcoin (50 millones), y consolidándose como líder por tercer trimestre consecutivo.
Aunque Solana lidera actualmente en ingresos por comisiones, el debate sobre la adopción masiva de stablecoins sigue abierto, con Ethereum manteniendo su fortaleza en aplicaciones financieras y descentralización.