Hechos clave:
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TambiĂ©n fueron decomisados vehĂculos de lujo, relojes y dinero en efectivo.
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La empresa prometĂa ganancias de 15% sobre lo invertido.
La PolicĂa Federal de Brasil incautĂł 591 bitcoins, valorados en USD 27 millones, producto de una investigaciĂłn a GAS Consultoria Bitcoin, una empresa que presuntamente operaba bajo un esquema Ponzi.
Durante la Operación Kryptos, como fue llamado el plan, también se decomisaron 13,8 millones de reales brasileños (USD 2,6 millones). Igualmente, consiguieron 100 libras esterlinas, dólares y euros.
TambiĂ©n se decomisaron 21 vehĂculos de lujo, varios relojes de gran valor y joyas, segĂşn informĂł la policĂa brasileña, el pasado 25 de agosto.
De acuerdo al organismo policial esta podrĂa será la mayor incautaciĂłn de bitcoin y otros activos que han hecho hasta los momentos.
La compañĂa tenĂa su sede en la RegiĂłn de Lagos, RĂo de Janeiro. Desde allĂ establecieron una red en la que hacĂan ofertas pĂşblicas con un contrato de inversiĂłn, ofreciendo retornos de 10% del monto invertido por los clientes.
Además, GAS no contaba con registro previo ante los organismos reguladores de las criptomonedas en Brasil.
La operaciĂłn se llevĂł a cabo en RĂo de Janeiro, SĂŁo Paulo, Ceará y el Distrito Federal, donde fueron arrestadas cinco personas. Entre los detenidos se encuentra Glaidson Acácio, propietario de una consultora de bitcoins.
Tanto Acácio como el resto de los involucrados, enfrentan cargos por los presuntos delitos de gestiĂłn fraudulenta e imprudente de instituciĂłn financiera clandestina, emisiĂłn ilegal de valores sin registro previo, organizaciĂłn delictiva y blanqueo de capitales. De ser condenados, podrĂan pasar 26 años tras las rejas.
La policĂa tambiĂ©n explicĂł que, Acácio con su empresa movilizĂł durante los Ăşltimos seis años, las transacciones financieras de la empresa sumaron aproximadamente USD 30 millones de dĂłlares. La mitad de las transacciones ocurrieron durante los Ăşltimos 12 meses.
Piden calma a los inversionistas
Tras el arresto de Acácio, los inversionistas recibieron audios en grupos de WhatsApp, creados con el fin de calmar a los usuarios de GAS, según la prensa local.
En los audios, un representante de Glaidson Acácio aseguraba que seguirĂan trabajando. «El trabajo de GAS no depende de Glaidson, como Ă©l mismo dijo en la Ăşltima reuniĂłn, seguiremos adelante».
El llamado de Glaidson, a través de un vocero, es que considera natural que lo sucedido genere conmoción entre todos los involucrados, pero pidió paciencia porque tienen la «certeza y la convicción» que superarán este trance.
«TransmĂtele a nuestros clientes confianza. Que tengan paciencia, especialmente con los nuevos clientes», dijo Glaidson a un portavoz de GAS.
Es de destacar, que la compañĂa no cuenta con una página web, ni redes sociales y el telĂ©fono disponible en el Servicio de Impuestos de Brasil se encuentra fuera de servicio.
De mesero a millonario
Acácio, hasta el 2014 trabajó en un restaurante como mesero y 7 años después llegó a amasar una fortuna de más de USD 30 millones, informó un medio brasileño.
Casado con la venezolana Mirelis DĂaz Zerpa, Acácio llevaba una vida de lujos con mansiones, pero con casi ninguna exposiciĂłn pĂşblica en las redes sociales.
Su abogado considera que el arresto del empresario fue una sorpresa. ReconociĂł que tener 20 millones de reales puede ser una exageraciĂłn, pero no pueden decir que provenga de una actividad ilegal.
Protestas a favor del empresario
Muchos inversionistas y consultores de GAS, salieron a las calles para pedir la libertad Acácio. EspecĂficamente se agolparon en las puertas del canal de televisiĂłn Red Globo por exponer el presunto esquema Ponzi.
Los inversionistas aseguran que ni Acácio ni la empresa han cometido delito alguno, porque les ha pagado los fondos a tiempo e incluso por adelantado en todos los años que tiene operando.
«Queremos que Acácio sea liberado, estamos aquà frente a la inmundicia de Red Globo, en protesta contra Globo, Globo distorsiona cada información. GAS en 9 años siempre ha pagado bien, somos una familia», expresó uno de los manifestantes.