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Un marco regulatorio claro es esencial para establecer una reserva de BTC.
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En los últimos años, Paraguay ha experimentado un aumento en la minería ilegal de bitcoin.
Paraguay, un país con abundantes recursos energéticos, tiene la oportunidad de consolidarse como un actor aún más relevante en el sector de bitcoin (BTC) y las criptomonedas, mediante la creación de una reserva estratégica de BTC.
Aprovechando su energía hidroeléctrica y las oportunidades que brinda la minería de bitcoin, la nación sudamericana podría crear una fuente sostenible de riqueza digital, principalmente por las represas de Itaipú y Yacyretá.
Estas instalaciones producen un excedente energético que no se utiliza completamente, lo que representa una oportunidad que hoy en día ya es aprovechada por empresas que se han establecido en el país para realizar actividades de minería. Algunas de estas compañías son HIVE Digital Technologies y Bitfarms.
De esta forma, especialistas locales han señalado a la prensa que el Estado también puede aprovechar el excedente energético para generar criptoactivos, que podrían acumularse como una reserva estratégica. Esto diversificaría las reservas del país y disminuiría su dependencia de monedas extranjeras.
Bruno Vacotti, socio fundador de la Cámara Paraguaya de Minería de Activos Digitales, considera que se podrían utilizar las máquinas incautadas a la minería ilegal de criptomonedas, ya que «todo eso representa una gran potencia de cómputo».
«Si tenemos energía disponible y máquinas incautadas que están acumulando polvo, es un despropósito no utilizarlas para generar valor, y que ese valor sea para todos los paraguayos», explicó Vacotti.
Como ha reportado CriptoNoticias, en los últimos años, Paraguay ha registrado un aumento en la minería ilegal de BTC, con operativos que han resultado en la incautación de miles de máquinas ASIC (circuitos integrados de aplicación específica).
En lugar de destruir o almacenar estos equipos incautados, el Estado podría ponerlos a funcionar en granjas mineras legales, gestionadas directamente por entidades públicas o mediante alianzas público-privadas. Esto permitiría generar BTC para las arcas nacionales utilizando infraestructura ya existente, sin incurrir en costos adicionales de adquisición.
No obstante, para que esta iniciativa prospere, sería fundamental establecer un marco regulatorio claro que incentive la inversión. Cabe recordar que en 2021 se presentó un proyecto de ley para regular la minería y el comercio de criptoactivos, pero fue vetado en 2022.
Un entorno regulatorio bien diseñado podría atraer tanto a mineros locales como a empresas internacionales, incorporando incentivos fiscales, reglas claras sobre el uso de la energía, la garantía de auditorías públicas y medidas eficaces contra el lavado de dinero. Todo esto contribuiría a que una eventual reserva de bitcoin se gestione de manera transparente.
Bitcoin como reserva: ejemplos internacionales
Lo cierto es que Paraguay tiene ejemplos en los que puede inspirarse. Bután, un pequeño país del Himalaya, ha logrado acumular una reserva de más de 12.000 BTC —valorada en aproximadamente USD 1.300 millones—, aprovechando su propia energía hidroeléctrica para la minería. De hecho, la pequeña nación posee en bitcoin el 40% de su PBI.
Por su parte, El Salvador ha adoptado un enfoque distinto, acumulando 6.230 BTC a través de compras periódicas. Su estrategia de adquisición comenzó en septiembre de 2021, cuando se convirtió en el primer país del mundo en adoptar BTC como moneda de curso legal.
Desde noviembre de 2022, el país gobernado por Nayib Bukele redobló su apuesta y adoptó una estrategia de adquirir 1 bitcoin por día, una práctica que ha mantenido desde entonces con algunas excepciones.
La idea de contar con reservas en bitcoin no se ha limitado a países en desarrollo. En Estados Unidos, el concepto también está ganando terreno.
A nivel federal, las autoridades han acumulado criptomonedas, principalmente mediante incautaciones relacionadas con actividades ilícitas. Además, en marzo, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva autorizando la creación de una reserva de activos digitales, fondeada con los incautados.
En medio de este escenario, varias jurisdicciones de EE. UU. han adoptado posturas más proactivas. Estados como New Hampshire y Arizona han aprobado leyes favorables a formar reservas de bitcoin.
New Hampshire se destacó al promulgar en mayo la ley HB 302, convirtiéndose en el primer territorio del país en establecer un fondo de reserva de BTC. Esta autoriza al tesorero del estado a invertir hasta el 5% de los fondos públicos y otros fondos aprobados en metales preciosos y activos digitales con una capitalización de mercado superior a los 500 mil millones, un umbral que actualmente solo alcanza bitcoin.
Arizona continuó con la aprobación de la ley HB 2749 en mayo, estableciendo una reserva de bitcoin financiada con activos digitales no reclamados, como airdrops y recompensas de staking. Esto es a pesar de que, este mes, la gobernadora vetó el proyecto para atesorar aquellos incautados de casos ilegales.