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Panamá se encuentra a la espera de las modificaciones en la propuesta de "Ley Cripto".
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El economista Ernesto Bazán cree que si Panamá sigue en crisis entrará en quiebra financiera.
Entre los meses de julio y agosto Panamá estuvo entre los países de Latinoamérica que fueron foco de protestas ante el incremento de la inflación. El alza inesperada de los precios del combustible, los alimentos y las medicinas hizo que la gente saliera a la calle.
A las protestas, que comenzaron con una huelga general de maestros, se le fueron sumando varios sindicatos de trabajadores de la construcción, indígenas, situación que se extendió por casi un mes en todo el país.
La mayor variación en los precios la sufrieron «combustibles y lubricantes para equipo de transporte personal», elevando el precio del combustible para automóviles en un 10,4%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo de Panamá.
«El problema es que no quieren entender que tienen que dar una muestra clara y sincera de cambio institucional. Aquí no se busca un cambio de sistema, sino un cambio del modelo económico, que ya no seamos el segundo o tercer país con la más mala distribución de la riqueza del mundo», declaró el profesor Juan Ramón Herrera a BBC en medio de las movilizaciones.
Las protestas culminaron tras una negociación entre los diferentes sectores con el Gobierno de Laurentino Cortizo. Allí se acordó una rebaja y congelación temporal y general de los combustibles, que quedaron en 3,25 dólares el galón (3,78 litros), y una reducción del 10 % en el gasto público.
Los problemas se agravarán para Panamá
Sin embargo, estas soluciones son temporales y no atacan los problemas de fondo. El economista panameño Ernesto Bazán, comentó que los acuerdos alcanzados solo agravarán el problema y quienes terminarán pagando las consecuencias son los panameños.
«Alguien va a tener que pagar la cuenta y las cuentas no las paga el gobierno: las pagamos todos con más impuestos o menos servicios. El precio [del combustible] no bajó: solo nos están vendiendo a crédito. Y si seguimos así, entraremos en una quiebra financiera», comentó Bazán.
Esto lo sugiere el especialista, aun cuando la inflación desaceleró en julio pasado en una caída del 1,2 % respecto al mes anterior.
«El remedio será peor que la enfermedad, porque los acuerdos no resuelven y los subsidios son ficticios, pues se pagan tarde o temprano, con deuda y con intereses», argumentó Bazán.
Bitcoin la posible solución para Panamá
Ante un escenario complicado para la población panameña, opciones como bitcoin (BTC) y stablecoins, emergen como una fuerza que puede representar una mayor estabilidad, incluso en un mercado bajista como el actual.
De hecho, Panamá está entre los 10 países que están más preparados para asumir la adopción de las criptomonedas, según el Informe Mundial de Preparación Criptográfica publicado por Forex Suggest, el pasado mes.
Este ranking es calculado con base en la cantidad de cajeros automáticos de bitcoin que están instalados y el elevado número de búsqueda sobre el tema de bitcoin en el país centroamericano. Tales hechos se toman como evidencia del fuerte interés de los ciudadanos por el ecosistema bitcoiner.
El crecimiento de la adopción hizo que, en abril pasado, la Asamblea Nacional de Panamá aprobara una ley para regular a bitcoin y otras criptomonedas, aunque fue objetada parcialmente por el presidente Cortizo tal como reportó CriptoNoticias.
A pesar del veto a la ley, Panamá sigue teniendo las condiciones para adoptar bitcoin y fortalecer su economía, cuenta con un apoyo de los legisladores y del sector privado. Es el caso del banco panameño Towerbank, lanzando una tarjeta de débito Visa que permite el uso de criptomonedas. En solo dos días de haber lanzado el producto se abrieron 300 cuentas para operar con activos digitales.
Por su parte, Felipe Echandi, secretario de la junta directiva de la Superintendencia de Bancos de Panamá, expresó que los panameños y latinoamericanos están en el momento propicio para evolucionar con los activos digitales o para quedarse con un sistema financiero antiguo.
«Creo que los lugares que van a resolver los problemas del futuro tienen mayor libertad en intercambio de valor, mayor inclusión, mayor posibilidad de que no se confisque dinero por inflación o impuestos. [Los avances] van a darse en los lugares que le den claridad a las personas que están construyendo en esta tecnología», concluyó.