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Es posible aplicar el enfoque de Satoshi Nakamoto a un nuevo dominio: la gobernanza.
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En una ciudad libre se aplican políticas innovadoras para permitir la libertad.
El director de la Free Cities Foundation (FCF), Peter Young, presentó junto a Timothy Allen, fotógrafo y embajador de esa fundación, las iniciativas que se han desarrollado en torno al concepto de ciudades libres. Esto fue en la conferencia Adopting Bitcoin, que se celebró en El Salvador del 15 al 17 de noviembre, que ha contado con la cobertura de CriptoNoticias.
Las ciudades libres, afirmó Young, pueden ser definidas como territorios autónomos que adoptan políticas innovadoras para permitir la libertad humana. Para concretar ese concepto, es posible aplicar los principios desarrollados en la creación de Bitcoin, dice Young.
«Ya tenemos dinero digital en la forma de bitcoin; lo que necesitamos es tener jurisdicciones, o ciudades, o pequeños territorios autónomos que se guíen por los principios que rigen a los bitcoiners», explica Young.
Entre esos principios estaría un conjunto simple de reglas que no pueda ser cambiado por una autoridad central, o la posibilidad de interacción entre todas las personas, limitadas a que sean voluntarias. «Yo creo que debemos tener este tipo de comunidades en el mundo físico, como ya existen en el mundo digital», añade.
La fundación trabaja con varios proyectos en Europa y en las Américas, que tienen diverso grado de desarrollo, dice Young y se refiere a las denominadas comunidades intencionales. Se trata de comunidades en las que sus integrantes están de acuerdo en conformar un territorio autónomo dentro de una nación estado. Aunque no tienen estatus legal, en estos territorios hay un mayor grado de autonomía que en el resto del país, dice Young.
Por ejemplo, la comunidad de Liberstad, en Noruega, funciona con sus reglas propias y las transacciones entre los miembros de la comunidad se hacen en bitcoin. Solo las relaciones entre Liberstad y el resto de Noruega siguen las regulaciones oficiales. Montelibero es otro proyecto desplegado en Montenegro, en los Balcanes.
Bitcoin florece en la ciudad hondureña de Próspera
Allen conversó sobre la isla de Roatán al norte de Honduras en la que se encuentra Próspera, una ciudad que tenía estatus de autonomía, pero que fue derogado por la Corte Suprema de Justica de Honduras. Aun así, en Próspera se ha mantenido el espíritu de progresar a través de acuerdos entre sus habitantes. Se ha construido allí, por ejemplo, un moderno centro dedicado a la educación sobre bitcoin para instruir a los residentes sobre su uso. Se incluyen actividades dirigidas a los niños y a las personas de tercera edad.
Allen señaló que en Próspera se sigue dando vigencia a los contratos entre los ciudadanos y los prestadores de servicios, dentro de la filosofía de los territorios autónomos. Con un importante desarrollo inmobiliario a raíz de la demanda de espacio de vivienda y de trabajo, hay contratos especiales entre los constructores y los residentes. Por ejemplo, si los residentes que poseen una magnifica vista al mar quieren asegurar que esta permanecerá, pueden optar a que no se construyan nuevas edificaciones, a través de un acuerdo económico, pagado a plazos, relató Allen.
Hay otros proyectos autonómicos que siguen en desarrollo en Honduras a pesar del freno legislativo de dar independencia jurisdiccional, como las ciudades de Morazán, dirigida a residentes de clase obrera y media, y Orquídea, que no incluye un componente residencial. En su lugar, esta comunidad planea concentrarse en la producción de frutas y verduras para la exportación.
