Hechos clave:
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2020 ha sido positivo porque los reguladores y las instituciones se acercan más a Bitcoin.
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La regla de viaje podría incluir datos del receptor en carteras sin custodia.
Mientras que el último año ha sido positivo para las criptomonedas porque hay esquemas más claros de regulación y más adopción institucional, las regulaciones podrían ponerse más estrictas. Así lo expuso en LaBitConf Jacob Farber, consejero general del consorcio R3 y socio de la firma de consultoría legal en blockchain.
Farber es consejero general del consorcio R3 y socio de la firma de consultoría legal en blockchain, Ouroboros y ha actuado como abogado y consultor en regulación de criptomonedas desde 2012.
Farber afirma que en el último año se han clarificado, en general, los marcos regulatorios de las criptomonedas y blockchains. Por lo menos en 12 jurisdicciones en todo el mundo, se están considerando propuestas en torno a marcos regulatorios de las criptomonedas, afirma.
El especialista destaca como positivo el año 2020 porque han ocurrido avances en regulación. Por otra parte, los inversionistas institucionales han comenzado a adoptar bitcoin en sus portafolios, los bancos centrales han avanzado en sus planes en torno a las CBDC, y los bancos tradicionales han incursionado en custodia de criptomonedas.
Todo este panorama era muy improbable en 2014 o 2015, especialmente la idea de que un banco tradicional incursionara en servicios basados en criptomonedas, sostiene Farber.
Hemos visto que más individuos e instituciones llegan al espacio cripto. Tenemos varios países, incluyendo China, que están implementando monedas digitales que van a ser administradas por los bancos centrales. En julio, la oficina del contralor de la moneda anunció que instituciones financieras tradicionales como los bancos podrán custodiar criptomonedas. Esto significa que estas han perdido la toxicidad que habían tenido por años.
Jacob Farber, socio Orouboros.
En este entorno favorable a las criptomonedas, Farber expresa una preocupación: los marcos regulatorios parecieran estar empujando más y más hacia el núcleo de las criptomonedas descentralizadas, afirma el especialista.
La regulación comenzó en los bordes del mundo de las criptomonedas, donde estas se encuentran con los servicios financieros tradicionales. Es decir, la regulación se enfocó al inicio en los exchanges, en las rampas de entrada y de salida de dinero fíat. Pienso que, desde varios frentes, la regulación está empujando hacia el interior del mundo de las criptomonedas, hacia las criptomonedas descentralizadas. Estoy viendo ese movimiento, y me preocupa.
Jacob Farber, socio Orouboros.
En Estados Unidos y otras jurisdicciones, apunta Farber, los reguladores han adecuado su aproximación a los proyectos dependiendo de si son descentralizados o no. Sostiene que la tendencia general es, hasta ahora, no regular un proyecto si es descentralizado, lo cual se ha aplicado a Bitcoin y Ethereum.
«Si hay una persona o entidad identificable detrás de un proyecto de una cadena de bloques privada, eso está realmente centralizado y claramente sujeto a regulación». La preocupación surge, según afirma Farber, porque ese criterio de no regular los proyectos descentralizados estaría «bajo un poco de presión».
Farber citó el caso de la decisión de la SEC en 2017 sobre la organización DAO, que afirmaba era un valor y contravenía la Ley de Valores de EE. UU. «Pero lo que es más importante, la SEC determinó que los operadores y promotores del DAO estaban involucrados en la facilitación de la venta de valores y que ese organismo tenía jurisdicción sobre eso».
También se refirió a la actualización de las recomendaciones que hizo la Red de Control de Delitos Financieros de Estados Unidos (FinCEN) sobre regulación de criptomonedas en mayo de 2019, en la cual se incluían las aplicaciones descentralizadas como objeto de regulación.
La otra tendencia que vale la pena señalar es que desde 2019, en la orientación y en las jurisdicciones nacionales de todo el mundo, ha quedado bastante claro que, por ejemplo, los exchanges de criptomonedas están sujetos a regulación, generalmente porque son la rampa de entrada y salida.
Jacob Farber, socio Orouboros.
Por otra parte, Farber señaló que, en el último año, los reguladores de diferentes países han adoptado la denominada regla de viaje. «En su forma más simplificada, esta regla requiere que un transmisor de dinero informe al regulador sobre transacciones que superan un cierto límite», expresó Farber.
El alcance de esta regla podría extenderse en breve, dice Farber. «Parece bastante claro que están surgiendo nuevas regulaciones. En Estados Unidos, el contralor interino de la moneda ha dicho que en las próximas seis a ocho semanas, verá más regulación de criptomonedas y que la idea es que esa regulación empujará aún más las transacciones actualmente excluidas bajo la regla de viaje».
Farber afirma que los reguladores podrían exigir la información sobre el destino de un envío de fondos desde una cuenta en un exchange regulado a una cartera sin custodia, aún si esta es del propio remitente. Es decir, se exigirá la identificación del receptor de los fondos. «Cualquiera que esté usando criptomonedas y se conecte con el sistema financiero tradicional, estará sujeto a KYC».
Aquí también hay aspectos positivos. Quiero decir, en ese mismo discurso donde el controlador de la moneda en funciones dijo que esto iba a suceder, también dijo, mira, no estamos prohibiendo Bitcoin. Esto evidencia un reconocimiento del valor de Bitcoin […] Eso conduce un marco regulatorio firme y eso es bueno.
Jacob Farber, socio Orouboros.
Farber señaló que, en el caso de Libra de Facebook, los obstáculos regulatorios condujeron a una reformulación del proyecto, para evitar que fuera un valor. «Para ser aceptable para los reguladores, la criptomoneda se parecerá cada vez más a los instrumentos financieros tradicionales».
Respecto a DeFi, Farber afirma que en los próximos 12 meses se revelará la estrategia de los reguladores hacia las diferentes plataformas de ese espacio, que son descentralizadas. «Hay que estar atentos hacia donde se dirigen los reguladores frente a este escenario que considera las criptomonedas como una fuente de privacidad que facilita transacciones no tradicionales».