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La obra es un token no-fungible que puede ser programado en la plataforma de arte digital, Async.
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La pintura cambia de forma el día en que cumple años Buterin y en el aniversario de Ethereum.
Una pintura del creador de Ethereum, Vitalik Buterin, fue vendida recientemente por más de 133 mil dólares. El comprador fue un usuario de twitter, apodado como @MaxStealth5, quien es ahora el dueño de este arte digital que muta conforme a los cambios del precio del ether, las fluctuaciones de las tarifas de gas y con el cumpleaños del mismísimo Buterin.
La obra se llama “ETH Boy” y es un token no-fungible —es decir, una pieza coleccionable, única e irrepetible — de la plataforma de arte digital AsyncArt. Se trata además de una pieza programable, ya que AsyncArt ha incorporado a sus servicios una nueva innovación que es capaz de reflejar datos y estímulos externos en las obras digitales, tecnología con la que ya se lanzó otra obra de arte capaz de rehacerse con las variaciones del precio de BTC.
El Vitalik Buterin de esta pintura podrá transformarse conforme fechas festivas e información diaria de la red que es suministrada a la obra. Una fluctuación en el precio del ether, un movimiento en las direcciones de Vitalik Buterin, el aniversario de Ethereum, e incluso el cumpleaños del creador de esta red, serán datos que modificarán a la pintura.
La imagen original de este particular cuadro es un Vitalik Buterin vestido de arlequín medieval que se encuentra sentado en una silla de cuadro. Sin lugar a dudas, una referencia irónica del desarrollador más conocido de Ethereum.
Los artistas Trevor Jones y Alotta Money fueron quienes crearon esta pieza, la cual se vendió en unos 260 ETH en el mercado de AsyncArt. La pintura se valoró en dólares americanos por sobre los 133 mil dólares, si tomamos en cuenta el precio del ETH para el día de hoy. Por si fuera poco, el nuevo propietario de la obra —@MaxStealth5— decidió donar unos 3 ETH más para que la pintura rompiera el récord de la obra más cara vendida en el mercado de arte de AsyncArt.
Esta será la única obra “ETH Boy” que presentarán los artistas, con el objetivo de que su escasez aumente su valor. Sin embargo, la pintura también tiene un concepto de negocio, ya que se espera comercializar cada una de las imágenes generadas por la obra cada vez que se transforme. Las imágenes serán subastadas dos veces al año en la plataforma OpenSea, actividad que llevarán a cabo por un período de cinco años.
Las ganancias de estas imágenes suplementarias serán divididas entre el propietario de la pintura y los creadores. Asimismo, esperan salvar una parte del dinero para cualquier mantenimiento que se le tenga que hacer al código de la pintura.
Las obras de arte con temáticas criptomonedas o redes blockchain han ganado cada vez más tracción con el paso de los años. Ya para el 2017 existían varias galerías dedicadas a la venta exclusiva de estas creaciones, mientras que con el tiempo distintas disciplinas artísticas —como los murales, la música y hasta los billetes intervenidos— han empezado a considerar los tokens no-fungibles y las redes blockchain para desarrollar sus piezas o comercializarlas. Una tendencia que nos podría dar una vista de cómo será el arte en un futuro próximo.